Te haré sufrir

Capítulo 11

Creo que llegue al auto de mis padres más rápido que flash, ufff que exagerada soy siempre vivo comparando la realidad con la ficción, solo a mí se me ocurre.


-¡Cuanta rapidez gema!


-Para que veas que cuando hablan de comida soy más veloz que la liebre. 


Subo al auto y no puedo evitar darles un tremendo abrazo a mi padre y a mi madre. Era una manera de empezar a despedirme aunque ellos ni siquiera sabían nada. Tener que despedirse de nuestros seres queridos siempre será la parte más dura de la vida, queremos que todo dure una eternidad y que nunca tengamos que sufrir por la distancia. 


-Estamos derrochando amor.  -dice mi madre con sarcasmo.


-Como quiera es malo, mejor vámonos.


Mi padre puso el auto en dirección al restaurante, todo el trayecto me mantuve en silencio estaba sumergida en mis pensamientos, trataba de encontrar las palabras adecuadas para tener esa conversación tan temida por mí, digo temida porque en cierto punto me sentía ansiosa no quería equivocarme por tomar decisiones apresurada, por la adrenalina del momento.


-Llegamos. –la voz de mi padre hizo que volviera a la realidad.


-Me encanta este lugar.-digo muy emocionada.


-Sí gema, este lugar es único, aquí fue donde conocí a tu padre.


-Por favor no quiero llorar, son unos cursis los dos. –salgo del auto.


Al llegar a la entrada del restaurante vi como mi padre confirmaba la reservación con una chica muy amable, se podía notar que le encantaba su trabajo. Después de haber confirmado nos indicó nuestra mesa, luego un mesero nos tomó las órdenes para empezar a deleitarnos con sus platos, era un lugar muy bonito y la música transmitía paz, sin duda alguna volvería otra vez sin pensarlo, ahora más que nunca entiendo a mis padres porque es su lugar preferido.


La cena iba de maravilla, ver a mis padres tan felices y que a pesar de los años se seguían amando como la primera vez que se conocieron, su amor seguía intacto y floreciendo, no pude evitarlo y un nudo se formó en mi garganta algunas lágrimas empezaron a brotar que inmediatamente intenté disimular pero mi madre es muy astuta y lo noto.


-¿Gema que pasa?


-Ahora si me puse sentimental es que verlos a ustedes quererse como se quieren, quisiera encontrar un amor así, que sea único.


-Te entiendo cariño pero todo con calma y tiempo se consigue y recuerda que para la persona equivocada nunca valdrás nada pero para la persona indicada serás todo.


-En verdad gracias madre llevaré esas palabras guardadas en mi memoria para siempre. -me levanté de la mesa y le di un abrazo.


-Sabes que siempre estaremos para ti. -mira a mi padre buscando apoyo.


-Así es,  hija mía, como dice tu madre, somos una familia y las familias se apoyan, te quiero.  


-Gracias padre.


Había llegado el momento de contar todo lo que había planeado en un día.


-Quiero decirles algo.


-habla.


-Me iré a estudiar a nueva york lo he pensado mucho y creo que es lo mejor. –abro mis ojos como platos esperando la respuesta de mis padres.


-¡Es la mejor noticia! Nos emociona mucho que hayas tomado esa decisión, también hablo por tu madre, sabemos lo complicado que fue decidir irte ya que no querías dejarnos solos y tus amigos en fin sé que el legado de la familia quedará en buenas manos.


Imagine esa reacción, mis padres siempre han querido que me haga cargo de la empresa, solo que veía ese momento como algo remoto pero ahora sería mi destino,  haría a mis padres felices a pesar de que yo no lo fuera. A veces toca perder asi de simple.


-Gracias, los amo de aquí hasta el infinito. Este instante que estamos viviendo amerita un brindis y que mejor que un carlos rossi para festejar, por mí, porque este viaje sea el principio de grandes éxitos, -veo chocar las copas entre sí.


Mi padre saldo la cuenta, salimos directo  a casa. Me sentía cansada, agotada, feliz por mis padres pero la pregunta del millón ¿yo era feliz? Pues no, la vida no es como la imaginamos nunca nos advierten de lo complicado que puede llegar a ser,  solo los valientes se arriesgan a vivirla.


Al entrar a casa, encendí las luces. Con la mirada busque a  mi madre.


-Buenas noches, estoy exhausta necesito recargarme. –digo en modo chistoso.


-Feliz descanso Gema.


Subo a mi habitación, me despojo de mi ropa, busco la pijama para dormir, para mí el sueño es reparador por esa razón Morfeo es mi crush. Antes de apagar la luz de la recamara decido buscar mi móvil para colocar una alarma tenía muchas cosas que arreglar y no tenía tanto tiempo pero al teclear mi móvil me sorprendo mucho al ver un montón de notificaciones y lo más extraño eran todas de Gael. ¡Dios mío! Aun se quiere seguir burlando de mí.


Tiro el celular en la cama con la intención de no abrirlos pero la curiosidad era más fuerte que mi deseo de no responder ningunos de sus mensajes, eran demasiados, literal más de cincuenta, eso solo lo podía hacer una cosa “el alcohol” seguro Gael estaba borracho. 


Al fin y al cabo no tengo nada que perder por abrir unos simples mensajes. Asi que los abro.


Hola Gema”


“Necesito hablarte, por favor escúchame”


“Eres el amor de mi vida”


“Dame la oportunidad de aclarar todo”


“Háblame por favor”


“Te amo”


“Si ya no me quieres al menos háblame para que quedemos en buenos términos”


Al leer cada texto más me convencía de que no estaba en sus cinco sentidos y en cierto punto hasta hacerme dudar de mi decisión, asi que decidí responder.


Déjame en paz no quiero hablar contigo nunca más, ya eres un desconocido”




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