Te haré sufrir

Capítulo 21

 

 

Eitham….

 Tener que aparentar ser fuerte es algo muy difícil, pero hice mi mejor intento, no voy a negar que la respuesta de Gema me afecto, creí que había suficiente química para iniciar una relación, pero no fue así. Ella carga con sus fantasmas y en cierto punto trato de entenderla, cuando somo herido nos convertimos en personas que jamás creíamos que llegaríamos hacer.

Lo más duro de todo, era que tenía que verla todos los días y fingir que encerré mis sentimientos en un baúl con llave, aunque no fuera verdad. Todos en algún momento de nuestra vida utilizamos los mecanismos de defensa con la única intención de protegerse a sí mismo.

Traté de no ser tan obvio con Sofía, disfrutamos de “underword: inframundo” es una de mis sagas favoritas, de esta manera distraje mi mente y al terminar la película nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones.

 

 

 

 

Tres semanas después…….

Eitham

Todo marchaba de maravilla, no me podía quejar, hace una semana que me habían llamado de la empresa Grupo creativo J.J, la verdad es que me gustaba mucho todo, me trataban bien y además disfruté participar en mi primera publicidad, todo el equipo fue felicitado por el jefe, empecé con buen pie.

 

Cuando le conté a Gema y Sofía de mi nuevo empleo, ambas se pusieron muy contenta. Para no darle más largas al asunto, hable con Gema respecto a nuestro alojamiento en su apartamento, desde que me pagaran el primer sueldo trataría de recuperar mi antiguo hogar o si no buscaría otro lugar para vivir, pero siendo sincero iba a extrañar un montón a Gema.

 

 -Cómo sabes ya tengo empleo, desde que obtenga mi pago nos iremos, has hecho demasiado por nosotros, te lo agradezco. –solté sin pensarlo, como dicen “Al mal tiempo hay que darle prisa” creo que es así, los refranes no son mi fuerte.

 

-No tienen que irse, además tu apartamento ya fue ocupado ¿A dónde se irán? Me harán mucha falta, me acostumbre a ustedes por favor no se vayan, no te vayas. –No pude evitar abrazarlo, me lancé en sus brazos inmediatamente.

 

-Me la estas poniendo muy difícil pequeña, no me gusta verte triste, sabes que fui claro desde el principio, me iría cuando mi situación cambiara y gracias a Dios todo empieza a ir mejor, es momento de irnos. –Solo lo decía de boca para afueras porque mi mente decía “ya quédate” no te hagas de rogar.

 

 -Te entiendo, pero escúchame. –Lo mire fijamente. –Al terminar mi carrera, regresare a casa de mis padres no pienso quedarme aquí, sé que quizás solo estoy pensando en mí, piénsalo, no debes darme una respuesta ahora mismo. –Jugarías mis cartas para que se quedaran, que se quedara, aunque tuviera que utilizar mis técnicas de convencimiento.

 

-Lo pensaré detenidamente, ahora me tengo que ir a trabajar, nos vemos luego, cuídate.

 

 -Bay, cuídate también.

 

Eitham se fue a su trabajo, estaba disfrutando esa oportunidad que había conseguido, él amaba la publicidad, a veces lo encontraba en la sala con su laptop en mano trabajando en una campaña publicitaria, su rostro era otro, lleno de vida, sus ojos tenían un brillo especial, sobre todo amor por lo que estaba haciendo. Hoy aprovecharía para limpiar el apartamento e ir al supermercado por comida, la despensa estaba a punto de agotarse, quizás Sofía me acompañe hacer las compras, así no sería tan aburrido. Pase todo el día limpiando, pedí comida para almorzar mientras Sofía dormía hasta tarde, según ella tenía un cansancio terrible, al menos logre que accediera a ir conmigo.

 

 Ya iban hacer las 6:00 pm, nos apresuramos para llegar antes de que anocheciera a casa. Cuando íbamos en el taxi decidí preguntarle a Sofía que le sucedía ¿Por qué el cansancio? La verdad es que no me creía ese cuento, ella es una persona alegre, pero los últimos días se veía afligida, abatida, pensativa, en ocasiones la encontraba sentada en la cama con los ojos rojos, al parecer también lloraba.

 

-Sofía, ¿Qué es lo que te sucede?

 

-Soy tan obvia, imaginaba que fingía bien. –dijo ella casi sin ánimos.

 

-Puedes confiar en mí, o habla con Eitham, he notado que lloras ¿Qué te pasa? -A pesar de que al principio no me caía bien, la verdad es que aprendí a quererla y verla tan triste me preocupaba. 

 

-Confío en ti, no quiero agobiar a Eitham, se que pronto se me pasara.

 

-Quizás si hablas, sacas lo que te está torturando, podrías encontrar paz, no puedes seguir así, te estas destruyendo poco a poco y lo peor de todo es que tú eres el juez y ya te condenaste al sufrimiento. -ella me escuchaba atentamente más sin embargo mis palabras no provocaban ninguna reacción en su rostro. -además Eitham pronto se dará cuenta de que algo te pasa, ¡déjame ayudarte por favor!




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