Te observo

Pastillas- Chloe.

A pesar de mis intentos porque me dé información sobre mis amigos, Meder ha mantenido distancia entre los dos, tal vez por seguridad, tal vez por miedo o simplemente porque se cansó de ver mi careta por todos lados.

Como dije al día siguiente me baje al sótano a limpiar y la sorpresa que que lleve al darme cuenta de que estaba casi impecable. Al parecer mi querido Meder estuvo toda noche limpiando el sótano y solo me dejo unas cajas para acomodar algunas cosas según me lo explico antes de irse. También me dejo una serie de reglas que tenía que seguir, como no salir de la casa y mantener la mayoría de las persianas cerradas y no hacer mucho ruido; obviamente no podía llamar a alguien por teléfono o contactar a mi familia a pesar de lo tentador que sonaba.

No fue muy difícil acomodar las cosas del ático, eran algunos trastos viejos, libros, entre otras cosas. Entre una de las cajas me encontré una cámara con algunos rollos de sobra. Empecé a checar las fotos que tenía, la mayoría eran fotos de una chica de cabello largo, de cabello cenizo, piel clara, alta, realmente es una chica muy linda, otras fotos eran de una especie de muelle y así, solo en una foto vi a Meder con la chica besándose.

-Nuestro querido Meder no se anda con rodeos eh- dije a nadie. Tome la cámara y quite el rollo que tenía puesto y lo cambie por uno nuevo y tome una foto al sótano, la vi y me percate de una consola que estaba encima de una de las cajas.

-¡Oh!, tenía uno de estos con Chema- agarre la consola entre mis brazos y la puse en la mesa de la sala junto con la cámara y los rollos. Me dirija a la cocina por agua cuando sentí que aplaste algo con mi pie. Se trataba de una pastilla, en realidad eran varias regadas por la sala

Recogí las que pude y las tire en la basura. Después de unas horas por fin llego Meder a la casa, estaba a punto de contrale mis descubrimientos en el ático pero este ni siquiera me volteo a ver y se fue directo a su cuarto.

-Pues me la sudas- dije para mi sola y me fui al comedor a terminar de comer. Volví al sótano por si me encontraba otra cosa para entretenerme y agradezcamos que Meder tiene pura basura aquí, aunque tengo la leve sospecha que no todo lo que está aquí es de él. Subí a mi habitación con una caja llena de basura que me podría servir en algún momento. Una linterna, un cubo rubik, la cámara y los rollos, la consola, un reloj y un rompecabezas de alguna pintura.

Empecé por el rompecabezas que era bastante grande para Cameron esto es cosa de niños pero yo soy muy testaruda así que realmente me rompí la cabeza al armarlo.

No sé en qué momento empecé a sentirme observada y me di media vuelta y estaba Meder observando cada uno de mis movimientos, al verlo no pude evitar sobresaltarme.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí?- le pregunte mientras me ponía de pie.

-El reloj está mal- dijo evadiendo mi pregunta mientras se acerca y toma el reloj de la mesa de noche.

-No contestaste mi pregunta.

-Son las ocho- dice mientras devuelve el lugar a su lugar con la hora correcta- lamentablemente no te puedo dejar luz- dice mientras apaga la luz y nos quedamos con los pocos rayos de luz que se asoman por las persianas hasta que simplemente tenemos la luz de la planta baja para que todavía visualice su rostro a escasos centímetros del mío.

-¿Qué- qué haces?- siento que mi rostro arde.

-¿Por qué no me dejaste deshacerme de el?- apenas es un susurro y toma un mechón de mi cabello.

-¿De quién?- le digo mientras tomo su mano con lentitud y la aparto de mí. Él lo nota y después vuelve a verme, es como si estuviera más sorprendido que yo y se aleja lentamente hasta que está en la puerta; apenas alcanzo a escuchar lo que dice cuando escucho una puerta cerrarse de golpe junto con el sonido de unas llaves cerrando desesperadamente. Estoy encerrada en el cuarto.

No puedo gritar, no puedo golpear nada, no puedo tirar las cosas, no puedo moverme, solo observar la puerta con el destello de luz asomándose, ni siquiera intento llorar o al menos levantarme, solo me recuesto en la alfombra mientras que mi mano toca el frio piso, siento que estoy de nuevo en esa habitación con apenas una blusa para cubrirme, podía tirar los vasos y los utensilios para que comiera y no importaba, podía lastimarme y no importaba, podía gritar, lanzarme contra las paredes, contra ese vidrio irrompible mientras contaba lo que creía que eran días, meses, años. Golpeo mi cabezo contra el suelo y solo cierro los ojos.

Después de un rato me despierta un ruido, como cristal rompiéndose, veo el reloj.

-Mierda son las dos de la mañana- me levanto adolorida por la posición en la que estaba, antes de que pueda hacer algo escucho unos pasos, más bien intentos de pasos, si estuviéramos en otro tiempo y otro lugar diría que es Chema intentando ponerse de pie después de alguna pelea con algún tipo o llegando de una borrachera, simplemente pensar eso me saca un risa, que al parecer el de atrás escucha cuando dejo de oír los pasos y todo queda en completo silencio.

Echo a correr a la cama mientras agarro la linterna. Vuelvo a escuchar los pasos cada vez más distante y me tranquilizo por un momento hasta que los vuelvo escuchar acercarse, volteo hacia la puerta y logro diferenciar una sombra, pasa por debajo de la puerta algo y se va, no me levanto hasta que escucho una puerta cerrarse. Me acerco a la puerta y hay una nota con una letra terrible y olor alcohol. La pongo debajo de mi almohada y me voy a dormir.



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En el texto hay: tu eres el detective, blablabla

Editado: 10.09.2019

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