Te observo

Bucle- Meder.

¿No debería ser diferente? ¿Por qué me siento igual?, ni siquiera me puedo concentrar en clases, no sé en qué tema estamos, no se siquiera que estoy haciendo conmigo, con mi vida, ¿Qué debería hacer? A este punto he llegado, en que ni siquiera mi propia existencia me es suficiente, necesito acabarla, necesito, pero no puedo, simplemente no puedo, soy tan cobarde un niño que no puede escapar de sus monstruos, de sus fantasmas, de su pasado.

Chloe, pensé que sería una oportunidad, peor solo las estoy asustando, alejando, no quiero que me tema, quiero que sienta la confianza de poder contarme cómo se siente, lo que necesita, sus inquietudes, su pasado. Eso no pasara, no va a pasar.

Suena el toque de salida y voy a alguna pastelería cerca a comprarle algo especial a Chloe, algún postre, algo que la haga sentir mejor.

Llego a casa, necesito llamar al doctor, es muy peligroso que no tome los medicamentos a apenes una semana de volver a tomarlos.

-¿Meder?- llega Chloe con su cara adormilada - ¿Dónde estabas?

-En la escuela linda, hoy me tocaban clases.

-¿Sabes qué hora es?- dice con cara de preocupación.

-Las…- veo mi celular- las 2 de la noche.

-Si.

-Yo, yo- me siento en  una de las sillas confundido por lo que pasa.

-¿Estas bien?- se sienta enfrente de mí.

-Yo te había comprado un, un.

-Un pastelillo- dice ella- me compraste un pastelillo y después te fuiste.

-Yo, yo no lo recuerdo.

-Está bien, tranquilo- toma mis manos- sé que no fue tu culpa-Violet me sonríe dulcemente.

-Pe-pero, Chloe.

-Tranquilo, sé que no fue tu culpa, Jack tiene la culpa de todo esto, el me sedujo para que te dejara y me alejara de ti, pero no puedo evitar atraer a los hombres.

-No- me levanto rápido de la silla y pongo mis manos en mis rostro y lo aprieto- no eres real, solo es mi mente jugando conmigo.

-¿No soy real?

-Cállate- coloca su brazos en mis hombros y me susurra.

-¿No soy real para ti Meder?

-¡Cállate!- la empujo y esta cae mientras se ríe.

-Creo que algunos hábitos no cambian- se levanta y corre hacia el sótano, tomo las llave de la cocina y cierro el sótano- Meder no me hagas esto, prometo que seré buena.

Corro a mi cuarto y empiezo a tirar todo y me siento en medio mientras golpeo mi cabeza para olvidar todo, solo quiero olvidar todo, quiero que me deje.

Escucho las gotas de lluvia golpear la ventana y después rayos y relámpagos, hasta que todo es negro.

-Mi nombre es Chloe- veo a la pequeña española mientras me mira con desesperación y enojo- soy Chloe.

-¿Qué?- veo el bote que tengo en mis manos, son mis pastillas. Tomo a Chloe por la espalda y pongo mis dedos en su boca para que vomite las pastillas, forceja hasta que vomita todo.

-Estás loco, eres un puto psicópata- me da un codazo y se aleja- ¿Qué mierda tienes en la mente?

-Chloe- me intento acercar pero esta corre hasta la puerta del sótano y la abre- ¡Chloe!

Corro tras ella, que está cruzando la puerta principal, afuera está lloviendo y ella esta descalza y tropieza una que otra vez, hasta que cae en medio de la calle y corro tras ella, la abrazo por detrás para retenerla, llora, llora demasiado que podría llenar una tina con sus lágrimas.

-Déjame, imbécil, suéltame- forcejea hasta que simplemente para- me encerraste por días, hiciste que enfermara, no comí en tres días y ahora me abrazas.

-Chloe, por favor- la abrazo con tanta fuera que tengo miedo de romperla en algún momento.

-¡Me diste notas como un idiota! ¡¿Qué mierda quieres de mí?!

-A ti- le digo y mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas- te necesito, yo, no se o que te hice, no lo recuerdo, no puedo remediarlo, no puedo, no puedo remediar nada, solo, no te vayas.

-No puedo- se pone en posición fetal- ya lo perdí todo, los perdí a todos.

-Lo sé- esta vez deja de forcejear y me permite tenerla en mis brazos- lo sé, déjame remediarlo, déjame superarla.

-Violet, Noa, Jack y tu ¿Mamá?

-Te lo pido, solo déjame…

-Eres un puto monstruo.

-Lo soy.

-Estas roto.

-Lo estoy.

-Enfermo psicópata de mierda- se voltea y me abraza, no reacciono- este puede ser la forma en la que termina mi vida por ayudar a alguien tan jodido como tú- se separa de mí y se pone de pie.

Llegamos a la casa mojados y saco el teléfono escondido.

-¿Doctor?

-Meder, hace cuanto no escucho tu voz muchacho ¿Cómo están…?

-En rojo- se hace un silencio hasta que vuelvo a escuchar su voz.

-¿Dónde estás?

-Abingdon.

-¿Virginia?

-Si.

-Estoy en camino, Meder ¿Hay alguien más contigo?- volteo hacia Chloe quien abre el refrigerador en busca de comida.

-Una chica que necesita revisión.

 

 

 



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En el texto hay: tu eres el detective, blablabla

Editado: 10.09.2019

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