Ut Res Sairdop- Noa.

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Hace un mes.

Del otro lado de la calle veo un chico regalándole unas rosas a su novia mientras esta salta hasta el haciendo que una de las rosas caiga al suelo sin deshacerse. Espero hasta que se vayan para recoger la rosa; muy pocas cosas se ven tan perfectas como esta rosa, pero en algún momento se terminan marchitando o mueren antes de lo esperado.

Regreso al departamento donde esta Jack cocinando algo que probablemente no sea comestible, este voltea verme con una sonrisa, realmente se está esforzando para que me sienta lo más cómoda posible y pesar que hace unos meses me mataría sin dudarlo.

-¿Cómo te fue?- dice mientras sirve en un plato pasta.

-Bien- tomo un vaso con agua y pongo la rosa- Jack.

-¿Si?- coloca los platos con comida y se sienta al lado mío- Es la hora, ¿verdad?

Pongo el sobre rojo sobre la mesa, Jack toma sus tiempo para tomarlo y revisar su interior; al leer su contenido hace una mueca que me provoca una pequeña sonrisa, toma mi mano temblando.

-Por favor- le sonrió- consigue un lugar soleado para cuando regrese, a Violet le gustaba el sol.

-¿Y si no regresas?-(no hagas esto Jack, no ahora), pongo mi mano sobre su mejilla y retiro la lagrima que está cayendo- ¿Quién va ser la tía de la pequeña?- me rio por lo que dice.

-¿Rose?, cuando regrese le traeré tantos juguetes que no cabrán en su cuarto.

-Vanessa te asesinara por consentirla- lo abrazo, a pesar de conocernos casi hace un año, es como si nos conociéramos de toda la vida- por favor cuídate.

-Y tu cuídalas a ellas ¿Bien?- lo aparto para ver sus ojos gris oscuro- eres un dramático, solo son dos semanas.

-Dos semanas son mucho- golpeo su hombro y este me lanza el palto de la porquería que cocino.

-Vas a matar a tu novia con esta mierda, ¡Sabe asqueroso!- le lanzo el otro plato u nos empezamos a reír.

-¿Qué podría salir mal?

Dos meses después.

Odio el subterráneo, es frio y oscuro y no desayune y no he dormido bien desde que llegue y hoy debo visitar prisioneros, así que si muero bien pueden ir agradeciéndole al hijo de puta de Wolfire, quien pone las misiones.

Llego hasta la puerta del cuarto junto con el equipo R9.

-Bueno, ¿Qué mierda están esperando?, abran la puerta- una muerte menos una más, con tal de que me dejen salir de esta pocilga de una buena vez.

Cuando entramos, no es lo que esperaba encontrar. Una chica esta posición fetal en una esquina mientras observa por la pared de cristal el pasillo con poca iluminación, su cabello es chino de color negro, de piel morena con un pijama gris. Soy la primera que se acerca y me pongo de cuclillas para verla mejor, esta voltea instantáneamente hacia mí y retrocede lo más que puede. Sus ojos son de un verde oscuro, tiene ojeras y los ojos rojos.

-¿Un equipo completo por una chica?- no volteo a verlos, la sigo observando y ella a mí- ella no podría matar ni aunque de ello dependiera.

-No es por ella- uno de los sujetos me responde.

-¿A que venimos?- le cuestionó.

-El sujeto debe ser eliminado por usted, ordenes de Wolfire.

-¿Cuánto tiempo lleva aquí?

-¿Acaso eso importa?- me pongo de pie observo al imbécil.

-¿Cuánto?- se queda en silencio por un momento hasta que por fin salen palabras de su boca.

-Aproximadamente dos años o más- suspiro ante su respuesta, vuelvo la vista hacia la chica, casi como un susurro escucho su voz.

-Ayúdame- es otra prueba, otro juego para él. Del otro lado de la habitación veo una silueta familiar que llevo evitando por tanto tiempo; son cinco sujetos, fuertes y dispuestos a matar si se les ataca. Otra prueba. Otra muerte.

-Ay Violet- el prime cuchillo corta el cuello del imbécil que me cuestiono, el tiempo en que sus compañeros reaccione es suficiente para que pueda agarrar su arma y armar fuego contra los siguientes, una bala pasa mi brazo y solo maldigo para mí.

-Es la última vez que hago esto- volteo hacia la chica. No puede ni siquiera parpadear- oye- voltea a verme asustada- no me conoces y acabo de matar a cinco sujetos sola, es normal que me tengas miedo, pero, si prometes cooperar podeos salir de este lugar juntas, así que levántate y ponte el traje del chaparrito de por ahí- hace lo que le digo sin mirarme, volteo hacia la puerta cuando escucho que recargan un arma, volteo y efectivamente la chica estaba vestida y apuntándome con un arma.

-¿Por qué no debería matarte?- dice sin dejar de apuntarme.

-Me gustan tu agallas, pero por dios cariño, no puedes salir sin mí, conserva el arma pero vámonos antes de que vengan más personas- me dirijo hacia la puerta y ella me sigue a paso apresurado. Abrimos la puerta para subir al siguiente piso, me quito la máscara que me cubría la cara. La chica me mira mientras subimos al ascensor para llegar a la superficie.

-Me gusta tu cabello- cierto que lo había teñido de Golden pink.

-Es divertido que hace unos minutos me ibas a asesinar y ahora me haces un cumplido, eres un amor.

-Me estas ayudando a pesar de que no sé por qué.

-Por qué Violet lo hubiera hecho- le sonrió ante sus confusión- ¿lista?

-Si.

Las puertas se abren y entramos al panel central, algunos chicos preparando cocaína y esas cosas, otros armando armas, algunos en computadoras monitoreando y sujetos entrenando por si es necesario (¡Bien Noa!, esto va a ser un matadero si sale mal). Algunos voltean a vernos cuando me acerco a la reja donde están las escaleras hacia el exterior.