Te Quedas Conmigo

Capítulo 6: "You Think And Then You Decide"

A pesar que mi habitación se llegué a ver pequeña, para él parece ser un enorme universo lleno de todo tipo de colección de libros; ha llegado a girar varias veces su cuerpo para poder observar todo el contenido de mi equipaje que apenas he llegado a desempacar, con curiosidad se acerca a una enorme fila de libros que se encuentra en un escritorio viejo para leer el título que llevan, su boca se abre y masculla las palabras sin poder escucharlas a la perfección y saber si hay una descodificación de otras palabras.

Se queda admirando los libros pero no los llega a tocar o mover de su lugar, respetando aquello que le es ajeno. Me da una mirada de reojo intentando saber si lo sigo supervisando pero me detengo a desviar la mirada como si algo también ha llamado mi interés logrando que él toque una parte de uno de los libros hasta que su curiosidad se vuelve más grande al querer saber de qué tratan cada uno de ellos.

—Esos son libros de ciencia ficción. —Le menciono.

— Ehhh... Yo... ¿duepo lomar uno? —Le hago una señal con la mano dándole el permiso que necesita.

Aparta unos libros y pronto toma uno de ellos el cual me hace reír al saber la razón por el que ha tomado mucho de su interés, aunque siendo realista no creo que sea adecuado para su edad debido a su natural y compleja narración de sucesos de los cuales no enfocara a hablarle de los dinosaurios de una forma muy clásica como en los cuentos de los niños, sino más bien desde un panorama mucho más realista de cómo sería tener cerca a diferentes tipos de dinosaurios a nuestro alrededor.

—Jurassic Park, interesante —le dije al ponerme a su lado.

Por lo menos el libro suele ser un poco distinto a la película, ya que lo que intenta Michael Crichton es darle un  enfoque interesante a la lectura a través de tres temas que son la naturaleza, ciencia y teoría del caos.

Aun así, no sé tanto le llegaría a llamar la atención a Zack dicho libro, ya que no todo habla sobre los dinosaurios; pero por lo menos he conseguido llamar su atención en algo y entre ellos, me he dado cuenta que el tema de los dinosaurios parece ser uno de sus puntos fuertes para él.

Antes que empiece a leer las primeras páginas del libro, lo deja a un lado para acercarse a mi mesita de noche y de ella observar detenidamente un collar muy delgado con una de las monedas antiguas de Irlanda que no se trata más que la imagen de un caballo gravado en la moneda de veinte peniques.

—Es una medalla. La compre en uno de mis viajes a Irlanda. —Le comente.

Le ha parecido tan llamativa la medalla que puedo ver como se ha detenido en no tomarla para poder tocarla y ver más de cerca la estructura de la moneda y la figura del caballo; su curiosidad me conmueve tanto que me impulsa a darle la seguridad que puede tocar todo lo que le interese pero recuerdo que al ser un niño, lo han disciplinado para que espere que le den permiso a tomar ciertas cosas y más que no son suyas.

—Puedes tomarla. —Me siento en mi cama para ver como actúa al darle más confianza a tocar ciertas cosas.

Él me da una mirada cohibida y apenada antes de tomar la medalla con mucho cuidado; sus ojos color avellana y en forma de gota de agua, van directo a mí y luego a la moneda hasta que constantemente hace lo mismo durante casi cinco minutos esperando a que cambie de decisión o que lo regañe por no dejar el objeto en su lugar. Le doy el tiempo suficiente para que pueda reaccionar con confianza y cuando se siente preparado, toma el penique para dejarlo en la palma de una de sus manos; lo observa detenidamente grabando en su memoria cada detalle de la moneda, no deja de verla y tocarla que me he percatado que le ha gustado mucho.

—Amy.

Caitlin entra a mi habitación sin tocar y pronto encuentra a Zack a mi cuidado, el pequeño que reacciona con temor, termina por dejar la medalla en su lugar para luego poner sus manos detrás de su espalda mientras que sus pequeños dedos se enredan unos contra otros. La ansiedad que demuestra me transmite un desasosiego al imaginar que ha vivido situaciones duras que pronto le pueden causar un trauma ante personas adultas.

—Hola Zack. ¿Cómo está tu hermano? —mire al niño pero él solo bajo la cabeza sin responder.

— ¿Necesitas algo? —le pregunté amable.

—Solo quería saber si te encontrabas en casa —agarró el pomo de la puerta antes de irse. —Gigi y yo llegaremos tarde y no cree que alcancemos a llegar para cenar. Hay suficientes alimentos para que te prepares algo. —Asiento. —Nos vemos, adiós Zack.

Caitlin cerró la puerta y se marchó de su casa para volver a dejarnos a solas; al ver la hora me doy cuenta que debo de llevar a Zack devuelta con Tander antes del anochecer, antes de poder decirle al pequeño que es hora de marcharnos, veo como ha tomado un botón dorado con una piedra verde en el centro; se acerca hacia la ventana y alza el botón hacía arriba para que pueda brillar a través de la luz del sol, me quedo admirando por un momento su pequeño ingenio y curiosidad.

—Puedes quedártela —le digo antes de abrir la puerta de la habitación.

Zack deja salir una sonrisa mostrando sus pequeños y blancos dientes, no tarda mucho en envolver el pequeño botón en sus manos para terminar guardándolo en el bolsillo de su pantalón como si acabará de encontrar un objeto muy valioso del cual debe de cuidar mucho para no perderlo.



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En el texto hay: secretos, amor, dislexia

Editado: 06.05.2022

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