Te Quedas Conmigo

Capítulo 8: "To Feel Free Is To Feel Alive"

No dejo de reír en voz baja al ver la impaciencia que Yogy tiene con respecto al subirse al teleférico, no deja de hablar y mucho menos de mover las piernas como si estuviese bailando tap, lo que no me parece una locura es que se comporte como si fuera un niño pequeño emocionado por querer subirse a un juego mecánico que le provocará mucha diversión, pero en está ocasión, aunque él ya se haya subido muchas veces al teleférico, Denise me ha comentado que a él le sigue emocionando como si fuese su primera vez. En muchas ocasiones Yogy me resulta una ternura cuando toma ese comportamiento de niño inocente, puedo decir que entre todo el grupo, él suele ser el más adorable y un poco niñato, ya que aunque los demás a veces tengan sus arranques de niños traviesos y juguetones, siempre vuelven a retomar su madurez a los minutos, a lo cual Yogy, no es un tanto diferente.

Este día todos se han dedicado a tomar un poco de su tiempo para seguirme enseñando una parte de Jackson Hole, me alegra saber que todos se proponen en llevarme de un lado hacia el otro sin darme oportunidad de descansar cuando para ellos, el tiempo es oro y la dinámica es disfrutar cada segundo aunque sea con una sonrisa o un buen plato de costillas en barbacoa o humadas de las cuales Tanner ha propuesto que pronto vayamos a comer antes de seguir con la otra parada de diversión del día.

Aún sigo sin poder creer que ya han pasado tres semanas desde que llegué a Jackson Hole y forme parte de un grupo de hombres y mujeres que lo hacen sentir a uno parte de su familia, eso sin decir, que la amistad que ellos proporcionan es incondicional y saludable, como podría haber dicho algún momento mi madre si supiera que estas personas me hacen sentir bien a su alrededor; a pesar que los he ido conociendo poco a poco, me he dado cuenta que a ellos no solo los une una amistad de hace años, sino que también, porque a pesar que todos tengan diferentes personalidades, comportamientos, intereses y carácter parecen que esa es la clave por la cual son amigos, no hay muchas cosas que ellos tengan en común o una estrechez por conveniencia solo porque sus padres han sido colegas también, simplemente el trato, apoyo y cariño que se tienen, habla mucho de ellos.

La fila que estamos haciendo para subir al teleférico se mueve dejando pasar entre unas cinco a siete personas dentro del cajón que pronto subirá para que los turistas o visitantes de los pueblos cercanos puedan apreciar el paisaje que demuestra Jackson Hole en verano; todos, no han dejado de contarme lo espectacular que es la vista desde el teleférico, ya que además de poder acercarse un poco a las montañas, también se termina por ver varios ríos, animales, la ciudad y toda la naturaleza viva que trae Teton Village. Es demasiado curioso saber cómo un pueblo no muy grande de Wyoming es increíble a simple vista pero cuando empiezas a conocerlo más, te enamoras de él que entiendo con más ímpetu porque muchas personas no quieren irse pronto del lugar.

— ¿Es tu primera vez que subes a un teleférico, Amy? —Pregunta Hippie.

—Sí. —Digo entre nerviosa y emocionada.

—Te encantara, de este viaje estoy segura que no lo olvidarás. —Comparte Denise.

Y tiene razón, esto quedara como un enorme recuerdo en mi mente, porque por fin no solo puedo decir que tengo amigos, de esos que no se preocupan por sobreprotegerme o que tienen que estar pendientes de mí a la espera que mi problema aparezca para tratar de ayudarme y darme ánimos para que me sienta mejor; de hecho, puedo decir que tener a mi lado a todos ellos es como dar gracias a Dios que he logrado tener amistades por mi propia cuenta sin que mi hermana tampoco me presente personas para poder relacionarme a un grupo social, en vez de todo eso, parece que me siento muy afortunada de tener amigos que me hacen reír con chistes o tonterías que suelen hacer solo para que uno se divierta, eso sin decir, de todo lo bueno que me ha estado sucediendo últimamente a pesar que a veces siga teniendo mis dudas o un par de recaídas con la aparición de mi dislexia.

— ¡Hay viene! ¡Hay viene! —Saltó Yogy.

—Dios mío, Yogy. Deja de saltar o capaz que te bajan —le advirtió Gigi.

Todos dejamos ir una carcajada mientras que Gigi reprende a Yogy para que se quedará tranquilo, el pobre chico deja de saltar para sentirse por unos segundos cohibido al ver como otras personas lo miran de una forma extraña; pero su alegría vuelve cuando la próxima cabina del teleférico empieza a acercarse.

Esperamos por un momento que todas las personas salgan de la cabina para luego los trabajadores darle una pequeña limpieza y mantenimiento para asegurarse de que la máquina se encuentra en perfectas condiciones para hacer su próximo viaje; al encontrarse lista, entregamos nuestras tickets para así entrar; le di una mirada al extenso vehículo en donde viajaremos para ver que tiene barandillas en donde sujetarnos y unos grandes ventanales para apreciar el paisaje; todos entramos y solo esperamos que la puerta se cerrara para así sujetarnos y empezar a sentir la emoción a partir de que la cabina dio un pequeño empujón hacia delante logrando que nos fuéramos hacía atrás, terminando por chocar con el pecho de Sawyer, quien me detuvo por un momento al ver que había dejado de sujetarme con aquel movimiento.

Luego de ese movimiento que provoco que casi terminara por sonrojar al haber chocado con Sawyer, la cabina empezó a moverse saliendo del recinto donde la controlan para empezar a reflejar por sus ventanales una parte cercana de la ciudad hasta que se fue alejando cada vez que fue subía de forma inclinada.



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En el texto hay: secretos, amor, dislexia

Editado: 06.05.2022

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