¿te quieres casar conmigo?

Capítulo 16: Manipulación

A medida que el doctor y la enfermera se alejaban, veía como todo de se derrumbaba para mi exnovio y yo no podía hacer nada, su histeria aumentaba cada segundo, el enojo se había marchado para dejar preocupación y tristeza ante la inminente perdida de su ser querido.

Su padre quien vio su situación me dijo antes de adelantarse y dejar a Hyun Jin en mis brazos.

- ¡Luna, cuida de él, por favor! — antes de seguir al doctor.

- ¡Si señor! — respondí con rapidez tomando su lugar.

- ¿¡doctor que sucede!? — preguntaba desesperado el padre de Hyun Jin al mismo tiempo que lo seguía a lo largo del pasillo general hasta desaparecer.

Todos corrían de un lado a otro como en las películas,  a pesar que estábamos en una sala privada, en vaivén del personal era continuo, la desesperación estaba en el aire.

- Luna... — murmuró Huyn Jin con voz ronca — ¿Qué voy a hacer...? —  susurraba — ¿¡ahora que voy a hacer!? — Repetía destrozado mientras se aferraba a mi brazo.

- ¡Cálmate! — lo tomé por los hombros y lo vi a los ojos — ¡yo estoy aquí contigo! — le dije con voz firme intentando consolarlo, a pesar de que sabía que mi presencia poco podía resolver. 

- Es verdad... — murmuro un poco menos descompuesto, poco a poco veía como regresaba la fuerza a él.

- Así es — afirme. — no estás solo — le dije reuniendo confianza suficiente como para ocultar mi tristeza, sin apartar mis ojos de él.

- No me dejes nunca ¿sí..? — me suplicó con ojos llorosos — ¡si tú me dejas estaré solo! — decía al mismo tiempo que me abrazaba con todas sus fuerzas, enredando sus brazos en mí y dejando sus temblorosas manos en mi cabello.

Ante tal petición no pude negarme, ya lo había decidido, ahora no podía abandonarlo, no podía, el solo me tenía a mí. 

Mientras mi mente estaba convencida, mi corazón dudaba, sin embargo, lo sujeté con fuerza como solía hacerlo antes.

Sentí como si lo cálido de sus lágrimas traspasara mi ropa, a pesar de que ya no lo amaba, aquellos años juntos hacían mella en mi conciencia y sabía que dentro de mi corazón en siempre tendría un lugar especial, siempre seria mi primer amor, mi amigo de la infancia.

habíamos vivido tantas experiencias juntas, tantos años de conocernos como para planear un vida juntos era un lazo que no podía romperse... 

En tanto Hyun Jin comenzaba a calmarse, decidí liberarlo para poder traerle algo que beber, después de haber llorado tanto el necesitaría un poco de hidratación sin duda.

- Espera un poco, te traeré algo de beber — le dije con gentileza poniéndome de pie, pero él me sujetó de la mano antes de que me marchara, era una acción desesperada de alguien que no quería estar solo ni un segundo.

- No es necesario, no tengo sed. — dijo vivaz. — solo quiero que te quedes conmigo, como antes... no necesito nada mas — pidió con voz lastimera a aferrándose a mí.

- Si, aquí estoy, no iré a ningún lado... — ante tal petición, no había forma de rechazarlo, aunque una parte de mi seguía pensando el ELI, en la forma en que nos despedimos, en lo cruel que fui, lo echaba de menos, me dolía.

Sin ser consciente de ello, mi mente comenzó a divagar, mis recuerdos me llevaron al instante en que desperté en aquella habitación de hotel desconocido con un apuesto hombre rubio que parecía estarme tomando el pelo, como compartimos la comida, aquella huida en la que nos tómanos de las manos, su risa, su voz.

La noche inolvidable que pasamos juntos, las risas, las peleas y los llantos, todo lo que en una vida al lado de Hyun Jin no fui capaz de experimentar, lo viví aquí en Seúl en una semana.

A medida que retrocedía, podría ver el momento en que nos besamos, el suave y brillante cabello de el sobre mi rostro, el aroma de su cuerpo, podía sentir la calidez de sus manos y mi corazón se agitaba como la primera vez, no pude evitar pensar que habría sido si pudiera haberme quedado a su lado... Eli, mi amor fugaz...

- Luna, ¿acaso estás pensando en...? — aquella pregunta a medias me asustó, pero por fortuna jamás sabré el resto.

Al estar tan distraída, estuve a punto de ser descubierta por mi ex novio, cuando oportunamente alguien apareció frente a nosotros.

Un hombre de cabello canoso, de aspecto recto y que estaba vestido en un traje color chocolate se detuvo premeditadamente frente a nosotros, nos observó con sus azules ojos como si estuviera buscando algo específicamente, luego reviso su teléfono celular y por fin se dignó a presentarse.

- ¿Lee Hyun Jin? — pregunto con aquella voz áspera propia de alguien que ha vivido lo suficiente, cuando lo miré bien, supe por su aspecto y su acento que no era coreano.

- Si, ¿Quién es usted? — dijo mi exnovio con cautela.

- ¿Podemos hablar en privado? — pregunto con sutileza viendo en ambas direcciones del hospital cerciorándose de estar lejos de alguien a quien no fue capaz de ubicar.

- No me moveré de aquí, así que lo que sea que tenga que decir, puede decirlo frente a ella, esta persona es más como de mi familia — respondió Hyun Jin con firmeza refiriéndose a mí.

- Ya lo creo que sí, señorita Luna Vera, es un gusto saludarla formalmente — me sonrió el hombre y un olor a menta escapó de sus labios cuando se acercó a mí.

- ¿¡Cómo sabe mi nombre!? — pregunte conmocionada, pero esa respuesta quedó olvidada cuando Hyun Jin se puso delante de mí a modo de protección.

- Pensándolo mejor no me interesa quien sea usted así como tampoco me interesa lo que tenga que d---  — dijo con fiereza el joven asiático levantando su mirada a la altura del extranjero, pero fue interrumpido antes de terminar de hablar.

- Le aseguro que después de escuchar lo que tengo que decir, sin duda estará interesado Hyun Jin —aseguró sin perder la calma y haciendo uso de la misma sonrisa de antes, un arma letal en un negociador.

- ¿Y qué es lo que tengo que escuchar? — preguntó Hyun Jin con tono acusatorio, pero como respuesta obtuvo una tarjeta de presentación elegante y de colores vividos en la que decía: Joseph William, Asesor Legal  [Agente Mediador].



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En el texto hay: romance, kpop, ukiss

Editado: 05.05.2021

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