Te quiero Celia

Capitulo 4: Trabajo

—¿Cómo que te vas a poner a trabajar, Edan? no me puedes dejar sola... —me quejo, quiero seguirlo viendo aún cuando salga de la escuela y no estar simplemente esperando al vecino para platicar.

Él solo niega con mala cara.

—Sí puedo —espeta con una voz molesta y dura —. Tengo que ayudar a mis hermanas a tener útiles de escuela, ocupan libretas y libros —se pone a ver los recibos de su casa, a lo que hace un gesto y sigue contestandome —. No siempre voy a tener que pedirles caridad a ustedes... Además... Quisiera tambien pagarles por lo que nos han regalado.

—¿Qué pasó...? Tienes un muy mal gesto, ¿pasó algo...? —lo miré con una cara preocupada, porque cada que hace una cara o gesto como el que hizo, recientemente, sucede algo con él, estoy aprendiendo a conocerlo.

—Si no pago el recibo de la luz y del agua la van a cortar aproximadamente mañana...

—Te puedo ayudar dándoles agua de mi casa... La luz puede haber si pones velas —me puse a pensar en soluciones, para que no se queden sin agua, que es lo casi más importante de una casa, contando también la luz.

—Sabes, no lo había pensado —me gira los ojos de mal humor, a lo que le di un pequeño golpe en las costillas, y respondio con una sonrisa sarcastica.

Miro los recibos de cuentas que debe pagar:

£850

£760

Por suerte la renta era más barata, pero debían tres meses, aproximadamente.

£3,150

En total = £4,760

Y dura tiempo en conseguirse..

—Te puedo ayudar con la luz... Puedes pedirle ayuda a mi padre, es... —iba a acabar de decir mi frase, pero, no me dejo completarla solo para decir que "No". Como siempre.

—No Celia, gracias, trabajaré y podremos irnos de aquí, yo y mis hermanas... —junta ambas de sus manos, recargadas en la mesa, poniendose a pensar, en cómo ganar ese dinero en pocos días —. Algún día.

—Espero no lo hagas —agarré su mano y trate de sonreirle con ternura —. ¿Qué pasará conmigo...? —él aparto mis manos de las suyas.

—No se, pero yo sí tengo una necesidad real, Celia —me mira con una mirada agotada, con ganas de ahorcarme, pero, sé que no lo hará... Solo le hago ganar un poco de estrés con mis cosas.

—Ya ojitos azules —lo agarre por la barbilla mientras hacia que nuestras miradas se juntaran —. No me mates con la mirada —me mira con una mala cara al comentario que hice, pero gira los ojos parándose de la silla.

—No me pongas apodos Celia —dijo con una voz firme —. Déjame en paz —hago un puchero —. Me voy a mi casa, nos vemos mañana.

Se acerco a la puerta, abriendola y por fin saliendo de mi campo de vista.

Pobre, tiene que trabajar y yo estudiar.

°°°°°°

Cuando llega mi padre del trabajo me pongo a platicar con él de cosas del bachillerato, y de Edan, ya que habiamos empezando a hablar de chicos.

—¡A que no sabes qué papá! —le interesa saber y se sienta en el sofá mientra yo estoy contándole mis cosas y las de personas ajenas —. Él vecino va a trabajar.

—¿Cómo sabes eso Celia..? —abrí la boca, pero pronto la cerre y lo mire con los brazos cruzados.

—Él me lo dijo, además, ya sabes que nos hicimos buenos amigos, aunque le moleste mi apego, me cae tan bien, tiene algo que me dice "¡Lo quiero como amigo!".

Mi papá gira los ojos con gracia.

—¿No te estará gustando el vecino? —río graciosa pero mi risa para.

—¡Papá! tú deberías estar diciendo "¡No! ¡Mi bebé no puede tener novio!" ¿eres normal papá? —le checo la temperatura, aunque se que no tiene nada que ver —eres raro..

—No me importa si llegas a tener novio —besa mi mejilla —. Pero te gusta, ¿Verdad?

—¡No! ¡Claro que no! Es muy grande para mí, aún soy una niña —me sonríe mi padre.

—Nada más cuando te conviene, ya ve a dormir, mañana tienes colegio y ¡ojalá hagas muchos amigos! —dice mi papá aún sabiendo que no los tengo.

«Malditos colegios privados, los odio.»

«Que bueno que me cambiaron a uno público, a ver si cambian las cosas.»

—Buenas noches papi —me da un beso en la frente y fui rápidamente hacia mí habitación, para acomodar mis cosas y dormir para el día de mañana.

¿Me gusta un chico que ni siquiera me habla bien, y a veces me evita..? es guapo sí, ¡pero no me gusta!

°°°°°

Me levanto de la cama para ponerme ropa de la que sea, en mi anterior colegio se usaba uniforme, ya no, en este público puedo irme como me da la gana, aunque tampoco tenía mucha ropa en mi armario que digamos.

Me pongo un pantalón liso, el cual se siente fresco, y una camisa de botones, la había planchado desde la noche pasada, antes de irme a dormir.

Me fui con el cabello suelto, aunque es largo, es lindo y se ve super bien cuando está suelto. Salgo de mi habitación rápidamente para agarrar mi almuerzo.

«Ahora mi padre está en el trabajo, pobre de mi papi.»



#6125 en Novela romántica
#2721 en Otros
#396 en Novela histórica

En el texto hay: parejas, romance, corto amor

Editado: 28.08.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.