Te Quiero Para Mí

Capítulo 5

  Camino por la calle, perdida en una canción que desprenden mis auriculares, maravillada por la dulce melodía siento que el mundo desaparece a mi alrededor.

  Quedé con las chicas de vernos en un parque. El propósito de nuestra reunión es planificar la fiesta de mi cumpleaños número diecinueve, que está a la vuelta de la esquina. Al pasar frente a mi pastelería favorita no puedo resistir la tentación de comprar una tarta de chocolate para compartir con Ashley y Mariana: si tenemos algo en común es la pasión por ese sabor. Ya sea en bebidas, cremas o pasteles.

  Tan sólo de poner un pie dentro del local el delicioso olor inunda mis sentidos, me deslizo con facilidad entre los estantes repletos de postres cubiertos de fresas, almendras, natas de todos los colores y sabores existentes. Selecciono uno cubierto de moras con chispas de chocolates y me dispongo a pagar cuando alguien en la barra capta mi atención.

  Hablando con la cajera esta un chico de cabello negro y alta estatura, su perfil denota una mandíbula marcada, con unos labios gruesos y cejas pobladas. Mientras me acerco este posa su mirada sobre mi durante unos segundos, tiempo suficiente para dejarme sin respiración, sus ojos esmeralda son tan profundos que no puedo evitar perderme en ellos.

  Me abarca una sensación tan familiar, ese cosquilleo en el estómago, el temblor en las piernas: sólo me había pasado una vez y era demasiado joven para distinguir entre emoción y atracción.

—Gracias —le dice el chico de aspecto misterioso a Lucía, la cajera minutos antes de salir, ésta asiente con la cabeza y muestra una amable sonrisa.

  Yo sigo embelesada y solo soy capaz de seguirlo con la vista a traves de los cristales del local. Siento algo vibrar en el bolso y rebusco hasta encontrar el celular.

—¿Bueno?

—¿Nicole donde estás? —pregunta Ashley muy exaltada —¡¿Niki?!

—Llego en 15 minutos -digo, aún con la respiración entrecortada finalizando la llamada.

—Nicole, querida. ¿Cómo estás? — saluda muy amable Lucía.

—Todo bien Lu —respondo mientras pago —, nos vemos pronto —agito mi mano en forma de despedida en lo que salgo de la pastelería para caminar a paso apresurado por las calles, que en este horario son muy transitadas.

  A lo lejos puedo distinguir a mis dos alocadas amigas. Ashley arregla su lago cabello castaño en lo que se toma selfies con Mariana, que esta un poco distraída en su celular.

  Ashley viste siempre de colores llamativos, recalcando su personalidad alegre y extrovertida, hoy luce un top rojo con vaqueros rasgados y un precioso sombrero. Mariana es sencilla y muy amable, aunque prefiere la ropa oscura, creo que puedo contar las veces que la hemos visto con vestidos o sayas, todo lo contrario a mi.

—Hola chicas —digo dándoles dos besos en las mejillas.

—¿Trajiste dulce? —pregunta Ashley animada.

—Así es —respondo sonriente levantando la caja que contiene la tarta.

—Mariana ¿dejarías tu teléfono un rato para integrarte a la charla?

—Perdón Ash. Ya lo apago.

—Ahora sí, a lo que vinimos —habla Ashley a la vez que corta unos trozos de pastel —Faltan unas pocas semanas para tu cumpleaños y mereces celebrarlo por todo lo alto. Mi primera idea era irnos las tres de vacaciones a alguna playa fenomenal, pero lo pensé mejor y creo que una de mis mejores amigas no debe pasar una fecha tan importante alejada de la sociedad. Haremos una fiesta —sentencia —Una por todo lo alto.

—Vale, suena muy bien: chicos,alcohol y piscina,por mi está genial. Ya convenceré a mis padres de que nos dejen la casa sola.

—Entonces ya está hecho -dice Mariana poniendo fin a la conversación.

—Chicas tengo que irme. Mamá está preparando la cena e insistió en que debería estar el la casa antes de las 7 pm. Creo que nos tiene alguna buena noticia. Supongo que la ascendieron en el hospital.

—Estoy muy feliz por la señora Cassandra. Se lo merece -habla Mariana, sonriendo por primera vez en toda la tarde.

—Es cierto, tu madre trabaja muy duro -dice Ashley con la mirada perdida. Ésta chica tan maravillosa no merecía haber sufrido tanto.

—Vale chicas, luego hablamos. Las quiero —digo lanzando dos besos al aire y caminando en dirección contraria.

—¡¡Ya estoy en casa!! ¿Mamá? —grito abriéndome paso entre los muebles de mi hogar.

—Cariño estoy en la cocina. Ve a tomar una ducha que nuestros invitados deben estar por llegar.

—¿Qué invitados? —pregunto confundida.

—La señora Bea... —la respuesta de mamá es interrumpida por el golpeteo en la puerta —Ya están aquí. Ve a ducharte y no demores, yo abriré.

  Usualmente los invitados de mamá son compañeros de trabajo que organizan pequeñas reuniones para celebrar la entrega de algún diploma o un nuevo cargo. Mi función en dichos encuentros es sonreír como la hija perfecta que todos creen que soy, que seguirá sus pasos estudiando Psicología, no voy a negar que me gusta la carrera. Pero mi verdadera pasión siempre fue el periodismo. Mis padres han sido maravillosos conmigo. Al punto de llenarme de gustos y caprichos, pero en el momento en que les dije que mi sueño era salir en la tele y vivir rodeada de cámaras se opusieron rotundamente.

  Después de ducharme decido usar un sencillo vestido azul sin mangas, que se ajusta en la cintura y cubre un poco mas que mis muslos. Me aplico un poco de brillo de labios y suelto mi cabello que cae en forma de cascada hasta la mitad de mi espalda.
Conforme con mi aspecto bajo las escaleras de dos en dos, desde donde puedo escuchar la voz de mi madre conversando muy animada.

—¡Buenas noches! —saludo interrupiendo su plática.

—¡Nicole, querida! ¡Tenía tantas ganas de verte! —dice una señora de cabello oscuro mientras se gira para enfrentarme y el aire abandona mi cuerpo. La conozco perfectamente, ésta mujer fue mi segunda madre durante 6 años, en las noches cuando mis padres trabajaban era ella quien me cantaba nanas hasta dormirme y su hijo era mi mejor amigo. Beatriz me envuelve en un abrazo mietras susurra palabras en mi oído que soy incapaz de comprender.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.