Te quiero sólo para mi

Capítulo 1

Solo me quedan diez minutos para poder salir del trabajo, espero que mi jefa no me ponga pegas por todo, para ella soy solo la empleada de turno que no pone el suficiente esfuerzo en hacerlo bien. No os podéis imaginar lo que me entra por el cuerpo cada vez que me dice: 

"Señorita Ruiz este puesto es muy importante para que haga este desastre, si no lo quiere hay mucha gente en paro deseando estar aquí". 

Soy María Ruiz, tengo 27 años y trabajo en E&G, un bufete de abogados bastante prestigioso en el centro de Barcelona.  Aunque muchos podríais pensar que tengo un gran sueldo y un nivel de vida bastante alto, soy la secretaria de la directora general,  ese no es mi caso. 

Vengo de una familia humilde y me crié en un pueblo malagueño.  Al contrario que mi querida jefa, yo me apaño con un pisito mediano tirando a pequeño en el que vivo con Ana, mi mejor amiga.  Ella es enfermera y entre su sueldo y el mio podemos ir tirando.

Por suerte, hoy mi jefa esta de buen humor y podré salir del trabajo a mi hora.  Apago el ordenador de mi mesa, cojo el bolso y me dispongo a ir a la cafeteria que hay a la vuelta de la esquina. Me dirijo al ascensor, pero como siempre pasa,hace demasiadas paradas antes de llegar a la mía.  Cuando llega a mi planta, me subo pero veo que mi compañero y mejor amigo Rodrigo viene corriendo hacia mi. Le doy al botón de Stop para que Rodrigo pueda entrar y con su particular sonrisa de buenazo me saluda como todas las mañanas.

- Hola tempanito, ¿que tal hoy con la pesadita de tu jefa? ¿Se ha acordado que tienes vida después del trabajo?- Dice Rodrigo mientras se pone a mi lado. 

Yo sonrío al escuchar ese nombrecito por el que me conocen él y Ana, y le contesto:

- Hola Rodri, ¿cuantas veces te he dicho que no me llames así?. Y si, por lo visto hoy se ha acordado que los que trabajamos para ella existimos y que no todo gira en torno a ella. ¿Quieres venir conmigo a casa y pedimos una pizza o algo? Ana hoy tiene guardia y no va a poder estar.

- Lo siento tempanito, tengo hoy una cita con un chico muy muy guapo y tengo que estar increible.- Dice recolocandose su particular fular.

Sinceramente no se como Rodrigo esta soltero, es alto, moreno, ojos azules y muy muy gracioso. Es una pena que sea gay, sería el novio perfecto para cualquier mujer. Al ver que estoy perdida en mis pensamientos mirando fijamente al suelo, Rodri me pregunta lo de siempre:

- ¿Y tu que mi niña  has conocido a algún chico o sigues con la idea de que el amor mientras mas lejos mejor?- Siempre está con lo mismo, cree que necesito alguien a mi lado que me haga perder mi infranqueable coraza.

-Como te dije ayer, y antes de ayer y todos los demás días que me lo has preguntado, no me interesa en absoluto conocer a nadie, vivo muy bien como estoy.- Digo convencida, pero como siempre al decir eso, él me mira como diciendo "eres tonta pero rematadamente tonta", iba a decir algo al respecto pero en ese momento suena la campana que dice que ya hemos llegado a la planta baja. Salimos hacia la puerta con un montón de gente que también estaba en el ascensor deseando terminar la jornada laboral por hoy. 

Saco mi móvil para ver los Whatsapp que tengo y me encuentro con uno de Ana:

"Tempanito, en diez minutos estoy en casa. Guillermo me ha cambiado la guardia de hoy."

Rapidamente le respondo con un "Ok" pero al hacerlo caigo de culo al suelo y al levantar la vista para decirle cuatro cosas al que haya sido no me puedo creer lo que veo.



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En el texto hay: destino, celos, amor

Editado: 14.04.2018

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