Me quedo como cuando Medusa convertía en piedra a alguna persona que la mirara a los ojos, pues eso, como si fuera una estatuta. Cuando veo que me mira mientras se ríe, me pongo roja, y me doy la vuelta dispuesta a irme a esconderme detrás de algo. Como ve mis intenciones, me agarra por las piernas, me pone en su hombro y se dispone a salir por la puerta de la discoteca cuando le digo a gritos que estoy con una amiga y no la puedo dejar sola. Cuando digo eso, me señala hacia Ana y la veo coqueteando con un amigo de Lucas. Al verme en el hombro de Lucas, Ana me sonríe y me saluda. Que fuerte, esta se va a enterar cuando la pille.
Me saca de la discoteca y me lleva a un lado en el que no hay nadie. Me arrincona contra la pared poniendo los brazos para que no me escape y me dice con sus labios pegados a los mios:
-Cuando te pones colorada, estas muy muy sexy.- Cuando termina de decir eso, me besa profundamente. Reacciono a los 3 segundos ya que la impresión ha sido muy muy grande. Lucas, hermano de mi jefa, me esta besando.
A MI.
Nos seguimos besando hasta que me dice:
-Venga que te llevo a casa.- Entro otra vez en la discoteca para coger mi bolso y me encuentro a Ana besándose con el chico misterioso amigo de Lucas. Rápidamente lo cojo y sin molestar, vuelvo con Lucas. Luego le mandaré un mensaje.
Cuando salgo, veo la Lucas esperándome. Enlaza su mano con la mia y nos dirigimos a su coche. Una vez dentro, siento el calor y me relajo. Le indico donde esta mi casa y nos dirigimos alli.
Llegamos, para el coche y se me queda mirando. Lucas me dice:
- Si te digo que no quiero separarme de ti, ¿Te lo creerías?
-Sí, por que a mi me pasa lo mismo.- Digo con una sonrisa. Se me ocurre algo y como soy una boca-chancla y todo lo suelto, le suelto:
-¿Subes?- Veo como se me queda mirando y con una determinación increible, asiente.
Nos bajamos y subimos a mi casa. Cuando entra, observa todo y su mirada se queda en mí.
-¿Quieres comer algo?- Digo, ya que tengo bastante hambre.
-Sí, pero cocino yo. Dime que quieres y el chef Hernández te lo hará.- Se pone mi delantal negro y me insiste para que le diga lo que quiero. Le digo que quiero sandwich.
-Vale, te aviso que hago unos sandwiches para chuparse los dedos, sólo dime donde estan las cosas.
Le saco todo y le aviso que voy a ponerme cómoda. Ya en mi habitación, busco los leggins negros y la camiseta ancha de propaganda.
Al salir, me llega un olor riquísimo. Sigo ese olor y me lleva a la cocina, donde me encuentro la imagen más divertida que he visto en mucho tiempo. Lucas en delantal con una espátula en la mano y con cara de relajado. Me siento en la silla sin que me vea, paso un rato observándolo y deleitandome con la imagen que tengo delante y cuando va a coger dos platos para poner los sandwiches, pega un salto cuando me ve sentada y se le cae la espátula al suelo. Me empiezo a reir de su cara de susto y acabo en el suelo espatarrada y con dolor de barriga de tanto reirme.
Cuando me ve así, se empieza a reir también y al final acabamos los dos igual. Nos disponemos a comer en el salón y como no hay nada en la tele, le propongo el juego de las 20 preguntas. Empiezo yo y le pregunto:
-¿Edad?
-39.
Ahora le toca a él.
-¿Edad?
-27.
Me toca.
-¿Profesión?
-Pediatra.
Uooooooo médico. No me lo esperaba, la verdad. Le toca a él.
-¿Trabajas para mi hermana verdad? ¿Profesión?
-Son dos preguntas, no una. Ya has gastado dos del tirón. Lo siento. Sí, trabajo para tu hermanita. Soy su secretaria.
Al decir eso, dice sorprendiéndome:
-Lo siento.- Dice con cara de apenado.
-¿Te llevas mal con tu hermana?- Pregunto.
-No, no me llevo mal con ella. La adoro, pero se como se comporta con la gente y no es un comportamiento que yo apruebe.
Mira su reloj y dice:
- Son las 4:30 y mañana trabajo, me voy a ir ya que sino mañana no me voy a poder levantar.
Se levanta y decido acompañarle a la puerta. Ya en el descansillo, me abraza y me besa muy lento.
- Buenas noches, preciosa.- Dice sonriendo y dándome un besito.
-Buenas noches.- Digo con una sonrisa de oreja a oreja.
Cuando se da la vuelta, entro en casa y cierro la puerta. Voy hacia el sofá y digo para mí misma:
"Me parece que Lucas me esta empezando a gustar de verdad"