Te reconquistaré

Capítulo 1 "Bodas y citas"

Bodas y citas

 

Dicen que hay amores que duran años, otros que son más intensos, pero efímeros llamados idilios.

Las personas en algún punto incluso se creen clasificadores y los definen como “amores dulces”, “amores agrios”-que son amores irónicamente comparados con la claudia.

Otros son más simples y les dicen “primeros amores”, “últimos” o “especiales”.

Pero en lo que todos concuerdan, es que, los amores te vuelven un desastre de emociones, una masa temblorosa y te hacen crecer o crecen contigo.

Como fuera todo ello...cuando acaban, solo te queda una cosa... los recuerdos.

Buenos o malos, no importaba que fueran...ambos en algún momento duelen. Ambos formarán risas que terminan en lágrimas sea de nostalgia o furia.

¿Venganza? ¿Resignación?-¿Qué camino eliges cuando terminas una relación?

Yo decidí olvidar…resignarme a lo que hubo, a lo que fue, y a lo que no puedo cambiar. Era mi única opción, lo único que podía elegir luego de todo lo que hice.  

¿Venganza?-No tenía derecho a quejarme de ello.

Y aunque al principio no quería resignarme, me hice recordar porque terminé sola y tomando un avión. Se supone que yo estaba resignada desde que respondí aquella noche en medio de la ebriedad.

-¿Qué quieres? ¿Jugar con fuego o jugar con amor?

Una pregunta sencilla, directa, y aunque nadie lo supiera, era una donde él me estaba probando. Me dio la oportunidad de ser sincera, y sus ojos gritaban impotencia.

Sabía que a Alan no le agradaba, sin embargo…también sabía que había algo entre nosotros. Mucho antes de la apuesta, mucho antes de que la historia ante todos comenzara, nosotros ya teníamos un pasado.

Esa noche, yo fui la primera en dar el paso hacia atrás, incluso es tonto, dado que yo minutos antes más ebria le había gritado que lo amaba. No me creyó, se rehusó a escuchar a una borracha y cuando me lo preguntó más cuerda, no le di la misma respuesta.

-Jugar con amor.

Ambos malinterpretamos la pregunta y la respuesta a nuestro antojo. Pero ambos teníamos algo claro al principio…

Todo era un juego.

Algo con un pésimo inicio y que tendría un final.

Lo olvidamos conforme la historia avanzaba, lo dejamos de lado cuando empezamos a ser “sinceros”, porque no lo éramos. Lo que sí éramos, era cobardes, que se excusaron tras una apuesta para poder expresar lo que sentíamos de verdad.

De toda nuestra historia, lo que nos hizo unirnos, fue lo que nos separó.

Cobardes. Juego. Inicio. Final. Sentimientos. Verdad. Mentira. Ganador…perdedor.

Todo fue resumido con una palabra: Te enamoraré.

Una sonrisa leve sale de mi boca y está llena de nostalgia, recuerdos, y amargura. La misma palabra que pensé antes de subirme a un avión.

Pensé que siempre me lo repetiría, que nunca olvidaría que esto ya tenía una fecha de caducidad.

Lo olvidé.

Deseé más.

Y cuando todo se fue a la mierda, retrocedí de nuevo y hui.

Soy una idiota.

Lo fui desde que inicié la apuesta ocultándole la verdad.

¿Es por ello que él no me buscó? ¿Sabía que estaba huyendo? ¿Se dio cuenta de lo que hice y ahora me odia por ello?

No lo culparía. Yo en su lugar si me resentiría.

Y es que...no puedo quejarme de mi corazón roto, luego de años me doy cuenta que soy la menos indicada para hacerlo.

Yo mentí primero... ¿con qué cara le enfrento que haya jugado conmigo...cuando yo lo hice desde el principio?

Alan...

Ese nombre se cuela a mi mente a diario. Tal vez por culpa o por ser algo que no ha sido cerrado, no lo sé. Lo que sí sé, es que el vacío de ver a las parejas casarse y festejar parece ser perpetuo.

Se siente como un anhelo.

Un remordimiento del que acabo huyendo cuando me es insoportable.

¿No hice lo mismo en el pasado? Que irónico.

Pero lo que era más irónico era que yo era la que organizaba estos eventos. Y debería estar acostumbrada a las bodas. Siempre hay tres como mínimo a la semana. Lo cuál era asombroso si comparabas que luego de esas tres, dos se estarían divorciando un año después.

En resumen: Era un desperdicio de dinero.

¡Pudieron tener un viaje estando solteros o comer por varios meses!

Una boda y un abogado de divorcio no son nada baratos-eso si es que no tienes hijos, de lo contrario es posible que quieran dejarte hasta sin calzoncillos.

Pero volviendo al tema de mi trabajo y las bodas. No importaba que tanto me esforzara y el lugar quedara como un cuento de hadas...no puedo quedarme hasta el final. Tal vez por lo mismo siempre salgo y sigo revisando la comida, la música e incluso que los invitados disfruten de los balcones, pero no vayan borrachos hacia ellos.

No quería que uno cayera diez pisos hacia abajo.

Pero me parece irónico que controle eso, porque cuando la fiesta acaba...yo soy la que se arrima al barandal mientras bebe una copa.

Ojo, no soy una alcohólica, pero una vez al mes no hace daño-sé que es “año” pero ¿qué más da?

El viento sopla y abajo hay gritos que llaman mi atención. La novia está en brazos del novio riendo. Sonrío levemente y doy otro sorbo a la copa.

-Ojalá no tropiecen...el vestido no se veía barato-murmuro y niego.

-¿Por qué les maldices de esa forma a unos recién casados? ¡Eres cruel!

Viro la cabeza y me encuentro con Sara Lewis riendo. Sara fue la primera chica de mi carrera que conocí, ella se ofreció a traerme y fue con quién tomé el vuelo. Me sentí apenada por ella, pero dijo que no había sido una molestia, porque era una excusa para viajar con todo pagado y que incluso se podía decir que me había utilizado.



#3076 en Novela romántica
#947 en Chick lit

En el texto hay: secuela, secretos, reconquistar

Editado: 10.05.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.