Capítulo 4 "La mejor y peor cita"

La mejor y peor cita

¿Qué hice tras las palabras de Anthony?

Me gustaría decir que mi sonrisa se mantuvo y que no temblé, sin embargo, ¡eso es una mentira!

Estoy temblando.

Tengo miedo.

Miedo de volver a equivocarme.

No quiero que todo salga mal de nuevo, no quiero que el dolor vuelva, lo tengo claro, pese a que yo misma aporté a mi corazón roto, no quiero otro de nuevo.

No quiero más despedidas.

Mis pies vacilan, se debaten entre dar un paso o retroceder. Es tan difícil controlar mis espasmos y me mantengo inexpresiva cuando el viento sopla.

Mi boca se abre.

-Me gustas Anthony-confieso, pero al ver sus ojos brillan agrego-pero eso no quiere decir que puedo amarte.

Es un golpe directo y que le ha herido, pero no voy a detenerme.

-Todavía piensas en él-es un susurro y mis manos van a mis bolsillos mientras miro hacia un lado.

-No voy a mentirte como a Sara…todavía lo hago.

Sé que le estoy hiriendo, me doy cuenta cuando noto como le cuesta sonreír. Mi corazón está punzando y la consciencia me grita que me detenga, pero no puedo. No voy a mentirle y dejar que luego me reclame por ello.

-¿Es lo único que tienes que decir?-le miro confundida-Porque yo no te pregunté por él. Martins, en este momento te he dicho que me gustas, y eso es un hecho, no puedes cambiarlo solo con palabras.

Le miro y sabe que mis ojos gritan “peros” así que no me deja continuar.

-Si yo te pidiera intentarlo, ¿estarías dispuesta a hacerlo? Es lo único que quiero saber.

¿Podría olvidarlo? No tenía idea, pero sabía que en proceso te lastimaría…

Lo sé, no tengo los ojos vendados de amor por ti y pienso las miles de posibilidades que puede haber en un futuro.

>>Estefanía, ¿aceptas ser mi novia?

Ser quien recibe la pregunta es tan extraño.

Tan diferente.

Mis ojos se ponen brillosos y una pequeña sonrisa se forma en mis labios.

-Solo si me aceptas de esta forma.

Esta vez fui sincera con mi respuesta.

Y pese a que mis palabras son desalentadoras, Anthony sonríe, toma mi mano y deja un beso en el dorso de esta antes de sonreírme.

-Entonces ya eres mi novia.

Siento los labios temblarme y lo abrazo. Pego mi cabeza contra su pecho y trato de tomar aire porque mis pulmones me son aplastados. Sus brazos me rodean y se siente cálido y reconfortante. Es este sentimiento el que me da la esperanza de que podía intentarlo y tener éxito.

Podía empezar de nuevo.

***

Llego al departamento, corro hacia los cajones y luego de tener la foto entre mis manos tomo un encendedor y subo a la terraza. Abro la puerta y el frío sopla haciendo que esta suene y mi cabello se revuelva.

Busco entre las cosas un cenicero y cuando lo tengo, me siento en el suelo y enciendo el encendedor. Con una mano sostengo la foto y la acerco al fuego. Las llamas tocan una esquina y el fuego no tarda en esparcirse. Mis dedos sueltan la foto en el cenicero y solo observo como poco a poco, la foto es consumida por el fuego.

Es doloroso como aliviador ver cómo se va disolviendo hasta dejarla irreconocible. 

Solo quedó algo al final, la única evidencia de su existencia era un polvo blanquecino.

Solo ceniza y…

Aunque quiero no puedo, mis manos se aprietan con fuerza contra mi pecho y suelto un suspiro antes de sonreír con lágrimas en los ojos. ¡Mierda Abigail!

-Ahora eres la novia de Anthony, Abigail, es hora de seguir adelante ¿no lo crees?

Asiento y me limpio las lágrimas mirando el cielo. No hay estrellas, pero sí luna. Así que aspiro el aire sin sentirme sola en mi decisión.

Anthony…prometo poner todo de mí y hacerte feliz, así como tú lo haces conmigo.  

-¿Abi?

La puerta de la terraza se abre y por ella entra Sara, me volteo y le sonrío.

-¡Hola Sara!

-¡¿Por qué estás llorando?!-se asusta y corre a abrazarme.

Sonrío y le abrazo de vuelta mientras le susurro que no es nada malo.

***

La película termina.

Y al voltearme emocionada para charlar, me topo con dos bellos durmientes. Viro la cabeza curiosa. Todavía no entiendo como pueden dormir en medio de películas de terror.

Una pequeña risa sale de mi boca al notar que Ben usa a Cooper de almohada y Cooper esta algo inclinado. Si no intervengo va a torcerse el cuello.  

Me acerco con cuidado y trato de cobijarlos un poco más, pero cuando lo hago, no olvido de acariciar el cabello de Ben despacio y dudar en si hacer lo mismo con Alan.

A veces de verdad creo que es un sueño.

Extiendo mi mano y…él se despierta.

Su mirada esta confusa pero cuando me nota parece analizar rápidamente lo que hago y toma mi mano y con la suya sobre ella, la coloca en su mejilla.

-¿Ibas a hacer algo como esto?-pregunta divertido.

-Yo…yo…

Me sonrojo y él sonríe antes de con su otra mano rodear mi cintura y hacerme sentar a horcadas de su cuerpo.

-¡A-alan!-grito en un susurro con la cara a reventar de color.

-Me estabas acosando…

-¡Y tú estás invadiendo mi espacio personal!

Una sonrisa traviesa surge en sus labios.

-Acércate un poco.

-¿Uhm? ¿Para qué?

-Solo un poco.

No pregunto más y lo hago, siento su mano acariciar mi mejilla y colocar un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. Se acerca él también y deja un corto beso en mi mejilla tomándome desprevenida.

-Amo verte sonrojada.

¡Oh, dios mío!  

Mi cara es un auténtico caldero y me la tapo con ambas manos antes de caer en su pecho y sentirle reír y rodearme con sus brazos.