Te reconquistaré

Capítulo 16 "Aclaremos las cosas"

Aclaremos las cosas

 

Hace años dieron a mi padre por muerto.

Dijeron que fue un accidente automovilístico provocado por un borracho.

Lloré, me destrocé tanto mientras mi madre me pedía que seamos fuertes.

Pero las mentiras tienen patitas muy cortas.

Después de desmayarme y perder el conocimiento, hubo una cosa más que sucedió además de haber olvidado el consuelo y mi principio de amor hacia Alan...

“No es verdad, lo siento, de verdad lo siento cariño”

Esas fueron las palabras que entre lágrimas mi madre me confesó al despertar.

“No es verdad”

Y no lo era, al menos no por completo.

Mi padre no estaba muerto, pero había entrado en coma. La causa seguía siendo la misma y la posibilidad de que despertara era desconocida. Mi madre tuvo un debate consigo misma sobre si decirnos esto o solo guardarlo para que, en caso de él verdaderamente falleciera no termináramos tan lastimadas.

La mentira no duró mucho, es algo loco que una persona inconsciente cambie las cosas.

Y al saber la verdad de mi padre, también vino una gran responsabilidad.

Nosotros que en un principio habíamos vuelto al pueblo para hacer negocios con la empresa Wilms, nos vimos envueltos en una extensa deuda que nos costó incluso el capital de la empresa Martins.

Caímos en la ruina.

Mamá tuvo que declararnos en quiebra y mi padre no parecía mejorar, incluso tenía momentos críticos. Vi a mi madre desesperada buscando al culpable de haberse aprovechado del estado de mi padre y habernos tendido esta trampa.

Y en medio de ese caos, una mujer tocó a nuestra puerta. Nunca la había visto, y ciertamente nunca la he vuelto a ver. Era hermosa, rasgos delicados y su voz calmada, pero a la vez, misteriosa e intimidante.

Ella nos dio una orden, y tres peticiones.

Llevar a mi padre a los barrios bajos y que no dijéramos a nadie que Holden Martins estaba en ese estado. Si alguien preguntaba, él se había desaparecido con el dinero.

-¡¿Quieres que acusemos a mi papá?! ¡Nosotros somos inocentes!-le grité furiosa.

¿Cómo podía pedirnos algo cómo eso?

Ella no se ofendió, al contrario, sonrió y se colocó delante de mí.

-Lo son, pero en este punto, ¿quién les va a creer? No tienen poder para defenderse, ¿y sabes lo que deben hacen los débiles? Solo deben agachar la cabeza y verse inocentes con la esperanza de que los fuertes...

-¿Se apiaden de ellos?-mascullé molesta.

-No, les consideren inútiles y no pierdan su tiempo en aniquilarlos-se volteó hacia mamá-En tres días haré que lleven a Holden a los barrios bajos, con el dinero que tienes por haber cerrado la empresa pagarás la habitación de cuidados intensivos. No me deberás nada por construirla, solo mantenla hasta que él despierte.

-Los Wilms no se conformarán con buscar a una persona fugitiva-murmuró mamá-ellos vendrán a nosotros por el dinero.

-Lo sé, páguenlo.

-¡Pero...

-De acuerdo-mi madre cortó mi queja.

-Uhm, eres como Holden decía Belinda-sonrió-Eso es bueno. Si tienen suerte, no nos volveremos a ver.

Solo cuando se fue, me voltee furiosa hacia mi madre.

-¡¿Por qué debemos hacer lo que esa mujer dice?! ¡No tenemos dinero y tampoco somos culpables! ¡¿Por qué debemos pagar?!

Mamá solo se arrodilló y me sonrió levemente.

-Porque la última cosa que tu padre me dijo antes del accidente, fue: “no sé cuándo, pero irá una mujer a verte Belinda, no enloquezcas ¿de acuerdo? Ella es una socia, debes acceder a lo que dice, ella las cuidara. Ese fue el trato”

-Vaya forma de cuidarnos.

Sonrió.

-Tu padre nunca se ha equivocado con las personas, creo en él, cariño.

Fue por las palabras de esa mujer que mi madre consiguió doble trabajo y luego yo acepté trabajar en la escuela Sunlight. La deuda se pagó dos años después de que yo me fui, pero no por eso dejé de trabajar.

Incluso en otro país tuve que hacerlo, esta vez como ayudante en una biblioteca y mesera en discotecas. Después de todo, la vivienda y alimentación no se pagaban solas.

Tal vez por eso tampoco tuve tiempo de socializar.

Como fuera, yo sé que no debí darlo por muerto, sé que debería alegrarme verlo, lo sé, pero...

¿Por qué siento de este modo?

Todo es borroso a causa de mis lágrimas que molestamente no se detienen, mi pecho me arde de manera que no sé si es la furia interna o el dolor de verlo. Siendo sincera, no sé qué hacer, mi cabeza esta revuelta al igual que mi estómago.

Mis pies no se mueven, no cooperan conmigo al querer estar lejos de esto.

-Abi, mi niña...

Escucharle me provoca un escalofrío de dolor. Esa voz, hace tanto tiempo que deje de oírla que ahora se siente como un fantasma. Creí que jamás volvería a verlo, ni oírlo y aunque lo extrañe, yo de verdad dejé de tener fe en que despertaría.

Si bien esperaba, lo que esperaba no era una llamada y llorar de felicidad, esperaba, por más cruel que sonara, una llamada y vestir de negro. Era lo más real después de tanto tiempo.

Pero verlo parado, con solo un bastón que me indica que no está del todo recuperado, me enfurece. No soy una idiota, no puedo solo abrazarlo cuando me está doliendo lo que entiendo.

-¿D-desde cuándo?

-Abi...

-Solo responde eso-río levemente-solo dime desde cuándo respiras por tu cuenta-sé que mis palabras son crueles, pero para este punto, estoy perdiendo mi control-No puedes mentirme, sé que debe haber un tiempo de rehabilitación y tu jodidamente...-tomo aire-estas solo usando un jodido bastón. Así que...padre-le doy una sonrisa rota-dime desde cuándo.



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En el texto hay: secuela, secretos, reconquistar

Editado: 10.05.2022

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