Capítulo 27 "La verdad de Broken (parte 2)"

La verdad de Broken (parte 2)

Nunca había visto a Cristina enfurecida. La vi enojada, gruñona, irónica, malhablada, coqueta, llorosa y etc.

Pero repito, jamás furiosa, embravecida y ciertamente era escalofriante.

La chica no se encoge ante la mirada del resto, que es despectiva, y menos la de Cristina, que también es despectiva, solo está ahí, deseando morir.

Un leve temblor llama mi atención y noto que los nudillos de Bowen ahora son blancos y cuando da señales de que va a hablar…Gregory coloca su mano sobre la de ella. Eso sería lindo y encantador si no fuera porque Gregory no mira a Cristina, sino a la chica de la pregunta, y sus ojos no son nada amistosos.

El literalmente le está clavando una mirada que jamás había visto, pero que logra que mis vellos se ericen.

Es aterrador.

Mentiría si dijera que para este momento mi estado etílico no ha descendido. Porque creo estar boba, pero muy consciente y sé que esto es malo.

McFly va a responder mientras Cristina esta en un estado taciturno pero mi teléfono suena y me gano la mirada de todos. Mis mejillas se colorean y cuelgo la llamada antes de disculparme y balbucear que voy a responder.

Un suspiro es soltado mientras yo trato de torpemente poner la contraseña de mi celular, ¡que me es imposible! Y Cristina, que ya está más calmada y entiende que la chica esta ebria, le responde.

-Solo fue un rumor…los rumores siempre tienden a inventar una verdad, no te lo tomes todo tan enserio. Si bien salimos juntos, nosotros jamás llegamos a ser así de íntimos.

Nunca he comprendido a Cristina, y creo que jamás lo haré.

Así que es normal que la observe y no entienda su pequeña sonrisa cuando hace unos segundos parecía querer saltarle encima. Lo que noto, es que Gregory se ve herido.

Frunzo el ceño enojada. ¡Oh, esto es increíble! ¡No quiero tener nada que ver con divorcios lo dije una vez!

-¿Puedes irte por favor?-mascullo entre dientes-No recuerdo haberte invitado a mi fiesta sorpresa. ¡Sara! ¡Dile que fuera!

Sara se levanta riendo, y como yo, al tener unas cuentas copas encima, se tambalea y señala un lado al azar.

-¡Ya escuchaste a la cumpleañera, fuera! Soy cinta negra en karate.

-¡Eso! ¡Fuera!

Y mientras la chica desconcertada por la efusividad y advertencias de Sara se aleja de nosotros, yo empiezo a gruñir sobre que no la conocía y preguntas: ¿Quién la invitó y dejó entrar?, salen de mi boca mientras agradezco la fiesta, pero no ese tipo de compañía.

Mientras abrazo a Sofía escucho un bufido y luego de parpadear noto que el cuerpo de Cristina se estremece.

Me asusto.

Todos lo hacen.

Pero ella juega con nosotros porque alza la cabeza y está riendo. Le miro mal. ¡Eso me ha quitado años de vida!

Me observa de una manera rara y puedo ver que mueve sus labios diciendo algo, pero no lo entiendo. Ni siquiera sé porque me observa y tampoco le pregunto, porque mi teléfono suena de nuevo.

Lo desbloqueo, esta vez sí lo logro, y sonrío al leer:

“Feliz cumpleaños Estefanía”

“¡Greacias Weber!”

“¿Quyè se siente salir con una mujer un año más vija!”

“Asumo que querías escribir vieja”

“Así que solo diré que eres menor que yo…”

“Y ¿estás borracha?”

“No”

“Uhhhhhhhhhh…RTOBA CUNAS”

Cierro el teléfono y río, Sara grita ante una canción y corre a pedirme que baile con ella. Me levanto algo temblorosa, pero riendo trato de seguirle el ritmo. ¡Sara ama bailar! Creo que ya lo había mencionado, o algo así…

Muevo mi cuerpo con el de ella y río dando vueltas, me era divertido, seguro mañana no lo sería, pero por el momento sí. Así que sigo la música hasta que en medio de esa vuelta una risa me congela y me hace mirar de reojo a Gregory quien está conversando con el sujeto.

¡Oh, llegó!

Nota que lo observo y luego de despedirse de Gregory comienza a acercarse.

Mis ojos se abren levemente y el traidor corazón se me acelera. ¡Mierda, mierda! Las alarmas suenan en mi cabeza y aprieto los labios para evitar gritar, oh, y de paso, he estado apretando la mano de Sara, por suerte no se queja, pero sé que es porque nota mi motivo.

Incluso ella se queda helada y parece que su ebriedad también desciende.

-¡Amigo!-grito y muevo la mano de manera entusiasta mientras aprieto la otra-¡Mi solo amigo!

-Solo mi mano…

-Veo que te has adelantado a celebrar tu fiesta-me observa y sonríe levemente-Feliz cumpleaños Martins.

-Igualmente Cooper.

-¿Qué?

Sara se aguanta la risa, pero no puede y yo niego sonrojada. ¡La he regado!

-¡Gracias! ¡Solo gracias! Lo siento, estoy un poco ebria.

-Lo he notado.

Pese a ello sonríe, y parece muy divertido, eso mueve mi corazón, siempre me gustó verlo sonreír, aunque pocas veces lo hiciera.

-¿Quieres bailar?-pregunta Sara y antes de que Cooper pueda responder, ella lo rodea con un brazo-Porque yo ya me cansé, así que te dejo a mi pareja, ¡cuídala bien! Te advertiría sobre el alcohol y ella, pero entre dos, creo que eres el que mejor sabe de eso.

Odio a Sara.

Y sobre todo la situación en la que me ha dejado. ¡¿Por qué me hacía esto?! ¡Estoy ebria Sara, como tú! ¡Y sabes que ebria no actúo muy cuerda! ¡¿Cómo puedes ser capaz de dejarme así?!

Quiero llorar, pero solo suelto un quejido por el leve mareo que tengo y hace que Cooper me tome de la cintura.

-¿Estás bien?

No, no lo estoy. He sido traicionada. Pero no me quejaría de mis malas amistades con Alan.

-Sí, solo fue un mareo.

-Deberíamos sentarnos…