Te reconquistaré

Capítulo 31 "La belleza del morado"

La belleza del morado

 

Doy una vuelta con el vestido largo con una abertura en la pierna derecha y sonrío al verme al espejo. ¿Quién lo diría? Se me ve bien el morado. Miro la invitación de nuevo en mi teléfono.

¡Es el cumpleaños de Celina! Y Cristina quiso hacerle una fiesta donde todos los invitados deben usar ropa que incluya el color morado. ¿Por qué ese color? Porque así son los ojos de Celina.

Ese detalle me pareció adorable.

Así que, conforme con mi aspecto voy a salir, pero el teléfono sonando llama mi atención. Cuando encuentro de donde viene el sonido noto que es el de Sara, así que grito su nombre. Ella no responde, así que insisto de nuevo, hasta que me confirma que viene, en eso la llamada se detiene y un mensaje llega.

Son segundos donde mi mente lee rápidamente y lo alejo, ella entra y se lo entrego.

—Lo siento, yo…un poco he…

—Lo sé, no importa Abi-murmura y luego me abraza —Solo es Neil.

—Sara…

—Hay que bajar, la fiesta no se disfrutará sola.

No le digo nada porque ella no desea tocar el tema, pero no ignoro el hecho de que no responde el mensaje y deja el teléfono en la peinadora.

Bajamos las gradas y veo a Anthony conversando con mi padre, quien esta serio, eso despierta mi curiosidad, ellos se llevan bien, así que no sé de qué están hablando. 

—¿Listo Anthony?

—Hablaremos de esto más tarde —murmura papá y pone una mano en su hombro antes de despedirnos.

—¿Paso algo?—pregunto y Anthony niega.

—Te lo diré al volver.

—De acuerdo.

Deja un beso en mi mejilla y sonríe.

—Andando Estefanía.

Subimos al auto y mientras estamos en camino no puedo dejar de pensar en el mensaje de Neil.

“Lo siento, no debí decirte eso”

Algo definitivamente había pasado entre Sara y Neil.

 

***

 

—Hola Hanna.

—Gusto en verte de nuevo Abigail.

Dejo de abrazarla y mientras Anthony la saluda, yo saludo a su pareja y aprovecho para molestarle tal y como él hacia conmigo en el colegio, porque sí, yo conocía muy bien a quien ahora amaba Hanna.

—Si sigues de ese modo sacaré a relucir tu pasado —masculla en mi oído.

Río y me encojo de hombros.

—En mi época colegiala solo fui una alumna ejemplar.

Se ríe.

—No recuerdo eso precisamente cuando ibas a los casilleros con Alan.

Mis ojos se desorbitan y enseguida lo veo recordando como fui atrapada hace años en un momento vergonzoso.

—De acuerdo, lo dejo, por la paz —cedo pálida haciendo que se ría.

Hanna nos mira curiosa porque es obvio que ha oído la amenaza, pero estoy segura que él se lo dirá después.

—¿Por qué siempre en las fiestas te vuelves pálida? —pregunta Anthony y escucho a ese sujeto reír.

—Porque cada fiesta viene con sorpresa incluida.

—¿Qué?

—Nada —niego y doy un sorbo a mi bebida, en ese momento alguien me toca el hombro. Volteo y me atraganto.

Anthony me golpea levemente la espalda mientras yo asimilo los ojos morados que me acaban de observar.

—¡Celina! —entre que grito y toso —¡¿Qué haces aquí?!

—¡Es mi cumpleaños!

—¡No me refiero a eso! Debías entrar por esa puerta con Cooper.

—Luego regresaré y haré eso —dice restándole importancia —Es que te vi y no puedo creerlo todavía. ¡Abigail, tanto tiempo! No sabía que habías vuelto. ¡Hailey, no me dijiste nada al respecto!

Hailey asoma detrás de mí sonríe. ¡Ella últimamente me trae muchas sorpresas sin avisarme!

—Era una sorpresa, es mi regalo —me empuja y ríe—Feliz cumpleaños.

—¡No lo digas como si me regalas Hailey!

—Caerías en buenas manos.

—¡Hailey! —grita Celina riendo —Eres terrible, ni tu hermana se salva de ti. Y respecto a ti Abi, es bueno verte y sí, ha sido una sorpresa y un buen regalo, Hailey.

—Lo sabía, por eso la oculté.

—Creo que eso es trampa —dice Hanna y niega —No puedes regalar a una persona.

—¿Por qué no? Ya lo hice.

—¡Hailey!

Ella se ríe y un chico del personal se acerca a Celina, le notifica que debe volver y se despide rápidamente. La vemos correr con tacones hacia donde le indican y ambas amigas niegan.

—Envidio su buen equilibrio —murmura Hanna haciendo que su pareja le rodee la cintura, le susurre algo y se ría —De acuerdo, no tanto.

—Bueno yo no envidio nada, me rodeo de chicos guapos por mi trabajo, así que no tengo nada que envidiar, mi equilibrio es perfecto también.

—Deja de refregarme que eras buena en educación física Hailey.

—Es que no debes olvidar nada de mí, rubia mía.

Las luces se apagan y aunque nos sobresaltamos el reflector alumbra a Cristina, quien camina elegantemente hacia una esquina y se aclara la garganta.

—Ya recuerdo porque es buena en esas trampas mortales.

Veo a Hanna y asiento, ¡el equilibrio de Bowen también era algo envidiable!

—Queridos invitados, la cumpleañera ha llegado, ¿qué tal si empezamos como lo planeamos? En tres, dos, uno…

La puerta es abierta y por ella entra Celina con otra vestimenta, es la única que tiene ropa de otro color. Su vestido esponjoso dorado y accesorios negros destacan demasiado. Hanna empieza a llorar haciendo que deje de ver a su acompañante.

—No me vean así, puede que nadie más lo sepa, pero…ella ya sabía de la fiesta y decidió usar el color de los ojos que tenían sus padres. Ella es muy fuerte…

Hailey sonríe y concuerda con ella, es una de las pocas veces que escucho a Hailey ser dulce y no responder de manera listilla. Entonces comprendo que tienen esa conexión que Hailey necesitaba, es muy diferente a lo que tenía con Kayle y Thomas.

Nunca me dijo porque dejó de hablarles…

Durante un tiempo Celina saluda a las personas y Cooper a su lado hace lo mismo, me enfoco en la conversación que tenemos con las amigas de Hailey y noto que Anthony esta algo extraño. Inevitablemente recuerdo la conversación con mi padre.



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En el texto hay: secuela, secretos, reconquistar

Editado: 10.05.2022

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