Te reconquistaré

Capítulo 39 "Devolver un corazón (parte 2)"

Devolver un corazón (parte 2)

 

—Buenos días jefa.

Ante mi saludo divertido mi jefa enmarca una ceja y niega mientras se pone de pie.

—No creo que vayan a ser buenos.

—¿Por qué dice eso?

—Creo saber porque estás aquí. ¿Me equivoco Abigail?

Niego y tomo aire. 

—Oficialmente renuncio jefa.

Asiente levemente.

—Lo sabía.

—¿Lo sabías?

—Sí, por eso hice esto para ti —se acerca al armario y saca de este una carpeta y me la entrega —Tómalo, son cartas de recomendaciones, permisos para trabajo y unas cosas para guiarte sobre tu negocio.

—¿Lo sabías?

—Las paredes son muy delgadas aquí.

—¡Le agradezco!

Sonríe asiente antes de estirar su mano y yo tomarla ligeramente.

—Fue bueno tenerte por aquí, espero te vaya bien y ser socias en un futuro.

Asiento sonriendo y agradezco de nuevo mientras salgo del lugar. Apenas doy un pie afuera la masa de trabajadores deja de verme y se ponen a hacer su trabajo. Me sonrojo por ello, pero no me queda más remedio que buscar a Anthony en todo el establecimiento, al no encontrarlo me acerco a la masa.

Ellos empalidecen y quieren alejarse, pero sonrío y pregunto.

—Chicos ¿han visto a Anthony?

Todos negaron, excepto uno, que señala a una chica que está limpiando las mesas.

—Wimper se lleva bien con Anthony, seguro sabe dónde se encuentra. 

Les agradezco por esa información y aunque oigo murmullos en mi espalda confundidos sobre si habíamos o no terminado, me acerco a la chica.

—Disculpa, Wimper ¿verdad?

—Sí.

—¿Sabes dónde está Anthony?

Por alguna razón su mirada se vuelve aguda y niega.

—No, lo siento.

No creo que eso sea verdad, pero no soy nadie para exigirle algo. Así que asiento y trato de controlar mi decepción.

—De acuerdo, esta tarde es mi vuelo, ¿puedo pedirte un favor? —asiente —Entrégale esto por mí y…. dame unos segundos —voy hacia la mesa y escribo rápidamente —esto también.  

Lo toma con cuidado y está curiosa por saber que dice, pero no parece ser capaz de abrirlo y leerlo, así que me siento más confiada por eso.

—Buen viaje —susurra —Seguro él te diría algo como eso.

Sonrío y asiento.

—Gracias.

Me doy la vuelta y siento las miradas del resto de empleados del lugar, me despido oficialmente de todos y soy recibida entre abrazos por varios de mis compañeros. Lloro un poco al recordar momentos con mis compañeros e incluso Anthony.

No me gusta que las cosas terminaran de ese modo, pero no podía arreglar las cosas.

No debí aceptar un corazón que no estaba dispuesta a cuidar. Y él no debió pedir el mío sabiendo que no lo tenía. Ambos arruinamos nuestra amistad por cegarnos ante nuestros deseos. Yo deseaba avanzar y él tener una relación conmigo. Nos hicimos ciegos ante lo que sabíamos era obvio, con esos detalles, no podía existir un nosotros.

Por ello me atreví a volver y entregarle la bolsa de terciopelo.

Le devolví el dije, porque devolver un corazón jamás se podría.

Y de verdad lo sentía por él.

Salí del lugar y apenas Alan me vio se acercó y secó mis mejillas. Estaba por decirle que nos fuéramos por el pueblo que nos observaba por la ventana cuando mi nombre es gritado.

Me volteo sorprendida y mi ceño se frunce al ver a Neil corriendo.

—¿Neil?

—¿Vino contigo Sara?

Mis labios gritan por decirle que no, y que se vaya, pero entro en duda.

—¿Quieres hablar con ella?

—Es algo personal, lo siento.

Aprieto los dientes y trato de mantener mi expresión taciturna.

—Ella vino.

Sus ojos brillan y no puedo evitar sentirme incómoda por eso. No tuvo tiempo de preguntar donde estaba porque Sara detrás de Neil asomó. La vi dudar en acercarse, pero al final lo hizo.

—¿Ya nos vamos? —fue su pregunta e hizo que Neil se tensara —Hay mucho que arreglar.

Pasa al lado de Neil sin dedicarle una mirada y sonríe mientras me abraza.

—Sara… —es el vano intento de Neil para que ella le observe.

Y lo logra, ella lo ve, pero tal vez no cómo él deseaba.

—Hola Neil.

Eso fue todo lo que dijo y el silencio incómodo reino.

—¿Podemos hablar? —pregunta Neil pareciendo nervioso —A solas…

Eso se siente como una flecha y estoy segura de que Alan la siente también y aquello me molesta, él era la discordia en la paz. ¿Por qué echarnos a nosotros?

Pese a ello suspiro y tomo la mano de Alan para irnos cuando Sara asiente.

—Te espero en…

—No, yo les veré en el departamento.

Asiento y me alejo de ahí algo preocupada.

 

***

 

—¡Bienvenido a mi humilde morada! La cual no tuvo mucho tiempo de estrenarse.

No puedo creer que he tirado meses de ahorro a la basura. 

Ay, el amor, es de verdad tan caro conmigo.

Y fue así, que luego de mi rápida introducción del departamento, que empezamos a ver todo lo que nos llevaríamos y venderíamos para desalojar el departamento y que otras personas lo alquilaran.

Le mostré a Alan mi cuarto y lo vi sentarse en la silla giratoria, sí, la que Sara ama hacer su juguete personal.

Así que quise hacer algo. Y como respuesta a mis deseos, termine sentada a horcadas en Alan.

—Ya no me avergüenza hacer esto —murmuro sonriendo.

Él es el que ahora esta con las mejillas algo sonrojadas por mi acto sorpresivo.

—Pero parece que a ti sí.

—Fue sorpresivo.

Se recupera rápido y siento sus manos rodear mi cintura. Sonrío al pensar en algo.

—No me sueltes.

—No lo haré.

—No, Cooper, de verdad, no me sueltes.

Ante su expresión confusa sonrío malévolamente y tomo el escritorio para hacer fuerza. Veo en primera plana como sus ojos se desorbitan cuando empezamos a girar y yo me aferro a él soltando un grito.



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En el texto hay: secuela, secretos, reconquistar

Editado: 10.05.2022

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