Te reconquistaré

Capítulo 44 "La palabra amor"

La palabra amor

 

—¡Feliz San Valentín! —le digo al chico que sonriendo sale de la cafetería.

—¡Y gracias por su compra! —agrega Lady.

Río levemente por eso y ella me guiña el ojo empezando a atender a otro cliente mientras yo sacaba más dulces a la vitrina. En un momento ella llega gritando y todos los clientes se sobresaltan.

—¡Ya salió! ¡Ya salió!

Sonrío sintiendo mi propia emoción crecer. Y es que eso significaba que el comercial de la nueva colección de CyS había salido al aire con la colaboración de Oliver Duch y su nueva canción.

Margot regaña a Lady, pero Lady solo asiente sonriendo mientras sus mejillas siguen sonrojadas y continúa atendiendo a los clientes. Aprovecho que viene Jeremy para encargarle mi puesto y corro hacia la cocina para ponerme mis audífonos y escuchar la canción.

Cooper no me dejó ver el producto final alegando que era una sorpresa salvo para los de edición, así que, aunque renegué no logré ver nada.

El suave rasgueo de una guitarra es sonado y la canción empieza mientras Oliver Duch camina levemente llevando un buso de la colección.

 

Empezar a verte no es normal.

Pensar en ti parece atraerte

No hay un lugar donde no note tu presencia.

 

Empieza a latir el corazón

Hay fallas en el sistema

Y sé lo que debo de hacer.

Hola, me gustaría presentarme…

Soy el que quiere ser el amor de tu vida

 

Te he visto llorar

Eres hermosa, ¿por qué esconderte?

Si sueles sonreír cuando los demás no ven.

Risa tierna, una llena de vitalidad.

Puedes incluso con el corazón roto bromear. 

 

Y lo sé, que te han fallado muchas veces, pero…

Me gustaría presentarme.

Hola, soy el que quiere ser el amor de tu vida

 

¡No estoy confundido! ¡Sé lo que quiero!

¡Te ame! ¡Y miles de estrellas brillaron!

¡No sabía que amar se podía sentía tan bien!

¡Volveré a cerrar los ojos y pensarte!

Y esta vez si te diré… que quiero conocerte.

 

Mi corazón late tranquilamente hasta que fotografías empiezan a caer del cielo y Oliver las toma en mano para empezar a tocar la guitarra. Esas fotos… cada una que empieza a ser pasada por pantalla son de hace cinco años. ¡Maldición! ¡Son las que yo tomaba!

Y el video final es de año nuevo cuando grabé, razón por las que el video incluye mi risa mientras está medio borroso. Los fuegos artificiales son lanzados y el video se corta para ver a distintas parejas entrando y corriendo. Hay distintas situaciones de malentendidos y solo una de ellas parece recién conocerse. Fue una bonita forma de dar publicidad a la bisutería y conjuntos. 

Río nerviosamente sintiendo mi cara arder y al finalizar el video lo llamo de manera inmediata. Los timbres nunca sonaron tan lejanos, hasta que es contestado.

—¿Te ha gustado mi regalo?

Empiezo a reírme y afirmo que sí mientras siento mis ojos aguarse y las lágrimas descender por mis mejillas.  

Siempre sabes cómo sorprenderme.

 

***

 

—Quédate quieta.

Ante la queja de Hailey decido cerrar mi ojo y la escucho mascullar entre dientes como quisiera poner brujita para que me quedara quieta. Pero pese a sus horrendos pensamientos, la ignoro y bueno, en parte si trato de quedarme quieta para que me pintase el parpado.

Una vez lista ella suspira de alivio y me deja verme en el espejo, sonrío ante mi mirada matadora y el vestido largo con una abertura en la pierna.

—Te ves sexy.

Me siento sexy.

Sonrío de manera encantada y luego de dejarle tomarme fotos con Ben, me deja ir. Una vez en la fiesta no dejo de entrar y salir de la cocina, ahora no estaba en plan invitada, estaba en modo supervisora.

¡No iba a botar mis esfuerzos!

Así que nerviosa espero que todo salga bien. La hora del brindis llega y me aseguro que todos tengan copas en sus manos, cuando hay personas que no tienen les dejo en sus manos de manera elegante y continúo.

Las palabras de celebración son dichas, pero no me enfoco en ello porque estoy más pendiente de que todo este bien en la cocina y cuando es hora de servir procedo a coordinar la repartición.

Si no hubiera tenido experiencia en esto seguro me habría exasperado. Aunque sin necesidad de eso estaba nerviosa.

Y solo pude respirar tranquila cuando el evento esta finalizado y los invitados están yéndose poco a poco.

Dentro de la cocina suelto un suspiro y Sara choca su mano con la mía en señal de que todo ha sido hecho sin problemas y la abrazo, aunque se queja de que esta su mandil sucio.

Unos golpes son dados en la entrada de la cocina y cuando me llaman me acerco para ver a Cooper sonriendo. Sonrío y corro a abrazarle porque en todo el día solo pude verlo de lejos.

Siento como besa mi coronilla y empiezo a sonrojarme cuando escucho el silencio que se forma en la cocina.

—Estuviste increíble.

Niego.

—Solo hice de cumplir con la promesa. Dame unos minutos más y verás mi regalo por San Valentín.

Asiente y mientras se va Sara toma mi mano y me retiene.

—¡Ve con él, todavía pueden bailar!

—Todavía no termino aquí.

—¡Yo me encargo! Tu puedes irte un rato, no somos niños… —se acerca para susurrarme —Yo me haré cargo de esto.

Niego.

—Gracias Sara, pero esto es mi responsabilidad, así que lo haré yo. 

Sara asiente no tan conforme, pero me ayuda a agilitar todo. Es por ello que acabo un poco más rápido y cuando todo está lavado y puesto en fila para ser entregado por la mañana, les acompaño a todos a la salida y una vez que toman el autobús que les dejará en sus hogares, me regreso y escucho la voz de Sara. Al principio creo que esta hablando sola, pero eso se va cuando pregunta si alguien entiende.



#3091 en Novela romántica
#952 en Chick lit

En el texto hay: secuela, secretos, reconquistar

Editado: 10.05.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.