Te reconquistaré

Capítulo 46 "Los celos de Abigail"

Los celos de Abigail

 

Si creía que iba a tener paz por un plazo prologado, Lena River me acaba de patear negando.

Y es que literalmente me había chocado contra ella. Y eso me molestaba más. ¿No solo en las comedias románticas te chocabas? Claro, pero se esperaba que fuera un protagonista guapo o coqueto, no una chica pelinegra con una mirada matadora, y no, no en el sentido romántico.

Aprieto los labios al escucharla quejarse de mi torpeza. Me disculpo varias veces con ella y le ayudo a recoger las hojas. No fue un choque deseado, créeme Lena, pero no se puede evitar llevarte a la gente encima cuando sales del ascensor sin mirar al frente.

¡No, yo no fui la distraída esta vez!

¡Y sí, eso me enfurecía más!

—No puedo creer que todavía estés aquí —masculla. Y no pensaba irme —No importa, ¿dónde está Alan?

—¿Vienes a acosarlo otra vez?

Su rostro se descompone y la vergüenza lentamente le cubre. Sonrío lentamente, ver eso me ha gustado.

—No, es trabajo.

—Creí que ya no trabajarías más aquí, ya sabes, acoso laboral.

Su rostro teñido vuelve a acalorarse. Y es increíble como se debate entre el enojo y la vergüenza.

—¡Vine solo por un trabajo señorita Martins! ¡Lo que dice no es algo ético ni laboral!

Claro, y acosar si lo era.

Me aguanto las palabras y asiento.

—De acuerdo, te guiaré.

—Podrías solo decirme.

—No te dejarían pasar.

No pregunta por qué, al final es algo inteligente la chica. Y como es de esperarse, muchos murmuros empiezan cuando nos ven caminando por los pasillos.

—Ella no es…

—Sí, shh…dicen que tiene mal carácter.

—¿Cómo tiene la cara para volver?

Lena River se tensa porque al igual que yo, lo ha oído, pero no dice nada al respecto. Solo aprieta el portafolio en sus manos y camina de manera erguida. Casi siento lastima por ella, salvo que eso se va cuando recuerdo lo sucedido hace unos segundos.

Me detengo frente a la sala de reuniones y tomo asiento.

—Esperemos unos minutos, Alan está dentro.

Ella me mira perpleja.

—¿No vas a entrar a llamarlo?

Le miro ahora yo extraño.

—Está ocupado.

Me toma unos segundos entender que ella esperaba que lo interrumpiera, pero no lo haría. ¿Hacerlo era lógico? Era su novia, pero no por ello debía ser irrespetuosa. Esperamos unos minutos, minutos que luego se vuelven una hora, ella se levanta y gruñe.

—¡Esto me parece inaceptable!

Por mi paz mental decido ignorarla. Y así fue como otra media hora la vi caminar de lado a lado, maldecir no tan éticamente y veo una luz de esperanza cuando la puerta es abierta. Por ella salen muchas personas, entre ellas Katy, que al verme sonríe, pero luego frunce el ceño por Lena.

Se que se pregunta que hace ella aquí, pero con una sonrisa le aseguro que todo esta bien.

Cuando no sale nadie más, me levanto e ignoro las palabras de Lena todavía y entro luego de golpear la puerta.

—Alan, tienes un invitado.

—¿Invitado?

Su desconcierto es notable, nadie sabía de esta reunión. Pero a Lena no le importa eso, porque pasa a un lado mío y sonríe.

—Gusto en verlo señor Cooper.

Al menos ahora hay formalidades.

—Señorita River… creía que no la volvería a ver.

—Lamento no poder cumplir con esa expectativa esta vez señor, lamentablemente no se podrá hacer esta vez una excepción —sonríe levemente —pero prometo mantener mi profesionalismo.

—¿A qué se refiere?

Estoy igual de desconcertada que Alan, así que la veo para que explique la situación. Ella con una sonrisa satisfactoria nos lo dice.

—Soy la traductora oficial para el aniversario, la única lamentablemente.

¿Lamentablemente?

Aprieto los labios evitando reír y asiento. Sí, esto era lamentable.

 

***

 

¿De verdad era la única traductora? Sí, lamentablemente esta vez la empresa no nos dio otra opción.

Cristina era políglota y sí, como este tiempo estaba libre por buscar una nueva discografía le solicité ayuda. Aceptó, quien no aceptó fue la otra empresa. No insistí más. Pero Cristina al final si fue de ayuda, ya que sería la segunda traductora. Entonces no todo estaba perdido.

Lo que si estaba por perder era mi autocontrol.

Suspiro pasando una mano por mi cabello al ver a Lena estar sentada al lado de Alan mientras esperan a los invitados.

¿De nuevo juntos? Oh, mierda, celos denme un respiro.

Ya había perdido el número de veces que mi pecho punzaba de manera molesta por verlos. Pero entendía que Lena conocía la cultura china y todo debía estar acorde a ello. Así que mis celos estaban matándome solos.

Lo único bueno era esto, de vez en cuando venía Neymar, y es que parecía ser el nuevo juguete favorito de la hija del político italiano. Pero Neymar me había dado donde más me duele.

Él corría hacia ella, como ahora lo hace, y le daba mimos especiales. Ella grita emocionada y le insiste a la niña en acariciarlo. Alan se acerca y deja un beso en mi frente, cosa que incomoda a Lena, pero lo ignora hablando más fuerte con Neymar.

¿Así se siente la custodia compartida? ¡Era horrible!

La niña es llamada por su padre, quien me saluda y estrecho su mano. Empieza a hablar y yo miro a Lena, ella por suerte actúa de manera profesional y me empieza a traducir la toda conversación.

Me sonrojo un poco cuando él señor se ríe al escucharme hablar mucho y que Lena tradujera menos, no la culpo, la mayoría eran balbuceos y él lo ha entendido.

Solo hay un momento donde la cara de Lena tiembla cuando él dice algo, pero luego me traduce.

Eres divertida, me agradas.

Sonrío.

—Usted también es agradable señor —miro a la niña —y por su puesto tu también.



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En el texto hay: secuela, secretos, reconquistar

Editado: 10.05.2022

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