KyungSoo se despidió de Irene y corrió hacia la puerta donde BaekHyun lo esperaba.
Se miraron nerviosos y emprendieron camino a casa. Sus manos se rozaban por momentos y sorprendentemente BaekHyun no se atrevía a tomar la mano de KyungSoo, se sentía igual de intranquilo como cuando esperó la nota de su primer parcial, tenía el corazón en la boca, muchas ganas de atreverse a ver el resultado, pero el miedo le impedía mirar.
—No sabía que jugabas básquet. —Comentó Soo, tratando de sonar lo más casual posible y buscando que el silencio que los rodeaba desapareciera.
—En Canadá, MinHo y yo formábamos parte del equipo de básquet del colegio.
—¿Por qué vivías en Canadá? —Jugueteó con sus dedos, deseando no haber sonado tan chismoso.
—Mis padres son divorciados y mi padre tenía la custodia, como él vivía en Canadá terminé ahí.
—Perdón por ser tan curioso. —Quizá solo debería mantenerse callado, no quería tocar temas sensibles en su primera conversación seria con Byun.
—Tranquilo, Didi, puedes preguntarme todo lo que quieras.
—¿Tienes frío?
—¿Uhm? —Pararon, esperando que la luz del semáforo cambie.
KyungSoo se quitó su casaca y se la tendió a BaekHyun. —Estamos en verano, pero por la tarde corre el viento.
—¿Tú no tienes frío? —Dudoso, cogió la casaca.
—Mi polo es de mangas largas. —Estiró sus brazos y los movió. —Tú estás en polo de manga corta y short, solo póntela.
Byun sonrió y se la puso. —Didi, se supone que soy yo quien debe cuidar de ti.
—¿Por qué? —La luz cambió y avanzaron por el cruce de cebra.
—Porque soy yo quien está coqueteando contigo.
KyungSoo se detuvo, las palabras de mayor lo agarraron desprevenido.
BaekHyun le tendió la mano. —No podemos quedarnos en medio de la pista.
Do paso de largo, pensando si el mayor solo bromeaba o sí hablaba con sinceridad. De todas formas, no podía aventarse a un amor incierto, a un enamoramiento que parecía ser fugaz e inestable. Prefería caminar con cautela mientras descubría sus sentimientos y los del contrario. Byun no se ofendió, pensó que su repentina confesión había incomodado al menor. Siguieron caminando uno al lado de otro con sus manos rozándose, otra vez con nerviosismo.
Llegaron al edificio sin tensión alguna entre los dos, empujaron la puerta de vidrio y se dirigieron al ascensor. Al abrirse las puertas BaekHyun se quitó la casaca y una vez ambos dentro, se la devolvió.
—Fue una agradable caminata.
KyungSoo giró disimuladamente a verse en las paredes del elevador, arregló su cabello que se había despeinado por el viento y se dio ánimos. Él podía pedirle una cita a BaekHyun, eso no era tan difícil como parecía, solo tenía que hablar, sí.
—¿Quieres...? —Murmuró. —¿Quieres salir conmigo otro día?
—¿Disculpa? —BaekHyun se inclinó hacia él, al parecer no lo había escuchado.
Soo apretó sus puños y con coraje gritó:
—¡¿Quieres salir conmigo?!
Tin.
Las puertas del ascensor se abrieron y el chico pálido de cabello negro aplaudió.
—¡Felicidades a la nueva pareja!
—SeHun, no lo fastidies.
KyungSoo gruñó, si no era el Byun mayor el que jodía, era el menor, pero siempre alguno debía de joder.
—Yo... Me tengo que ir. —Dijo rápidamente.
Evadió a SeHun y corrió hasta la puerta de su departamento, tocó con fuerza la puerta hasta que Seon Ho la abrió, entró sonrojado porque pasó de pedirle una cita a huir en menos de un segundo. BaekHyun debería de empezar hartase de sus repentinos cambios de humor, ¡era peor que una embarazada!
En el pasillo, los hermanos Byun se quedaron procesando lo sucedido hasta que el mayor rompió el silencio mientras salía del elevador.
—¿A dónde vas?
—No eres el único que tiene suerte en el amor estos días. —Entró al ascensor y presionó el botón del primer piso. —¡Fighting, hermano!
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—¡Estoy tan emocionada!
—Lo sé, vienes diciéndolo todo el camino.
Ambos amigos tomaron asiento afuera de los consultorios.
—¿Y qué más pasó? ¿Tendrán su cita?
—¿Tal vez? Luego que hui no volví a verlo...
—Si quieres puedes esperarme aquí, puedo entrar sola. —Se levantó al ver su número mostrándose en la pantalla.
—No vine todo el camino hasta aquí para huir nuevamente. —Se levantó con determinación, pero cada paso que fue dando hasta el consultorio, aquella valentía dejaba su cuerpo.
Cuando Irene abrió la puerta, KyungSoo se escondió detrás de ella instintivamente.
—¿Cómo sabías que BaekHyun estaría con MinHo? —susurró mientras entraban sonrientes al consultorio.