Jeongin llegó agitado a su trabajo, con lagrimas secas en sus mejillas y Chan quien estaba en la recepción, al verlo fue inmediatamente a su lado, por que sí, Félix le había comentado sobre su caso, sabia que el menor era un gran amigo para su prometido, por eso se había ofrecido a ayudarlo.
—Jeongin ¿Por qué vienes corriendo? ¿Huyes de alguien?
—No, claro que no, me gusta correr, soy todo un deportista —mintió descaradamente mientras sonreía.
—Fingiré que te creo —le sonrió— Por cierto, Félix no vendrá hoy, se desanimó a último minuto.
—Entonces debo irme si él no está.
—Si deseas, me ayudas con unos papeles, te pagaré extra por quedarte, aunque tu jefe no está.
—Eres tan bueno Chan —le sonrió dulcemente.
—Bien vamos —caminaron juntos hasta el ascensor— Más bien, quería mencionarte que hoy a las 10 tienes una cita con Changbin, el abogado para tu divorcio.
Jeongin hizo una pequeña mueca, le dio muchísima pena que el jefe de toda esa empresa supiera cuál era su situación tan lamentable, un empleado de la mayor firma de abogados de todo Corea era sufría de violencia doméstica.
—No es algo de que tengas que avergonzarse, Innie, de verdad, pienso que vas a salir adelante.
—No lo creo.
—Lo harás, te lo aseguro —tomó una de sus manos— Las personas que salen de situaciones difíciles son las mas fuertes y las que tienen un corazón bondadoso.
—Confió en ti.
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Por otro lado, Félix estaba en el baño de su casa, con un Minho aburrido, esperándolo y mirando su reloj con desesperación, deseaba ir a su empresa, ver a su precioso novio y mimarlo un rato antes de trabajar.
—¿Y?
—Positivo —le susurró.
—Entonces seré tío.
—No, debo hacerme otra prueba, ya sabes que siempre fallan estas cosas.
—Ya te has hecho 10 pruebas Félix, es positivo, tendrás un hijo, acéptalo, de seguro Chris se pondrá muy feliz.
—No le diré nada, Minho.
—¿Por qué?
—Voy a engordar, me saldrán estrías, mi traje para la boda no me va a entrar, se buscará a otro y me va a dejar.
—Estas muy paranoico, claro que no, él no haría eso.
—Tú quédate en silencio, que yo sé muy lo que hago —le sacó la lengua— Ve a trabajar, yo dormiré un rato.
Minho rodo los ojos al ver como su hermanito se ponía caprichoso al no querer ir a trabajar, despeinó su cabello y se retiró directamente a ver su novio, quien lo habia llamado con urgencia para que vaya su pequeña casa, ya que él no era millonario y con el sueldo a las justas le alcanzaba para el alquiler, la luz, y el agua.
—Honnie, llegaste —el castaño se tiró a los brazos de su novio.
—Vine en cuanto me dijiste ¿Qué pasó?
—Ya sabes, Hilara que empezó con sus dramas de siempre, no quiso ir a la escuela porque quiere a su mamá.
—Y esa bruja ni siquiera aparece —Minho entró a la pequeña casa de su novio.
—Ni me la menciones, ayer me llamó para ver si la niña todavía seguía viva, no sé qué hacer.
—Voy a ir a hablar con ella ¿Está en su cuarto?
Jisung asintió.
Minho besó su frente y caminó hacia la habitación de la pequeña Hikaru, en efecto, la niña estaba acosta en su cama, abrazando una foto de su mamá, seguía en pijama y nada daba indicios de que quisiera acercarse.
Lentamente caminó hacia ella y se sentó en la cama.
—Hola preciosa.
—¿Y usted que hace aquí? Váyase.
—Hikaru, tu papá me llamó preocupado porque no fuiste al colegio.
—Que chismoso, ese es un asunto de familia y usted no pinta nada aquí.
—Preciosa, sé que extrañas a tu mamá, pero debes entender algo, ella no va a regresar, ni siquiera te llama.
—Es porque no tiene saldo para hacer llamadas a larga distancias, usted no sabe nada.
—Hikaru ¿Tú quieres a tu papá?
—Si.
—Entonces ¿Por qué tienes que desobedecerlo y hacer que falte a su trabajo por ti?
—Quiero a mi familia, no me gusta quedarme sola, antes tenia a mi mami aquí y ahora no la tengo, todo el día estoy sola ¡Ya no quiero!
Ver llorar a la hija de su novio, conmovió grandemente al pelirrojo y por puro impulso, la levantó de la cama y la envolvió entre sus brazos, arrullándola como si se tratara de un bebé.
Recordó que cuando Félix era más pequeño, solía hacer eso, arrullarlo hasta que se quedara dormido.
—No llores, pronto vas a tener a tu familia.
—¿Mami regresará?
—No, pero tengo que decirte un secreto ¿Te gustan los secretos?
—Me encantan —limpió las lágrimas de sus mejillas.
—En un par de semanas, voy a pedirle matrimonio a tu padre y si llegamos a casarnos, nos mudaremos a un lugar más grande, muchísimo más grande.
—¿Y si tú no nos vas a abandonar?
—Nunca.
Hikaru sonrió enternecida ante la seguridad de las palabras de Minho y lo abrazó con fuerza, él más que encantado recibió el abrazo, levantándose para dirigirse a la cocina, donde Jisung esperaba mordiéndose las uñas.
—Esta princesa ha prometido no volver a faltar a la escuela.
—¿En serio?
—Si papi, no faltare a la escuela nunca más y tampoco te haré enojar.
—Lee Minho ¿Prometiste comprarle algo?
—No —dijo rápidamente levantando ambas manos.
Jisung levantó una ceja de forma acusadora.
—Han Hikaru ¿Qué le pediste?
—Te juro que nada —imito las acciones de Minho levantando ambas manos.
—Bien les creo, pero como me entere que me estén mintiendo, se las van a ver conmigo.
Minho se rio ante la tierna amenaza de su novio y lo abrazo por la cintura, dejando un suave beso sobre su mejilla, la pequeña hija de Jisung cuando los vio, abrazó a su padre por el cuello sonriente.
Editado: 11.01.2024