Teach me how to love ❁ Hyunin

❥. CAPÍTULO XII

Las siguiente dos semanas fueron bastantes tranquilas, durante los días que Jeongin estuvo en el albergue, fue atendido por la psicóloga del lugar, a quien pudo expresarle abiertamente todo lo que pasaba en su vida para permitir que Seonghwa llegara a esos extremos.

Hyunjin por otro lado, lo visitaba todos los días, sin falta, siempre con un detalle diferente, ya sean rosas, chocolates, cartas, dulces, galletas, dedicarle poemas, canciones.

Nunca en toda su vida se había sentido tan amado por alguien, hasta que él se fijó en él, hasta que Hyunjin le enseñaba poco a poco, que amar era bonito, que el amor no dolía.

Ese domingo por la mañana, Jeongin leía por tercera vez la carta que Hyunjin le había dejado el día anterior, sonriendo bobamente ante cada una de las palabras escritas en ese pedazo de papel, releyendo por más de 6ta vez la última línea.

No tengas miedo, voy a enseñarte a amar, mi precioso ángel.

Hyunjin

—Hyunjin —susurró para sí mismo abrazando el pedazo de papel.

—¿Innie? —la asistenta social del albergue interrumpió sus pensamientos.

—¿Pasa algo señorita Irene? —la vio con un poco de temor, pensando que eran malas noticias.

—Nada malo —le sonrió— Tienes visitas, quédate un rato mientras esa persona entra, arréglate un poco.

Sin decir nada más, la mujer se retiró de la habitación donde estaba el menor, poniendo todos sus sentidos alertas, temía que Seonghwa lo hubiera encontrado, que por error lo hubieran dejado entrar, que se lo llevara y volviera a hacerle daño.

Iba a llorar, pero recordó lo que la psicóloga le había dicho días atrás: “Aquí estas protegido, nadie te hará daño, aprende a soltar poco a poco el temor para que puedas avanzar”

No debía temer, estaba a salvo.

¿Verdad?

—¿Jeongin?

Escuchó una voz a sus espaldas que lo dejó congelado, él reconocía esa voz a la perfección, pero no se sentía capaz de girar a ver y confirmar de quien se trataba.

—Jeongin, mírame, por favor.

—No puedo —le susurró.

—Todo esto es mi culpa —la chica comenzó a llorar— Seonghwa te hizo daño por mi culpa.

El menor no pudo evitar girarse al ver a su hermana melliza frente a él, con lagrimas en los ojos, llenos de arrepentimiento y de culpa.

—Si yo no me hubiera ido… —lo abrazó con fuerza.

—Yuna —dijo por fin correspondiéndole el abrazo y sollozando sobre su hombro.

—Perdóname, soy una terrible hermana… te deje con ese maldito, mira donde acabaste por mi culpa.

—No es tu culpa, YunYun, es mi culpa —limpio sus lágrimas— Si yo me hubiera ido antes, él no me hubiera hecho tanto daño, pero pensé que cambiaria.

Yuna negó rápidamente antes de envolverlo entre sus brazos nuevamente.

—No vuelvas a decir eso, Jeongin —tomó sus manos— Tú no tienes la culpa de esto, él es un monstruo, un maldito infeliz que tarde o temprano hubiera hecho daño, él nunca debió ponerte una mano encima, pero te juro, te juro que nunca te volverá a hacer daño.

—¿Por qué nunca me buscaste? —su voz se quebró.

—Mamá me dijo que estabas enojado conmigo, dos semanas después de irme, llamé a casa preguntando por ti y me dijo que tú estabas enojado, que me odiabas —bajo la mirada— No quise creerle y como yo estaba en Daejeon regrese a casa, fui a buscarte y ella me trató horrible, me gritó que no era bienvenida y… me mostró que habías roto mis fotos, nuestras fotos… pensé que me odiabas, perdón.

—Nunca podría odiarte… yo no sabia como huir de Seonghwa, no tenia a nadie, mamá me dijo que a pesar d ellos golpes debía seguir a su lado.

—Bruja —apretó los puños— Pero te tengo una buena noticia Innie, ya no estarás solo nunca más, mi esposo y yo vendremos a vivir aquí, ya no estarás solo, aquí estoy yo.

Nuevamente envolvió a su hermano entre sus brazos, intentando hacerlo sentir protegido y a salvo, no pudo evitar dejar de sollozar, sentía que la culpa era suya, por no haberlo buscado, por no haber dado señales en esos tres años.

—Tengo miedo de que cuando salga de aqu-

—Innie, vine a recogerte —acarició su mejilla—Mañana mismo van a detener a Seonghwa, ya no habrá peligro, tu novio me dijo que tienen las pruebas suficientes paras detenerlo y sentenciarlo.

—Yo no tengo novio —frunció el ceño.

—¿No? Pero Hyunjin me dijo que eran novios.

—Estamos en proceso de serlo.

Yuna se rió ante el tierno puchero de Jeongin, despeinado su cabello.

—Pues tu futuro novio, parece una buena persona —le sonrió— Llegó a mi casa, fue muy respetuoso cuando lo hice entrar y me contó todo el infierno que pasaste, estaba tan enojada, dolida que quise venir, pero no podía porque Jimin estaba trabajando y no sabia con quien dejar a mi hija.

—Wow —la detuvo— ¿Hija? ¿Ya soy tío? ¿Cuántos años tiene? ¡Soy tío! ¡Me hiciste tío!

—Si Innie, tengo una hermosa niña de un año, se llama Yerim, ahora está en Daejeon con Jimin, pero cuando nos mudemos aquí, que será pronto, te la voy a presentar y la vas a amar.

—Ya quiero que llegue ese día.

Ambos hermanos se miraron sonrientes, achinando esos pequeños ojos zorrunos que poseían, por su parte Jeongin estaba contento de que su hermana fuera feliz, se sentía orgulloso de la familia que había formado y que pronto conocería.

Los sentimientos que estaban aflorándose en ese momento eran inexplicables, él siempre deseó una familia, ver a su hermana le dio esperanzas de que él también podría casarse con la persona correcta y formar su propia familia.

Con Hyunjin.

—¿Sonríes por Hyunjin? —bromeó codeándolo.

—No… es por mi sobrina, si por ella.

—Ajá, fingiré que te creo.

La rubia se levantó de la cama donde ambos se habían sentado.

—Alista cosas Innie, nos vamos hoy, voy a hablar con la directora del albergue para tener una mejor idea de todo lo que se hará.



#1170 en Fanfic

En el texto hay: romance, straykids, hyunin

Editado: 11.01.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.