“¡Santo Dios! ¿Qué más voy a escuchar? ¿En qué mundo estamos viviendo?” Dijo desesperado Aris ya que se había sorprendido con el hecho de que los mafiosos fácilmente hacían acuerdos entre ellos solamente por dinero y poder.
“En un mundo que es mejor, tanto como pueden, quedar al margen.” Hablo el viejo Ivanov.
“No es fácil cuando un mafioso agarró a mi hermana.”
“Aris dejemos esto por ahora, mejor resolver cualquier pregunta que tengamos. Y yo tengo demasiadas.” Pronunció y al final de la frase se echó a reír, al igual que todos los demás.
“Te escucho Freezer.” Ivanov le permitió a Nick que comenzara a hablar. Él tomó una respiración profunda e hizo la primera pregunta.
“¿Quién está al mando del imperio en Rusia dado que usted no se encuentra allí?” Inquirió Nicholas.
“Fredek Ivanov, mi hijo mayor. Él maneja el imperio, pero antes de que hagan algún movimiento, primero obtienen mi aprobación.” Hizo una pausa y luego continuó, como si quisiera encontrar las palabras correctas. “Estoy seguro de que se estarán preguntando porque razón no puedo ser el dueño de un arma, así que se los explicaré. Hace dos meses hubo un movimiento equivocado por parte de mí y murió una persona inocente. El problema no era que maté a esa persona ya que ese era mi trabajo, sino el hecho de que el hombre no tenía culpa de nada. Un mafioso, al menos en Rusia, cuando mata a una persona inocente le prohíben el uso de un arma durante un año.” Soltó.
Se quedaron mirándolo pasmados. Todavía no podían creer que la familia de Demetrio estaba enredada con la mafia.
“Vale, ahora lo he escuchado todo. Hay mafiosos que no matan a inocentes…” Susurró Aris con ojos desorbitados.
Nadie le dio importancia al comentario de Aris, y para relajar un poco el extraño ambiente que se formó en el lugar, Nick hizo una pregunta.
“No vamos a involucrarnos con la mafia si pedimos ayuda, ¿verdad?” Ivanov negó con la cabeza.
“No, no se preocupen. Tampoco habrá que devolver algo. Ya he hablado con mis escoltas en Rusia y con los de esta ciudad y nos ayudarán. Además, siempre cumplen mis órdenes.”
“Todavía no he entendido como puede ayudarnos, señor Ivanov.” Hablo Aris, pasando la mano por su pelo.
“La única forma de traer a Lizbeth en España es que deje Mariano a perseguirla.” Una sonrisa apareció en su rostro. “Esto solo sucederá si se cancela el trato.”
“Esto es imposible que suceda.” Entró Nick en la conversación. Suspiró y continuó, diciendo: “Mariano no cancelará el trato incluso si el mundo se destruye.”
“Tranquilícense los dos, no he terminado.” Dijo con tono serio el hombre de la mafia rusa. “Lo voy a forzar. Fredek hace mucho tiempo hizo un trato con Ritsi. El padre de Mariano consiguió mucho dinero y mi hijo se quedó con su propiedad, Alessia.”
Aunque todo esto lo sabían, no hablaron. Demetrio se los contó porque confiaba en Nick y Aris, y si le decían a Ivanov que ya se enteraron de todo, el hijo menor y el padre se pelearían.
“¿Fredek vive con la hermana de Mariano en Rusia debido a un trato?” La voz de Nicholas temblaba.
Parece que las personas venderían su alma al diablo para obtener dinero.
“Si. Como Lizbeth es propiedad de Mariano, también lo es Alessia Ritsi de mi hijo.” Explicó mejor el señor Ivanov.
“La conversación terminó. Tenemos que ir a Italia lo antes posible.” Dijo Aris inquieto. Esperaba que no fuera demasiado tarde…
“En Italia debe ir Fredek con Alessia, de lo contrario, nadie confiará en la palabra del otro. El acuerdo será cancelado solo si todos están presentes. Mañana, a las diez de la mañana, es nuestro vuelo.” Hablo el padre de Demetrio con tono serio mientras su mirada era diferente, la forma en que te miraba era como si escondía algo.
De hecho, el mafioso ruso escondía algo, y cuando el resto lo descubriera sería muy tarde para evitarlo…