En la mañana siguiente, Nick despertó muy temprano. La razón por la que había abierto los parpados desde las siete de la mañana no era solamente el llamo de su hijita, sino también la preocupación que sentía que destruía cada segundo su paciencia. No aguantaría por mucho para que Demetrio le llamara, seguramente primero lo haría Nicholas. El protector anterior le prometió que insistiría en reunirse en la mansión Heat a partir de las siete. Nick estaba ardiendo mirando constantemente su reloj.
Se dirigió a la habitación de Alina y tocó el pómulo frio de la puerta en el momento en que su hermana junto con su hijo, salieron de la habitación.
“¿Qué pasó hermanito? Despertaste muy temprano hoy.” Comentó Erika e inmediatamente se dio cuenta por el profundo respiro de su hermano que hoy algo sucedería.
Ayer le había preguntado a su esposo cuando Demetrio se marchó con su padre sobre todo lo que habían dicho, pero él simplemente respondió una respuesta seca: «hablaremos más tarde» y se encerró en su despacho. Aunque le molestó la forma en que la habló, no dijo nada. Entendía perfectamente en que situación estaba Aris. Ya han pasado casi tres semanas y Liz todavía estaba en Italia con el mafioso más peligroso de su país.
“No pude dormir.” Le dijo, quedando inmóvil, con la mano apoyada en el pómulo.
“¿Pensabas a Lizbeth?” Preguntó y sin evitarlo, una sonrisa apareció en los labios de la mujer.
“Deja de tener pensamientos románticos.” Dijo Nick, tratando de ocultar la sonrisa que insistía en revelarse. “Solo me preocupo, como todos aquí.”
“Aris no habla con nadie.” Le dijo a su hermano, quien dejó el pómulo libre y la miró. “Desde ayer se ha encerrado en su despacho y salió solamente para dormir unas horas en su cómoda cama.”
“Iré a verlo. ¿Puedes quedar con la pequeña un rato? Está llorando desconsoladamente.”
“No te preocupes Nick, yo me quedaré con Alina.” Sonrió tranquilizando a su hermano.
Nicholas se dirigió hacia las escaleras y tras de bajar todos los escalones que conducían al primer piso, avanzó hacia el despacho. Golpeó la puerta y esperaba unos minutos hasta que Aris desbloqueara y abriera.
“¿Qué quieres Freezer?” Preguntó con indiferencia. De repente, sus ojos se desorbitaron y comenzó a observar la sala de estar. “¿Llegó la familia Ivanov?”
“Aun no. Es muy pronto para que aparezcan aquí.” Nick mientras hablaba, observaba el rostro cansado y apagado de su cuñado. “Aris, necesitas descansar un poco.”
Aris gruñó y pasando cerca de Nick, avanzó hacia el centro de la sala donde se encontraban los asientos. Se sentó en un sillón y en ese momento era que miró una vez más su cuñado.
“Estoy bien. No voy a cerrar un ojo si mi hermana no está aquí.” Nicholas no respondió a las palabras de Aris. No podía decir nada. Era un hermano que se preocupaba por su hermana pequeña. Y él en su lugar, haría lo mismo.
Ahí donde estaba sentado Aris y Nick frente a él, el timbre sonó. Heat se puso de pie abruptamente y corrió hacia la puerta principal. Nicholas se levantó mientras le gritaba que se detenga.
“Aris espera, no…” Pero antes de que Nick pudiera terminar con lo que quería decir, él ya había abierto la puerta.
“Buenos días.” Saludó Demetrio y Aris tras de hacerse un lado, el joven y su padre entraron a la casa.
Nick se acercó a Demetrio en el momento en que el hermano de Liz cerraba la entrada principal, tragando con dificultad. ¿Por qué vinieron una hora antes?
“No cierra, señor Heat, vendrán los demás.” Habló Ivanov y Aris frunció el ceño, confundido.
“¿Los demás?” Preguntó.
“Mis guardaespaldas, los necesito ya que no puedo tener una arma.” Explicó el padre de Demetrio.
“Entiendo.” Ciertamente, sería mejor llevar a Italia a los escoltas del poderoso mafioso. Son más experimentados, entrenados para esos asuntos.
Los escoltas del mafioso ruso aparecieron en su campo de visión, y después de que entraron en el interior de la casa al escuchar la orden de Ivanov, Aris extendió la mano para cerrar la puerta.
“Aun no.” Esta vez el que habló fue Demetrio.
“¿Estamos esperando a otros escoltas?” Preguntó Nick impaciente. “Si es así, diles que vengan rápido. Mejor hablar una vez más sobre el plan antes de que nos vayamos.”