Nicholas sentía que su corazón latía a mil mientras Liz le daba miradas rápidas bajo la supervisión constante de Aris. Desde el momento en que su pequeña había entrado en la mansión Heat, Freezer empezó a sentir sus manos entumecerse. Se puso nervioso solo por su presencia. ¿Qué pasaría después? Si Lizbeth lo abrazaba, ¿él cómo reaccionaría?
Aris observaba su cuñado que no paraba de mirar de un modo penetrante a su hermana. Tenía que calmarme. Pronto tendría que verlo a lado de Liz como su guardaespaldas. Había hecho una promesa, y la cumpliría. Su hermana había regresado de España sana y salva, y eso afirmaba que tenía que dar el trabajo a Nicholas. Además, ¿Quién cuidaría mejor a su hermana que no fuera el mismo hermano de su esposa?
“Danos a Lizbeth, y luego, nosotros te entregaremos a tu hermana.” Habló Vladimir Ivanov con tono serio, dirigiéndose a Mariano Ritsi.
El mafioso italiano echó un vistazo a la chica asustada que durante tres semanas la tenía prisionera en Italia, antes de dirigir su mirada en el mafioso ruso. Sin embargo, no dio ninguna respuesta, algo que molestó al padre de Fredek y Demetrio. Vladimir lanzo una mirada asesina a Mariano, y en ese momento, sacó un arma de su bota izquierda. Todos los presentes se quedaron mudos, con los ojos desorbitados.
Al fin y al cabo Vladimir escondía secretos y decía mentiras. No le han prohibido usar un arma, y Demetrio lo sabía. Pensó Nick y la decepción en su rostro era evidente.
“No lo voy a repetir, Ritsi, y sabes muy bien que mi paciencia tiene límites. ¡Danos a Lizbeth!” Elevó el tono de su voz en la última frase.
Mariano lo miró con un gesto altanero mientras que Vladimir miraba fijamente a Liz y a veces al mafioso. El italiano no aceptaría tan fácil, al final lo haría porque no tenía otra opción, pero probablemente todo esto terminaría en una tragedia.
“Mariano, deja libre a la chica.” Pidió Nicholas teniendo su mirada continua sobre Liz, quien este momento se encontraba perdida en sus pensamientos.
“No acepto ordenes tuyas, Freezer.” Gruñó Ritsi e inmediatamente se dio cuenta de que él comenzó a acercarse a Lizbeth, quien trataba de escapar de los secuaces. “¿Sabes, amor mío, que hizo Nick el que tanto aprecias?” Dijo dirigiéndose a la chica. Ella negó con la cabeza y luego echó un vistazo a Nicholas, quien inmediatamente bajó la cabeza, evitando mirarla a los ojos.
Esta vez, no quería mirarla porque se avergonzaba. Estaba avergonzado de lo que había hecho en el pasado. Tenía la culpa de muchas cosas, de su desgracia, de la perdida que sentía. Si Liz se enteraba qué hizo en el pasado, lo odiaría. Dejaría de sentir simpatía por él, y la rabia abrumaría su corazón.
“¿Se lo dirás tu o yo, mi amigo?” Preguntó Mariano a Nick. El guardaespaldas no respondió. Quedó perplejo mirando al mafioso.
Y ahora, ¿Cómo evitará este escándalo que está por venir?
“Mariano, no es el momento de recordar el pasado. No tienes el derecho de hablar.” Dijo con enojo. Levantó la mirada y la dejó en Lizbeth buscando algo en sus ojos, como si quisiera ver si había entendido algo de todo esto.
El mafioso italiano se echó a reír, y eso enfadó a los presentes y aún más a Nick. Por otro lado, Lizbeth había fijado su mirada en Freezer haciendo un gran esfuerzo para entender aunque sea un poquito lo que Mariano escondía detrás de sus palabras. Pero, era difícil. Era como si todos estuvieran hablando con códigos.
“Te prometí que si te ibas de la mafia, no te mataría, pero lo pagarías de la peor manera. Mi venganza ha comenzado, Freezer, y los que te aman te odiarán.” Soltó con odio y tras de dar un paso adelante para estar cerca de Liz, continuó: “Nicholas que tanto admiras, era mi escolta desde sus catorce años. Me cuidaba de drogadictos, personas que no pagaban lo que debían a otros mafiosos. Fue uno de mis mejores guardaespaldas. Le tenía mucha confianza, hasta que sintió remordimientos por un incidente y abandonó la mafia.”
Silencio absoluto. Nadie habla, solo se miran entre si tratando de entender las palabras de Mariano, quien tenía una sonrisa pintada en sus labios.
Lizbeth comenzó a darse cuenta de lo que el mafioso decía, tenía que ver con ella. Nicholas era el escolta de Mariano desde su adolescencia, es decir cuando la chica apenas..., ¿Freezer seguía cuidando al mafioso italiano cuando el padre de la pequeña Liz había hecho un trato con él? Probablemente, y si era así, su reacción no sería buena…en absoluto.