Capitulo 28

Han pasado minutos desde el momento en que corrió hacia él para acurrucarse en sus brazos, como un pájaro que se esconde dentro de su propio nido.

“Señorita.” Pronunció de una manera lenta y fue en ese entonces cuando la chica alejó un poco la cabeza para poder mirarle a los ojos.

“¿Pasó algo?” Preguntó Liz con tono preocupado.

Nicholas sonrió sin darle una respuesta. Quería hacerlo, pero sentía las palabras atascadas en su garganta. ¿Por qué era la única mujer a la que podía acercarse sin tener ataques de pánico? ¿Por qué le atraía, como si una cuerda invisible lo estuviera empujando hacia ella?

“Nicholas, ¿qué pasó?” Intentó alejarse pero su guardián tenía otros planes para ella. Nick la quería cerca de él porque lo calmaba. Además, eso lo que le había dicho su psicólogo.

Lizbeth Heat sería la ayuda para olvidar a Eva, su ex esposa.

Su mano había sido envuelta alrededor de su cintura como si estuviera aterrorizado en la idea de perderla. La chica se quedó mirándolo sorprendida.

“¿Por qué es la única chica a la que puedo tocar sin sentir asco?” Hizo la pregunta, pero como no esperaba su respuesta, continuó: “¿Por qué siento que me estoy perdiendo en un lugar donde hace años no me he perdido?” Elevó un mano y le acarició la mejilla, mientras que la otra aún se encontraba en su cintura, teniendo a la chica prisionera entre su cuerpo.

“¿Qué quieres decir con eso? Nicholas, no entiendo.” Mentiras. Solo por su intensa mirada lo había entendido todo.

No le era indiferente. Pensó Lizbeth.

Mordió los labios y este movimiento llamó la atención de Freezer. Suspiró, mirando fijamente a su boca. Ha pasado un tiempo desde su primer beso y anhelaba probarlos de nuevo. Pero, temía que lo empujaría. Probablemente pensaría que solo la iba a besar para consolarla. Creería que estaba burlándose de ella, ya que ni siquiera habían abierto una conversación sobre el primer beso. Era como si lo ignoraba.

“Desde que Eva me engañó con ese hombre, no podía tolerar el contacto del sexo femenino. Sentía que me estaba ahogando, hasta que te conocí.” Hizo una pausa para tomar una respiración profunda y luego continuó: “Tu presencia me tranquiliza, tu toque me provoca escalofríos en todo mi cuerpo. Liz, no sé qué hacer para dejar de pensar en ti.”

“Nicholas...” Susurró la chica sin tener la fuerza para decir algo más.

“Sé que está mal debido a varios obstáculos. Sé que…” Trató de seguir, pero la palma de Liz situada sobre sus labios, interrumpió a Nicholas.

“Debo decirte algo sobre Eva.” Habló Liz y él negó con la cabeza.

Nick finalmente, después de tantos meses, consiguió confesarle todo lo que sentía cuando estaba cerca de ella, ¿y Lizbeth lo único que pensaba era hablarle de la mujer que le rompió el corazón, de ella que había estado tratando de olvidar desde hace tiempo? Empezó a calmar su dolor y su protegida ahora venía a abrir las heridas de un amor del pasado.

“Lo que sea que tengas que decirme sobre esa mujer, no quiero saberlo.” Lentamente bajó la mano de su mejilla como si le doliera, y la dejó libre al lado de su cuerpo. “No me interesa Eva, ya no.” Dijo dando un paso atrás para poner una distancia normal entre la relación de escolta – protegida.

“Nicholas, es muy importante lo que quiero decirte.” Insistió, mordiéndose los labios. Fue muy difícil tomar esa decisión, decirle que Eva está en Italia…, con el mafioso. “Eva…”

“No quiero saber, señorita.” La interrumpió volviendo al plural.

Lizbeth permaneció en silencio, teniendo la mirada constantemente a los ojos de Freezer. ¿Realmente había olvidado a su ex esposa, o aún la amaba?

“Mejor informar a su hermano que venga. Es tarde.” Murmuró y en el momento en que hizo el movimiento para dar la vuelta, para salir de la habitación, la chica unió la mano con la suya y lo atrajo hacia ella.

De los labios de Nick salió un grito, y sorprendido quedó observando la palma de la mano de Lizbeth, que se encontraba colocada en su pecho. Inconscientemente, su mano izquierda se envolvió alrededor de su cintura, mientras que su mano derecha, se enganchó en su hombro. Con movimientos lentos y sensuales, Liz dirigió a al cuello de Nick sus dedos, que temblaban como la voz del hombre que estaba parado cerca de la chica mientras pronunciaba repetidas veces su hermoso nombre. Al mismo tiempo que Freezer la miraba profundamente a los ojos y sus manos acariciaban partes de su cuerpo, Lizbeth tenía la mirada desviada a sus labios. Tan provocativos, con sabor a menta como recordaba. Necesitaba sentir su respiración enredarse con la suya. No era solo una necesidad, eso es todo lo que quería.