Teach me to love (libro #1)

Capitulo 31

Al mismo tiempo en la mansión Heat, España.

 

Lizbeth se encontraba en los brazos de su guardaespaldas mientras que él tenía la mano levantada y acariciaba su pelo. La chica, por un momento, cerró los parpados y su mente se trasladó a su segundo encuentro. Ese encuentro fue trágico, tempestuoso, pero la atracción fue evidente desde el primer minuto en que sus cuerpos se tocaron, mucho antes de que sus ojos se contactaran.

 

En ese instante sintió que su corazón latía a ritmos locos, y cuando su cuerpo la había empujado hacia el capó del vehículo, todo en su cabeza se convirtió en un desastre. Aunque quería negarlo, todo dentro de ella había reconocido su otra mitad. Su compañero. Era del destino conocerse y, aunque muchos obstáculos habían entre ellos, Liz haría lo que pudiera para saltar con el resultado de lograr aparecer al otro lado del obstáculo. Porque cuando estaba con Nicholas, volaba en las nubes.

 

 

“¿En qué estás pensando, mi niña?” Preguntó Nick preocupado y entonces, la apretó aún más en sus brazos como si de esta manera quisiera mostrarle que estaba ahí para escuchar cualquiera cosa que la inquietaba.

 

 

La voz tranquila de Freezer la alejó de sus pensamientos. Una sonrisa de felicidad se extendió a sus labios y él cuando se dio cuenta de la alegría que causó a la chica debido a que ahora estaban juntos, en algún tipo de relación más allá de lo profesional, el sentimiento del cariño intenso y del lazo personal huyó y entró en su corazón, permaneciendo prisionero durante unos minutos.

 

 

“En nuestro segundo encuentro, aunque no nos conocíamos.” Le confió Liz y Nick se rió cuando recordó a la mujer rubia y diabólica de ese momento del pasado.

 

“Ese día será inolvidable para mí.” Dijo y se sorprendió de haber empezado a hablar de aquellos días en que la había conocido. No solía hablar de lo que sentía, era difícil destruir el muro que había construido hace unos meses. Pero de alguna manera extraña ésta vez, aunque poco, el muro empezó a derribarse. En algún momento, en el futuro, la chica con la ternura que le daba, hundiría por completo el muro que Nicholas había construido.

 

“¿Enserio?” Un asombro pareció cubrir su rostro lleno de felicidad. Nick solo asintió dándole a la chica de esta manera el derecho de hacer cualquier otra pregunta que quisiera, y así fue. Continuó: “¿Por qué razón será inolvidable?”

 

 

Mordió los labios y clavó sus ojos en ella. Descubrió que Liz ya lo estaba mirando, básicamente su boca. La chica tragó con dificultad.

 

 

“Porque te conocí.” Respondió su escolta.

 

“Pero me conociste esa noche, bajo la lluvia.” Le dijo confuso.

 

“Recuerdo el momento en que casi me golpeas con el coche, pero no mucho. El primer encuentro la verdad es que me sorprendió, pero el segundo fue el golpe final.” Confesó.

 

“No sé qué decir sobre eso…” Susurró y justo después cerró lentamente los parpados cuando sintió el suave toque en su mejilla.

 

 

Un toque que le causaba escalofríos en todo su cuerpo, haciéndola perderse en el camino del amor.

 

Ahora podía decirlo, aunque solo para sí misma, se había enamorado de Nicholas Freezer.

 

 

“No digas nada, solo…bésame.” Le pidió y la chica sin querer negarse, inclinó la cabeza hacia adelante hasta que sus labios tocaron a los suyos.

 

 

Colocó la otra mano también en su mejilla y la besó intensamente. Su lengua irrumpió en su boca sin permiso y un suspiro escapó de sus labios.

 

Le tomó unos segundos para responder a su caricia hambrienta y urgente. Sabía a chocolate.

 

Un gruñido brotó de sus labios cuando Liz se permitió a sí misma deslizar sus manos alrededor de su cuello. La caricia de su protegida era destructiva. Estaba confundido. Esa mujer podría ser su perdición.

 

Pasaron unos segundos más y fue en ese entonces cuando rompieron el beso. Sin embargo, Lizbeth era incapaz de volver a la realidad. Apoyó su frente en la suya mientras trataba de recuperar el aliento, como lo hacía Nicholas. Ella no era capaz de abrir los ojos para enfrentarlo.

 

 

“Lizbeth, quiero que vengas conmigo al psicólogo.” Dijo a su protegida y en ese momento, movió los parpados para ver a Nick directamente a los ojos.

 

 

Pero, eso no sucedió porque su guardaespaldas permaneció con los ojos cerrados, como si no quisiera perder todo lo que le hacía sentir a través de éste beso.

 



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En el texto hay: peligro, mafia, secretos

Editado: 28.09.2019

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