Teach me to love (libro #1)

Capitulo 44

Todo puede convertirse en cenizas y desaparecer con la ayuda del viento, en la atmósfera.

 

Nicholas había perdido cualquier esperanza que tenía para ser feliz con una mujer. Sentía como si el universo fuera contra él, como si lo estuviera golpeando sin piedad. Después del engaño de su ex esposa, había encontrado nuevamente la compañía de una chica y probablemente mucho antes de lo que pensaba, el amor.

 

“Nick, sé que es difícil para ti comprender todo eso y entiendo totalmente que no quieras cuidar al hijo de un mafioso. No quiero que pienses…” Comenzó a decir la chica, pero el guardaespaldas la interrumpió.

 

“Tienes razón Lizbeth, me es difícil tomar una decisión. Toda ésta situación me supera.” Dijo y tragó con dificultad. Bajó la mirada al suelo porque era incapaz de mirarla constantemente a los ojos.

 

¿Se decepcionó? ¿Siente asco ahora que se enteró de que otro hombre me ha tocado? Éstas preguntas paseaban por la mente de la chica, poniéndola triste.

 

El hombre que amaba ya no quería estar con ella debido a su embarazo. No podía enseñarle lo que es amar, no iban a hacer planes juntos ni hijos que tanto anhelaba tener en un futuro.

 

“¿Qué quieres decirme, que te da asco solo al pensar que otro hombre me tocó?” Habló ella tratando de mantener la calma.

 

“No es cualquier hombre, Liz, ¡es Mariano Ritsi!” Elevó el tono de su voz, algo que sorprendió a la chica.

 

Permaneció en silencio mientras él todavía tenía los ojos clavados al suelo. Después de cuarenta segundos de silencio absoluto, Nick finalmente tomó la decisión de levantar la mirada de modo que pudiera mirarla directamente a los ojos.

 

“Liz…” Pronunció su nombre de manera dulce, haciendo un esfuerzo por acercarse a ella. Pero ésta vez era ella quien retrocedió.

 

Se detuvo cuando se dio cuenta de que su protegida ya no quería tenerlo cerca. Y tenía razón porque Nicholas le dijo, aunque de manera indirecta, que no quería hacerse cargo del hijo del mafioso.

 

“Mariano es un enemigo para mí. Perdóname pero me es imposible criar a su hijo. Ese niño dentro de tu vientre no tiene la culpa, y no quiero lastimarlo, porque seguramente en algún momento se dará cuenta debido a mi mirada que no lo quiero.” Dijo negando con la cabeza.

 

“¿Ésta es tu decisión final? ¿Me dejarás?” Preguntó sabiendo que Nicholas no iba a criar el bebé que tenía dentro aunque continuaran teniendo una relación…ni eso podría suceder.

 

“Nunca te dejaré, cariño, siempre estaré a tu lado para cuidarte.” Se lo prometió. Una promesa que ella no creía que la cumpliría.

 

¿Cuánto tiempo más soportaría Freezer estar cerca de ella, mientras que su vientre crecería? ¿Días, semanas, meses, años…? No lo sabía.

 

“Es decir, haciendo tu trabajo…” Susurró. Un suspiro escapó de su boca y Nick se sintió responsable de su estado de ánimo.

 

“Te protejo pero no porque sea mi trabajo, lo hago porque simplemente lo quiero. Siento que necesito verte a salvo. No sé qué me va a pasar si te sucede algo.” Susurró dando dos pasos hacia adelante para quedar justo en frente de ella.

 

La chica quedó inmóvil y esto dio como resultado, que sus dedos se tocaran. Hizo éste movimiento sintiendo el terror abrumarlo mientras ella lo miraba directamente a los ojos. No podía viéndola a los ojos saber lo que pensaba.

 

“pero yo no sé si podré estar a tu lado sin tocarte…” Dijo en voz baja, tan baja que apenas Nick la ha escuchado.

 

La mano que el escolta tocaba, se movió hacia arriba. Comenzó a subir a su brazo, provocando al hombre un estremezco en todo su cuerpo. Finalmente, la palma de su mano terminó estando sobre su cuello. En ese parte, Nick sintió como si se le cortaba la respiración. Tragó con dificultad e inhaló lentamente.

 

“Sin dejar besos en tu piel cálida…” Continuó diciendo y una sonrisa apareció en sus labios cuando notó que Nicholas ya estaba hipnotizado. Mientras decía éstas palabras, acercaba a su rostro hacia el suyo. Pero, esto no se dirigía hacia allí sino a su cuello expuesto.

 

Sus labios, que temblaban, tocaban su piel. Nick por un momento se estremeció hasta que la chica dejó de besarlo en el cuello. Quiso alejarse de su guardaespaldas, pero su mano se envolvió alrededor de su cintura, encerrando a Lizbeth entre sus brazos.

 

“¿Qué intentas hacer pequeña seductora?” Dijo en voz baja, bajando la mano que se encontraba en su cintura, a sus nalgas. En esa parte la apretó hasta que su dulce voz llegó a sus oídos.



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En el texto hay: peligro, mafia, secretos

Editado: 28.09.2019

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