05.- VISIONES CONFUSAS

Como lo esperaba, los murmullos y miradas de todos se habían intensificado. Aunque no podía culparlos. Simplemente se sentían amenazados y no sabían de qué otra manera reaccionar. Un sentimiento que yo conocía muy bien, pues había lidiado con esa sensación durante un largo tiempo. Aun así, no podía evitar sentirme realmente afectada por todo aquello. No podía ignorar el hecho de que estaban tras mis pasos, y si no corría lo suficiente, podrían alcanzarme.

Después del incidente, no me habían vuelto a dejar caminar sola por ningún motivo. Cosa que me parecía asfixiante, pero comprendía el motivo e incluso agradecía su preocupación. Solo me resultaba extraña tanta protección cuando siempre había lidiado con todo sola. Pero era algo a lo que esperaba acostumbrarme.

Otro punto bueno es que Sawyer no me había insistido más, tal vez porque no le había dado la oportunidad o porque se limitaba a mirarme desde la distancia. Hecho que era igual de molesto, pero no pensaba hacer nada al respecto si no me demostraba que podía ser realmente peligroso. Tenía muchas más cosas en las cuales pensar.

En esos momentos me encontraba tratando de disipar una de ellas, pues estaba en la sala de espera de la comisaría. Había tomado la iniciativa de ir a visitar al detective Forester para saber los nuevos avances, pero me topé con la sorpresa de que se encontraba en una reunión importante. Aun así, decidí esperarlo hasta que terminara. No tenía otra cosa mejor que hacer, más que tarea, pero esa podría esperar sentada un rato más.

Karine había hecho mi estadía más amena. Aunque realmente los chismes fueron lo que más llenó nuestra conversación. Siendo tal vez el más sorprendente el hecho de que parecían estar intentando tener una relación con el detective, lo cual me esperaba por la manera en que los veía mirarse, pero no dejaba de preguntarme ¿cómo sucedió? No pude preguntárselo, pues fue llamada por un desafortunado incidente del cual no supe más.

Finalmente, mi espera terminó.

—Señorita Kathrina, el detective Forester puede recibirla ahora —anunció una oficial con tono neutral.

Me levanté de inmediato, alisando mi chaqueta antes de dirigirme hacia su oficina. La puerta estaba entreabierta, y tras empujarla suavemente, lo vi sentado detrás de su escritorio. Su expresión seria y concentrada se suavizó al verme entrar.

—Ah, Kathrina, justo estaba pensando en ti —dijo Forester, señalando la silla frente a él.

—De manera positiva, espero —respondí con una pequeña sonrisa mientras tomaba asiento—. Considerando nuestros inicios.

El detective soltó una ligera risa.

—Algo así ¿no podrás superarlo? —negué divertida, viendo en su rostro como parecía estarme detallando—. Me alegra que hayas venido de todas maneras. Hay noticias sobre el caso de tus padres.

Mi corazón dio un vuelco al escuchar esas palabras.

—¿Qué tipo de noticias? —pregunté, inclinándome ligeramente hacia adelante.

Forester tomó un documento de su escritorio, lo hojeó rápidamente y luego me miró directamente.

—El caso ha sido reabierto.

El aire pareció volverse más pesado en la habitación. No estaba segura de cómo procesar la información. Los últimos días había estado pendiendo de una cuerda floja ese asunto, haciéndome perder toda esperanza de que pudiera ser reabierto.

—¿Reabierto? Pensé que ya no había más pistas por seguir —murmuré, con el ceño fruncido.

—Lo creíamos, pero han surgido nuevos detalles. Parece que alguien está dispuesto a hablar, alguien que no lo había hecho antes. No puedo darte demasiados detalles aún, pero es una oportunidad que no vamos a desperdiciar.

Mis emociones eran un torbellino. Esperanza, miedo y escepticismo luchaban por tomar el control. ¿Por qué había aparecido justo en ese momento?

—¿Quién está hablando? ¿Qué tipo de información tienen? —mi tono era más urgente de lo que pretendía, pero no podía evitarlo.

Él se tomó un momento para responder, como si eligiera cuidadosamente sus palabras.

—Un testigo que aparentemente fue amenazado en el pasado. Ha mencionado haber estado presente la noche del incidente. Sin embargo, necesitamos corroborar todo antes de dar un paso en falso.

—¿Y por qué hasta ahora? —inquirí, sintiendo una mezcla de frustración y curiosidad—. Han pasado años.

—El miedo hace cosas terribles, Kathrina. Quizás las circunstancias han cambiado, o tal vez su conciencia no le permitió guardar el secreto por más tiempo —explicó con paciencia, a lo que no me quedo más que asentir—. Además de que el poder de tu familia es inimaginable, sabes muy bien cuantas trabas nos puso Sthepano.

Me senté lentamente, tratando de asimilarlo. Estaba consciente de todo lo que había hecho el hermano de mi padre para evitar que se reabriera, pero no podía acabar de concebir que él estuviera relacionado.

—Supongo que eso es algo positivo… aunque no puedo evitar preguntarme si esto nos llevará a algo concreto.

Forester dejó escapar un suspiro.

—Esa es la esperanza. Pero hay algo más que debo decirte, y creo que es vital que estés informada.

El cambio en su tono hizo que me enderezara en mi asiento.