-Cumple el destino que te implanto el mundo. Cumple el objetivo que te implantó el cielo. Cumple la misión que te implantaras tú mismo. Cumple los deseos que anhela tu existencia.
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Cumplo perfectamente dos razones por las cuales morir. ¿Por qué aún no estoy muerto? ¿Es por algo estúpido como que se olvidaron? ¿Es porque me necesitan por algo? Si le sigue dando vueltas, me quemare el cerebro. Aún faltaba mucho para la guerra que se acerca; debía de empezar a prepararme de verdad.
—¿Qué lees? —Pregunto Liry, apareciendo de la nada.
—Nada especial... solo un viejo libro que encontré por ahí. —Respondió discretamente, sin levantar sospecha.
—Mmm... creí que ya habías leído todos los libros de aquí... que te interesaran. —Una mirada penetrante y a la vez desinteresada se fijo en aquel que yacía sentado bajo sombra de un árbol.
—Como ves, parece que aún hay algunos que no he encontrado. De todos modos, ¿Qué haces aquí? pensé que estabas entrenando con Sara y Samael.
Ya habidos mencionados, estaban ambos en el campo frente a nosotros, chocando una y otra vez sus armas sin parar a una velocidad sin precedentes. Parecían disfrutarlo, sin signos de cansancio alguno.
—Esos dos son unos monstruos cuando pelean, aunque pude incluirme con los dos... de cierta forma, preferí irme a que terminar peor que lastimada, jeje.
—Ya veo.... ¿y los demás?
—Pues, me dijeron que aún son algo inexpertos con sus reliquias, así que decidieron practicar en solitario con sus armas.
—parece que todos están ocupados preparándose.
—Pues claro, un demonio entro fácilmente en el Cielo y nos declaró la guerra, y así como apareció, se esfumó. Además, Dios aun no sale de su habitación desde que dio la orden de alistarse para lo que sucederá, paso todo tan de repente que todos están apurados. —Su mirada y pensamientos situados en una pelea de dos, en un momento hicieron una conexión mental. —Ahora que lo pienso, a ti te veo extrañamente relajado.
—Ya estoy pensando empezar con mi entrenamiento. Dedicarme a leer no es que vaya a mejorar mis habilidades.
—¿En serio?, desde hace dos meses que nos declararon la guerra solo te he visto leer y leer libros. ¿Exactamente qué fue lo que hiciste en este tiempo? —Dijo mientras se acercaba poco a poco.
—Es un secreto. De todos modos, no es importante. Tranquilízate, ya es hora de que empiece a comprender a "cierta persona".
—Ok, no preguntare más. En fin, me tengo que ir a por esos dos monstruos. hablamos luego, si es que tendré un "luego". Adiós.
—Diviértete, supongo...
Casi me descubre. No puedo dejar que nadie me vea leyendo ese libro. Ya es tiempo de entender mejor a Fallen Rose... quiero saber por qué razón se daría por muerto a cualquiera que la logre empuñar.
—Ya te ayudé con tu "búsqueda", supongo que ya es momento de prepararse para la confrontación, ¿no? —Hablo quien anteriormente reía del cansancio de otro, Fallen Rose.
—Así es, por ahora no es momento de buscar una muerte segura en este lugar sagrado, tengo que prepararme para "él".
—Al parecer ya conoces el destino que te depara con solo empuñarme. Y con "él" te refieres a aquel demonio que irrumpió, ¿no es así?
—Exacto, pensé que había más posibilidades de llevar el mensaje de guerra sin ir directamente al territorio enemigo. Además, el demonio era poderoso, podía sentirlo en el aire. Aparte de eso, me miró fijamente antes de irse. Creo que había un segundo mensaje, más específicamente un mensaje para mí.
—Tiene sentido, tu no pasaste desapercibido en la pelea con las hordas de Bestias, no es descabellado creer que uno de los sirvientes directos de Lucifer quiera tener una pelea contigo.
—Lucifer, ¿eh? Justo por eso necesito saber todo lo que me puedes ofrecer.
—Nuestro contrato implica que yo te quite dos cosas sin importar cuales sean, por lo cual, a cambio te daré el poder necesario. Tu ya eres el usuario de ese poder; simplemente necesitas descubrir todo lo que abarca y dominarlo.
—En ese caso, enséñame todo lo que puedas, hasta lo más mínimo.
—Qué remedio... está bien, de todos modos, no tenía intención de negarme, después de todo, eres mi dueño. Te enseñare a cómo controlar mi poder y a que desates todo su potencial.
Tenía que acumular la suficiente experiencia con Fallen Rose en el tiempo que me quedaba, sospechaba que aquel emisario del Infierno tenía algo en contra mía, necesitaba el poder suficiente para no perder si llegase la hora de enfrentarlo... o por lo menos poder huir.
Tanto yo como los demás teníamos la meta de ganar esta batalla que se aproxima. Teníamos el deber de seguir viviendo después de todo esto... o al menos eso era lo que pensaban los demás. Solo tengo el deber de descubrir por qué aún no estoy muerto... por segunda vez, y resolver otras dudas que le tengo al mismo ser que me creó. No me gusta ser el títere de alguien que tiene tantos secretos tras su espalda.
No tengo el más mínimo interés de participar en esta guerra. No puedo darme el lujo de considerarme el centro de todo esto que está pasando. Hace mucho que no veo a las personas que alguna vez conocí. No sé si algunos murieron en el transcurso de todo este tiempo o qué pasó con sus vidas, aunque tampoco es que me interese, no del todo.
El tiempo transcurrió como si de un salto se tratase, ya ha pasado casi un año de la declaración. Dios no ha salido de su habitación en ese tiempo. Los ángeles que lo custodian no dan ninguna explicación ni permiten el paso a nadie. Por otro lado, se logró identificar qué era aquella "capa de tres lados" que nombró la bestia moribunda de aquella ocasión. Al parecer, era una especie de barrera que separaba los territorios del mundo terrenal, Celestia y el Infierno. Y, como toda barrera, protegía, más directamente, el mundo terrenal de cualquier interrupción.
Esto le da sentido al hecho de que nadie del mundo humano pueda ser consciente de la destrucción que ocurre en cada pelea. El propósito de aquella invasión era debilitar dicha barrera para este momento, pues, el Infierno quiere involucrar al mundo terrenal en la guerra. Este mismo objetivo lo lograron a duras penas gracias a mi intervención con Fallen Rose. Fue justo porque la barrera estaba débil que aquel demonio logró entrar a Celestia sin complicaciones, no obstante, aun se desconoce el medio exacto por el que logro ingresar.
Editado: 09.06.2025