Constantemente, sigo teniendo el mismo sueño... una y otra vez...
Estoy en un mar sin color, sin sonido, mirando un cielo nocturno iluminado al rojo vivo. Un extraño eclipse solar, y mi cuerpo sin capacidad de sentir frio o calor. Solo una vana tristeza que siento que no me pertenece. Luego de un tiempo, escucho claramente sonidos de pasos suaves, siendo que ni el agua produce sonido alguno, esos pasos que cubren ese silencio. Era un chico, uno que jamás conocí, uno que me observaba por tanto tiempo, que no se si pasaron días, meses o años viéndome, luego, agachándose lentamente, posa su mano sobre mi rostro sin razón aparente, su mano cubre mi vista, pero no siento incomodidad alguna, solo siento... una triste calma. Luego, este chico retira su mano de mi, da media vuelta, mostrando intención de marcharse, sin embargo, sin importar cuantas veces pase el mismo sueño, sin importar que olvide sus palabras, siempre pronuncia lo mismo al irse:
"Cuando la negra luna cubra el sol y tiña el mundo de rojo y oscuridad, cuando ese momento llegue... Liry, sabrás a quien debes proteger".
—¿Otra vez... el mismo sueño? Ya me está empezando a cansar lo mismo...
1/03/XXXX
Ya ha pasado un mes desde que termino aquella corta y larga pelea, aun con diferencia de lo que muchos dicen, en esta lucha se perdieron una gran cantidad de vidas... y otros se marcharon. Estoy empezando a escribir un diario solo para entretener los pensamientos. No lo había hecho antes, pero con algo se empieza.
Desde que aquello acabo, han habido días muy tranquilos en Celestia. Ya no hay bestias apareciendo sin parar, varios participantes están con un buen humor pese a aquella tragedia. Cuando les pregunte, me dijeron cosas como: "esto no es algo nuevo" o "fue una gran experiencia"... pero aun así... yo puedo tener tal estado de ánimo ni esforzándome... quizás sea por que alguna vez fui humana y esos sentimientos de dolencia aun permanecen. En esa batalla perdí a dos buenos amigos que, aunque solo lleváramos un año conociéndonos, de verdad me sentí cercana a ellos. Me sentí con toda la voluntad de querer protegerlos a todos y a cada uno. Claro que, tampoco fui la única, los demás lidiaron con su dolor a su modo.
Sara empezó a entrenarse más y más, parecía una máquina. La notaba siempre con determinación y... con frustración. Emmily cada un día a la semana va a "visitar" a Kain. Pese a que su cuerpo fue vuelto energía y liberada a los vientos del cielo, ella siempre va un punto donde se veían a recordarlo. Me siento mal por ella, esos dos parecían llevarse bastante bien. Louis... la verdad, no lo he visto mucho últimamente, siempre se va con un arcángel que no conozco —me da un poco de miedo—. Samael no me parece que le haya afectado a largo plazo lo que sucedió, aunque si lo noto más precavido y un tanto inquieto. La verdad, no tengo mucho que escribir aquí, parece que solo estuviese relatando las desgracias que han pasado... Mmm, se supone que un diario es para escribir sucesos del día a día...
Hoy fui a un restaurante con Sara, sirven platos muy variados y combinados, me conto que descubrió ese lugar gracias a Dariel, que recurrentemente pasaba por aquí, el dueño del local también me conto que solía pedir un plato de cuatro sabores. Intente probarlo y no estaba nada mal, en vez de sentir un sabor extraño. Se sentía como un golpe suave de varios sabores mezclándose en la boca.
Luego de comer —pese a que no siento hambre—, fui a dan un pequeño paseo por el valle que estaba cerca del restaurante, ese lugar tiene unas bellas vistas y la brisa golpea suavemente, da hasta para dormirse. Sara me conto que estaba aquí conversando con Dariel momentos antes de que ese demonio llegara... sé que estoy hablando demasiado de él pero... en verdad lo extraño. Cada vez que hablaba con él, sentía palabras frías pero no cortantes, como si no se supiera expresar muy bien, y sin embargo, hablaba de forma amable, aun cuando perdió parte de sus sentimientos y emociones. Seguía sintiéndolo igual, jaja. "Sin importar cuanto te arrebaten, la forma del alma nunca cambiara". Eso lo dijo Louis, no poseo tanta elocuencia.
Al seguir paseando, llegue a la plaza central, aun después de tanto caos que paso, seguía tan animado como de costumbre, ver a tantos ángeles sonriendo, teniendo un día tan ordinario como cualquier otro. Eso aliviaba mi pésimo humor. Me encontré a Emmily tomando fotos de un lado a otro. Una vez dijo que en vida se dedicaba a eso, parece que ahora lo tomo como hobby.
Al llegar el atardecer ya me estaba dirigiendo a casa. Antes de entrar escuche sonidos en la parte trasera, al asomarme, me fije que era Samael. Al parecer estaba entrenando —llegue cuando ya había terminado—. Conversamos un poco, solo un poco. Antes era bastante participante en conversaciones, pero ahora es más reservado. Le pregunte sobre como era su relación con Kain y Dariel, resulto que era muy cercano a Kain, hasta incluso era su compañero de entrenamiento... supongo que le debe recordar a el cada que entrena solo. En cuanto a Dariel, solo menciono que la mayoría de las veces evitaba dirigirle la palabra. Sentía un aire evitativo en él y, al final, solo hablaban de vez en tanto. Y yo creyendo que se llevarían por lo menos bien.
No me malentiendan, no es que sea una despistada en todo el sentido de la palabra —creo—, solamente no le presto mucha atención a cuando los demás están hablando... me despisto rápido a veces... Bien, hasta aquí termina la anécdota del día de hoy, Bye.
—¡Listo! Acabe con lo de hoy, y se supone que tengo que repetir esto todos los días... puede que esto no sea lo mío... —susurro en su suspiro, cayendo lentamente sobre un escritorio.
—¿Liry, estas ocupada? —dijo la suave voz de una mujer ingresado a la habitación.
—¿Emmily? No, me acabo de desocupar, ¿paso algo?
—Sí. Se reporta un avistamiento de una bestia cerca de Nueva York y tenemos que ir a investigar. Ya tocaba trabajar un poco luego de un mes.
Editado: 09.06.2025