-Reencuentro bajo la luna plateada, y despedida bajo la luna carmín.
• ────── ✾ ────── •
—Entonces... ¿Qué hago con este libro?
Antes era de suma importancia tenerlo en mis manos, hasta el punto de tenerlo en secreto... aunque creo que "él" siempre supo que lo tenia, que mas da. Ahora no es mas que algo con cierta inutilidad, sin embargo, fue entretenido y desafiante entrar al hogar del ser mas poderoso con el único objetivo de encontrar con que culparle... Ah, extraño esa comida de aquel restaurante, enserio me llenaba de energía... ya no recuerdo ni su sabor.
Ya no se que hacer, me sumerjo en alcohol con solo veinte años para aliviar mi pena y perdida de interés. Ya tengo una idea de que podría hacer pero falta motivación. Me pregunto como estarán ellos, ¿Ella seguirá siendo tan positiva? ¿Él seguirá siendo tan... peculiar?, o... ¿él seguirá teniendo su fe? ...Mm, supongo que tengo cierto extraño por ese lugar. Siempre estuve alerta, debí de relajarme más, pero no pude y aquí estoy.
Dios, si me escuchas ahora mismo, pese a que ahora mismo estoy en lo considerado desdicha, no considerare mi deserción como un error, no quiero tener que vivir atado... y si así fuese, que por lo menos sea con alguien de quien no me queje estarlo, lo cual, tu no eres.
Bien, ya me desahogue y ¿Ahora que? Ah si, a descubrir secretos que no descubrí en un año... necesito un "milagro" que me ayude con esto. Maldición, y eso que no quería pensar tanto hoy, con una hermosa luna iluminando la noche, un cielo despejado, y una molesta contaminación lumínica que no me deja ver mas allá de la luna. Enserio que esta ciudad es un tanto asquerosa a veces. ¿y esto?... ¿Este olor? Que curioso....
Huele a azufre...
• ────── ✾ ────── •
-En otro lugar, no muy lejos-
—¡Por favor, es la primera vez en tanto tiempo que volvemos a pelear, ¿y en vez de matarlo tenemos que asegurarnos de que no escape?! —Exclamo Emmily mientras disparaba flechas pálidas continuamente, evadiendo manotazos de aquella enorme bestia.
—¡Sin quejas! Aprisiónenlo, si solo vamos directo al ataque, podría escapar como las veces anteriores.—Dijo Sara mientras atacaba con estocadas que perforaban las "piernas" de la bestia, la cual, aun con eso, no caía.
—¡Es fácil decirlo, pero este es muy diferente a bestias anteriores! —exclamo Liry desesperada al mismo tiempo que protegía a los que se acercaban de mas, atacando al mismo tiempo, coordinando sus ataques.
-Samael se abalanzo directo hacia la enorme bestia, logrando provocarle un gran corte profundo, no obstante, a causa de esto, la bestia se preparaba para escapar. Este intento encadenar un segundo ataque el cual fue evadido por pocos centímetros.
—Lo lamento pero, no tienes permitido irte de aquí —Con una entrada imprevista, una figura descendió del cielo sosteniendo en manos un resplandeciente libro.
Historia divinorum: Vincula peccati lapsi.
-Cadenas pálidas aparecieron por doquier, deteniendo el movimiento de la bestia. En cuanto estas entraron en contacto, la carne de esta comenzó a quemarse, a la vez, realizo un fuerte grito. Esta, incapaz de moverse, decidió realizar un ultimo movimiento a modo de forcejeo. Las cadenas celestiales podían resistir, sin embargo, este, utilizando sus habilidades de transportación, movía una y otra vez cada cadena, haciendo que estas se soltaran de su cuerpo. La bestia estaba a punto de escaparse.
Sara, en un intento de detenerlo, se impulso directamente a la bestia, atravesándola en uno de sus brazos que salió amputado de un solo tajo limpio y, seguidamente, encadeno otro ataque certero hacia su pecho, resultando en una detonación de luz y pedazos de carne putrefacta.
—¡No te dejare ir. Perecerás, aquí y ahora!
gladius sacer: Ludicium.
-Un destello concentrado salió del filo de aquella espada. Tal era su reluciente brillo, que a varios kilómetros era visible, a tal punto que, incluso la luz artificial se veía opacada en gran medida. Con un rápido movimiento, la hoja descendió con dominancia, devastando gran parte del cuerpo de la bestia.
Antes de poder conectar un segundo golpe, de la nada, algo desconocido golpeo a la bestia en lo que seria su rostro: Una lanza blanca. Sin saber de donde provenía aquella cosa, esta arma detono en cristales, los cuales, consumieron rápidamente el enorme cuerpo restante de aquel ser.
Detrás de aquellas sombras iluminadas de la oscura noche, una figura dio acto de aparición y, con una anticipación dramática y destructiva, se reveló.
—Mhm, esta claro que se esta debilitando, tardo diez segundos de mas en consumir todo el cuerpo. Pallidus et vorax, vuelve.
-Aquella mirada vacía y despreocupada, volvía a reflejarse en aquellos ojos que alguna vez la despidieron. La luna estaba de su lado, iluminando esa oscuridad desértica. Tiempos aquellos que jamás volverán, pero que retornaran con una distorsión que será una nueva historia.
—"Ha pasado tanto tiempo... amigos míos".
—Vaya ¿Ni un hola? —simulo una sonrisa, yaciendo encima de un edificio.
—¡Dariel! —exclamo Sara, quien se mantenía a la defensiva.
—Enserio... ¿Eres tú? —dijo Liry, manteniendo su mirada fija en aquella persona y, sin embargo, sostenía con fuera su bastón.
—¿Quién mas seria si no? —Mantuvo su fingida sonrisa.
—Hasta que se te da por aparecer, ¿eh? Traidor —dijo Emmily mostrando una leve molestia.
—Estaba de un lado a otro. Es una gran coincidencia de que nos encontremos de nuevo —dijo con sarcasmo.
Mhm, Louis aun no habla, como siempre reservado. Creía que yo lo era mas que él. Los tiempos cambian a la gente. y Samael... parece que también ha cambiado en solo un mes... y parece... molesto.
Editado: 09.06.2025