TEEN TITANS
THE
SINNERS
Por
Wingzemon X
CAPITULO 07
"Nuevo Truco"
Raven pasó toda esa noche y el día siguiente revisando una y otra vez el recetario, obviamente encerrada en su cuarto para que ninguno de sus compañeros la viera. Para ellos no era nada extraño, pues de hecho era una práctica común en ella el encerrarse en su cuarto y no salir por algún tiempo, en especial cuando tenía un buen libro que leer; curiosamente, ese también era el caso en esa ocasión de cierta forma. Esos últimos días habían sido muy calmados. Desde el intento de robo de Red X, no habían tenido que salir a alguna misión, lo que le facilitó concentrare en su investigación secreta. Sin embargo, tuvo problemas para llegar a un buen resultado.
Revisó receta por receta, y cada vez que pensaba que había dado con la adecuada, viéndola con más cuidado le parecía que era muy difícil de hacer, o que tenía algún ingrediente que ni siquiera sabía qué era, o le parecía muy cursi, exagerado o predecible, o simplemente se arrepentía y buscaba otra de inmediato. ¿Qué era lo que le pasaba? Tal vez inconscientemente se resistía a elegir una, ya que el hacerlo significaría que de hecho la haría, y aún una parte de ella no estaba convencida. Necesitó mucha fuerza de voluntad, decisión, meditación, y discusiones consigo misma para al fin decidir. Su elección fue hacer algo convencional: una artesanía de chocolate. Sí, no muy original, pero esperaba al menos encontrar un molde con una figura algo más especial; chocolate era chocolate después de todo.
Para comprar los moldes, fue a la misma Dulcería en la que Starfire se había estrellado hace algunos días durante la pelea con Red X; para entonces ya habían reparado la puerta. Fue una suerte ir, porque además también se enteró por parte de una muy animada, sonriente, y ligeramente terrorífica empleada, que no se puede usar cualquier chocolate para derretirlo y hacer figuras, sino que se usaba uno especial que ahí mismo vendían. Era más caro que el común, pero eso era de esperarse. Pasó casi una hora viendo los moldes, uno por uno, buscando el adecuado. En parte tardó tanto por la extensa variedad que había, y porque no lograba decidirse por ninguno. Había de las formas comunes, corazones, besos, ángeles, rosas, y otros de formas exóticas como animales, personajes animados, carros, e incluso algunos con formas un poco más... "Atrevidas", incluyendo un molde en forma de pantaletas, y otros más que hicieron apenarse a la hechicera.
Luego de un rato, dio con uno que le llamó la atención. Era un molde en forma de un ave, con las alas alzadas, que Raven identificó como un cuervo. Era extraño, ¿Quién querría hacer un chocolate en forma de cuervo? Tal vez para Halloween o algo así, ¿pero para San Valentine? Era un poco pequeño. La empleada le explicó que era para hacer varios, que con dos cajas del chocolate para derretir, podía hacer entre cuatro y cinco cuervos de chocolate de ese tamaño. Sonaba bien; quedaba más con ella, y pensó que era buena elección, en especial si lo decoraba y demás. Sonó bien en un inicio, pero fue hasta que caminaba de regreso a la Torre, ya con los moldes, el chocolate, y otros ingredientes comprados, que se preguntó a sí misma porqué había comprado un molde de una forma que "quedaba más con ella", si se suponía que lo enviaría como Admiradora Secreta. La idea hizo que se parara a media calle, fría y pasmada. Si le entregaban cuatro cuervos de chocolate a Robin, ¿no adivinaría que eran de su parte? ¿Qué otra persona le haría cuervos de chocolate para San Valentine? ¿En qué estaba pensando al elegir ese molde? Todo el camino de regreso a casa se estuvo repitiendo las mismas palabras una y otra vez: "Enamorarse es un asco".
Fuera como fuera, ya no había vuelta atrás. Tenía todo comprado y no le había salido barato. Qué pasara lo que tuviera que pasar.
La oportunidad de hacer el primer intentó surgió justo esa tarde. El cielo estuvo nublado desde la mañana, pero se comenzó a oscurecer mucho más después del medio día. Robin y Starfire habían salido a patrullar desde la mañana... juntos, y ellos dos solos. Últimamente acostumbraban hacerlo, ¿por qué? No había ningún motivo en especial, o más bien ninguna explicación en especial. Robin sólo avisaba: "Starfire y yo saldremos a patrullar" y se iban, sin más y sin menos. Antes no le importaba, pero ahora no le era para nada agradable; bien, en realidad nada en esa situación le parecía agradable. Cyborg y Chico Bestia acababan de bajar al garaje. Al parecer Cyborg iba a hacer algunos ajustes al Auto T, y Chico Bestia iba a "ayudarlo", o más bien a estorbarle.
Editado: 25.11.2018