TEEN TITANS
THE
SINNERS
Por
Wingzemon X
CAPITULO 10
"Nunca más"
Lo único que Raven quería al aceptar tal "invitación", era aclarar el sin número de preguntas y dudas que tenía en su cabeza con respecto a su supuesto hermano, y una vez aclarado eso poder concentrarse en sus otros traumas emocionales en turno, que incluían sus confusos sentimientos hacia Robin, sus celos hacia Starfire, y sus fallidos cuervos de chocolate; era difícil determinar cuál de ellos era el peor. Además, también tenía que ayudar a sus compañeros en la búsqueda de Slade, y descubrir si Terra realmente había vuelto a la vida. En otras palabras, estaba demasiado ocupada en esos momentos, y lo que deseaba era terminar con eso rápido. Sin embargo, al parecer había sido demasiado ingenua al pensar que sería así.
De todos los pensamientos que pasaron por su cabeza mientras Jared prácticamente la arrastraba por la ciudad, el que menos se le ocurrió fue que la estuviera llevando al Centro Comercial Jump, uno de sus sitios menos favoritos. ¿Cómo había permitido que eso pasara? El puerto se encontraba demasiado lejos del Centro Comercial, ¿cómo era posible que la hubiera llevado hasta ese sitio sin oponerse lo suficiente para evitarlo? No tenía el más mínimo sentido realmente; ella tenía vagos recuerdos de haber opuesto resistencia, haberle dicho que se detuviera, e incluso de haberle gritado, pero ahí estaba, de pie en la entrada de esa plaza, rodeada de todas esas personas que pasaban a su lado, entrando y saliendo consecutivamente de una tienda a otra, mareándola con tanto movimiento y ruido.
- ¿Qué hacemos aquí? – Preguntó con molestia la hechicera, volteando a ver al chico de ojos rojos de manera fulminante. Por su lado, éste la miraba con un semblante totalmente entusiasta y contento.
- En el Centro Comercial hay de todo. – Le explicó. – Aquí tenemos tiendas de ropa, cafés, restaurantes, librerías; es el lugar perfecto para pasar el día juntos.
- ¿El día? ¿Estás pensando que nos quedemos aquí todo el día? – Raven pareció molestarse más de lo que ya estaba. – No tengo tiempo para esto, ¡y no soy una persona que le guste ir a los Centros Comerciales!
- Es bueno que me digas eso. ¿Lo ves?, ya nos estamos conociendo.
Raven se quedó confundida ante la actitud del muchacho. ¿Cómo podía seguir sonriendo con ese optimismo y hablarle de esa forma tan amistosa luego de que ella le respondía con todo lo contrario? ¿Qué era lo que le pasaba? ¿A qué quería llegar con todo eso? Estaba por decirle que se dejara de tonterías y llegaran al grano de ese asunto, cuando Jared se le adelantó.
- ¿Cuál es tu color favorito? – Le preguntó de inmediato, dando un paso hacia ella, lo que provocó que reaccionara, retrocediendo un poco levitando. – El mío es el rojo, y el negro también un poco.
- Ah... - La hechicera vaciló, aunque luego llegó a pensar que contestar esa pregunta no tendría porque causar algún dañó. – El azul... creo...
- Bien, entonces deja que tu hermano mayor te compré algo de ropa azul.
- ¡¿Qué?! – Fue lo único que pudo decir, y antes de que pudiera reaccionar, él la volvió a tomar de su muñeca, y la jaló hacia la tienda de ropa más cercana sin dar mayor explicación. Al parecer, responder esa pregunta no había sido buena idea...
Jared no bromeaba, realmente tenía pensado comprarle ropa azul. Sin darle tiempo siquiera de pronunciar un "pero" como queja, comenzó a pasarle prenda tras prenda de su color favorito, llevándola de un lado a otro como muñeca de trapo. ¿Qué demonios se creía? Ni siquiera Starfire cuando la obligaba a ir de compras con ella la traía de esa forma. ¿Era algún tipo de truco para ganarse su confianza? ¿Comprarle ropa? Si esa era su intención había elegido la estrategia errónea.
- ¡Esto no va para nada conmigo! – Exclamó la hechicera oscura con enojo, casi gritando al salir del probador levitando rápidamente hacia él.
Las miradas de casi todos los presentes se fijaron en ella, al salir luciendo ese hermoso vestido ligero que le llegaba por debajo de las rodillas, de un color azul claro magnífico, con los hombros descubiertos, sin mangas, sujeto al cuello con un lazo, dejando la mitad de la espalda descubierta. La forma del vestido se ajustada a la perfección con su figura, y por extraño que pareciera, el color combinaba bien con su singular tono de piel. Raven se veía realmente hermosa, pero se hubiera visto mucho mejor de no haber tenido esa mirada fulminante y llena de molestia en el rostro.
Editado: 25.11.2018