Teen Titans: The Sinners

Capitulo 14. Yo lo Merezco

TEEN TITANS

THE
SINNERS

Por
Wingzemon X

CAPITULO 14
"Yo lo Merezco"

No había sido precisamente un buen mes para el Profesor Chang. Todo empezó bien; había entablado una sociedad con Adonis, qué si todo salía bien acabaría de una vez por todas con los molestos Jóvenes Titanes, y le proporcionaría los recursos necesarios para seguir con sus experimentos. La inesperada visita de Superchica a la ciudad, pareció ser su oportunidad de al fin poder experimentar directamente con ADN Kryptoniano, algo que siempre había ambicionado, pero qué nunca había podido hacer realidad. Pero al final, nada de ello salió como lo esperaba. Los Titanes y Superchica terminaron por derrotarlos, a él y a Adonis, y ambos terminaron en prisión... De nuevo.

Hace apenas unos días atrás, había logrado escapar, tan silenciosamente que tal vez la gente de la prisión aún ni notaban su ausencia. Eso le daba algo de tiempo para decidir qué hacer. ¿Se iría de la ciudad? Hacía mucho tiempo que no se tomaba unas vacaciones y visitaba a sus viejos amigos, y clientes potenciales, en Moscú; podría ser el sitio perfecto para desaparecerse en lo que las cosas se calmaban. Pero por lo pronto, estaba escondiéndose en uno de sus escondites del Puerto, uno muy especial que absolutamente nadie conocía... O al menos eso pensaba.

Un poco después de la media noche, su alarma de intrusos empezó a sonar con fuerza en el buque subterráneo, oculto bajo la Bodega A-10. No lo despertó, ya que para esos momentos estaba haciendo un inventario de todo el equipo que ahí guardaba, viendo que se llevaría, y qué posiblemente detonaría para que nadie pusiera sus manos sobre él. Pero la alarma le arrebató por completo la concentración. Algo se estaba moviendo por entre las cajas de la bodega, pero sus cámaras de seguridad no lo detectaban, al menos no antes de quien fuera destruyera dicha cámara, dejando en lugar de la imagen de la bodega, sólo estática. Los robots de seguridad que tenía en ese escondite estaban desactivados, y pensando que no se quedaría mucho no se había tomado la molestia de volverlos a activar.

¿Quién sería el intruso? ¿Los Titanes de nuevo? Sólo eso le faltaba. Fuera quien fuera, no iba con buenas intenciones, de eso estaba seguro. Rápidamente tomó un arma de rayos que tenía sobre su mesa de trabajo, y se dirigió a su ascensor; no volvería a prisión sin pelear.

Al llegar a la bodega, todo estaba silencioso, como si nada hubiera pasado. Pero en efecto algo había ocurrido, y las cámaras destrozadas lo confirmaban. Sosteniendo su arma con ambas manos, empezó a avanzar por entre las cajas, a pasos lentos, cuidadosos. Si se trataba de un Titán, su única forma de hacerle frente era tomarlo por sorpresa y dispararle por la espalda. Pero... ¿Y si era algo más?

Un fuerte ruido a sus espaldas lo hizo saltar del susto. Rápidamente se giró nervioso, alzando su arma con firmeza, apuntando sólo a un espacio totalmente oscuro que había entre dos cajas. Una botella de vidrio salió rodando de entre esas sobras en su dirección, hasta tocar la punta de su pie. Estaba seguro: alguien estaba oculto en ese lugar.

- ¡¿Quién está ahí?! – Gritó con fuerza, sin bajar su arma ni un instante. – ¡Muéstrate idiota o te frio la cabeza!

- Tranquilo, Chang. – Pronunció una voz grave y serena desde la oscuridad. – ¿Esa es forma de tratar a un viejo amigo?

El profesor se quedó helado al oír esa voz, y aún más al ver a la figura que empezó a caminar hacia el frente, y poco a poco era tocado por la luz de una lámpara que se balanceaba de un lado a otro sobre sus cabezas. La sangre se le heló, como si estuviese frente a frente con un fantasma... Y no era muy alejado de lo que estaba viendo.

- ¡¿Slade?! – Exclamó atónito al reconocer a su intruso.

El hombre ante él era Slade Wilson, con su distintiva armadura, y su máscara de un sólo ojo, mitad negro, mitad dorado oscuro. Aunque, una vez alumbrado por la luz, Chang pudo notar que su atuendo tenía algunas rajadas; incluso su máscara tenía una quebradura pronunciada desde la frente cruzando en diagonal hacia el lado derecho. También se le veía algo sucio. ¿En dónde había estado exactamente?

- Creí que estabas muerto. – Agregó Chang sin poder salir de su asombro.

- Y yo que tú estabas en la cárcel. Pero las cosas no siempre son como creemos, ¿o sí?

Slade salió por completo de entre las sombras, y caminó directo hacia él con completa tranquilidad. Chang bajó lentamente su arma, aunque no estaba muy seguro de que fuera una idea particularmente buena. Slade siempre le había parecido bastante intimidante, y su apariencia demacrada no ayudaba a cambiar dicha idea.



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En el texto hay: teen titans, raven, robin

Editado: 25.11.2018

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