Teen Titans: The Sinners

Capítulo 28. Yo soy Terra...

TEEN TITANS

THE
SINNERS

Por
Wingzemon X

CAPITULO 28
"Yo soy Terra..."

Los efectos de la magia de Jacob sobre Robin aún no se habían desvanecidos del todo cuando ingresó en la capilla y contempló la extraña escena que ahí suscitaba. Raven se veía realmente tranquila y apacible, como si simplemente flotara sobre sus cabezas en un profundo y hermoso sueño. Incluso ese fulgor rojizo antinatural que la rodeaba tenía cierto encanto, casi hipnótico, en él. Por unos instantes se vio a sí mismo preguntándose si siempre había sido de esa forma; si siempre había sido como una luz brillante y hermosa, pero lejana e intocable, como una estrella.

Apretó sus ojos con fuerza e intentó poner su mente en blanco con tal de alejar todos esos pensamientos de su mente, que no tenían cabida en ese sitio o en ese momento. Necesitaba tener muy claro porqué estaba ahí, y no distraerse con nada más. Una vez que sintió seguro de ello, abrió de nuevo los ojos y los clavó fijamente en el último oponente que se interponía entre él y Raven.

—Detén esto, ¡ahora! —gritó el Titán con gran fuerza, dando un paso firme hacia Jared. Éste seguía de pie justo debajo de Raven.

—¿Es una orden, acaso? —respondió el chico de piel gris, sonriendo de forma burlona. Ocultó sus manos en sus bolsillos de su sudadera negra, y se apoyó por completo en un pie de forma bastante relajada—. Aunque quisiera, no habría forma de hacer tal cosa. Mi participación en esto ya concluyó. —Miró entonces sobre su hombro a la chica colgada a unos metros sobre su cabeza—. Raven es ahora la que se está encargando del resto. Ya ha de faltar muy poco...

Robin miró de nuevo unos instantes en dirección a Raven, pero casi de inmediato volvió hacia Jared, temeroso de que su imagen volviera a tener algún tipo de efecto distractor en él.

—Sé cuál es tu plan, lo sé todo –sentenció con su voz transmitiendo mucha más seguridad, pero ésta no pareció perturbar al chico ante él ni un poco.

—¿Enserio? ¿Tu amigo Slade te lo dijo, acaso? —Soltó entonces Jared, seguido de una pequeña risilla—. Eso ya no importa, en realidad. Aunque es una pena que ese anciano se nos haya escapado sin haber recibido su merecido por su traición.

Robin agudizó sus sentidos. Tomó su báculo y lo giró con una mano, para luego tomarlo con firmeza con las dos y señalarlo directamente con él.

—Y también sé que puede evitarse —declaró con fiereza en chico de antifaz, haciendo que la sonrisa de Jared se borrara. El pelirrojo guardó silencio y lo contempló fijamente. Su expresión ya no era tan tranquila y confiada como siempre, sino más bien se veía algo confundido. Sus palabras evidentemente, lo habían afectado un poco—. Y si te importa Raven realmente aunque sea un poco, me dejarás hacerlo.

—¿No has entendido que es por Raven por la que hago todo esto? —Respondió Jared, con seriedad—. Por la verdadera Raven, aquella que no tiene que reprimir sus emociones o pensamientos, quien puede ser ella misma sin atadura alguna. Yo la liberaré, mientras tú solo quieres seguirla apresando.

Robin permaneció en silencio. ¿Realmente era eso lo que pensaba? ¿Qué lo que hacía lo hacía por el bien de Raven? Era probable que, en algún lugar de su mente, eso tuviera sentido. Secuestrar a su hermana, colgarla en una oscura capilla con gruesas cadenas, y someterla contra su voluntad a ese horrible ritual que sacaría aquello que ella había luchado toda su vida por evitar.

Jared prosiguió con su declaración.

—Así que si a ti te importa Raven aunque sea un poco, te quedarás justo en dónde estás... Porque si no...

Extendió entonces ambas manos hacia los lados, y sus palmas se cubrieron de una brillante e intensa llama danzante. Robin comprendió de inmediato sus intenciones, y como era propio de él, en lugar de rehuir a ellas las aceptó gustoso. Jaló su báculo hacia atrás sujetándolo con su mano derecha, y luego extendió la izquierda hacia un lado, sujetando entre sus dedos dos bumerangs listos para ser lanzados a la menor oportunidad.

Jared volvió sonreír, divertido.

—Piénsalo bien, Chico Maravilla. No eres más que un simple humano con muy elaborados movimientos de Karate y juguetes caros. Tú no podrás vencerme.

Para su sorpresa, Robin también sonrió, con bastante confianza en su gesto.

—He vencido a enemigos mucho más peligrosos que tú con mis movimientos de karate y mis juguetes. Y con mucha menos motivación...

—Qué peligros —exclamó Jared, sarcástico—. ¡Vamos a ver de qué eres capaz, achichicle de Batman!



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En el texto hay: teen titans, raven, robin

Editado: 25.11.2018

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