Telekinesis: Todo el poder está en tu mente.

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—08, tanto tú como yo queremos saber quién es ese hombre, si me ayudas yo te cubriré. —dijo el Dr. Mattews en voz baja, casi en susurro.

—¿Qué es lo que te interesa de él?

—No creo que pueda explicarlo. —El Dr. Mattews pensó en una historia que se rumoraba por las oficinas, una historia demasiado bizarra.

—Entonces no creo que pueda ser de gran ayuda. —dijo ella, yéndose con los demás chicos.

Por ahora hay un escándalo, por lo que tenemos unos minutos para aclarar algunas cosas. —expresó 10.

Vamos al grano —dijo 19 dándose la vuelta, quedando frente a 08. —queremos escapar.— 08 se quedó completamente paralizada, ¿Escapar?

Desde hace un tiempo hemos planeado salir de este lugar, sabemos que hay algo más allá de la oscuridad y tú eres nuestra única salida.

¿De qué hablas? —dijo 08.

Tienes recuerdos —interrumpió 22 —recuerdos de qué pasó con nosotros aquí, de qué hay más allá. Tú puedes ayudarnos.

—¿Y si no son recuerdos? ¿Y si son pensamientos?

—Créeme que sé diferenciar esas cosas.

08 no sabía qué hacer, no estaba segura si confiar del todo en unos muchachos que a penas estaban concientes. Aunque tenían razón, ella sabía que había algo más allá de la oscuridad, y había pensado muchísimas veces en ir hacia allá. Pero ¿Y si no hay ninguna salida?

Tenemos un mapa. —dijo 10 interrumpiendo sus pensamientos.

¿Cómo es posible que hayan encontrado un mapa? Todo está lleno de cámaras y no hay donde ocultar nada.

—Sí hay —interrumpió 19— el lugar donde peleamos. Allí nunca han puesto cámaras.

Sólo que no entendemos lo que el mapa muestra, pero tal vez tú sí —dijo 15.

—Dime 08, ¿estás con nosotros? O te quedarás para siempre encerrada en esa pequeña caja, subestimando tus poderes.

***

El doctor William Mattews se encontraba en su oficina, viendo una vieja foto de su familia, recordando cómo se había alejado permanentemente con el propósito de encontrarles una mejor vida, y así ha sido, aunque a pesar de todo el bien que ha traído su lejanía, él extrañaba a sus hijos.

Siempre como requisito en la isla es estar disponible todo el tiempo, es por eso que Pereira les hace firmar un contrato en el que deben instalarse en la isla.

Sus pensamientos fueron esfumados cuando recordó todo lo que había sucedido aquella tarde. Siempre trataron a los experimentos como animales salvajes, muchachos que estaban muy enfermos, a punto de morir y que fueron salvados por la magnífica medicina.

El Dr Mattews sabía que Pereira les había prometido a la gente pobre salvar a sus hijos, y al final haciéndoles desaparecer todo rastro de la tierra.

Recordó todos esos cuerpos de niños que hubieran podido tener un final menos doloroso, recordó el sufrimiento que tenían cuando experimentaban con ellos.

Entonces decidió ya no trabajar más para Pereira. Al día siguiente renunciaría.

Mattews se dirigió al cuarto dónde estaban los archivos, y se puso a buscar por el número, el verdadero nombre de cada uno de esos experimentos. Habían aproximadamente mil niños. La mayoría de ellos muertos. Después de leer y releer varios documentos, se dio cuenta que en el gavetero había una gaveta cerrada con seguro, lo primero que llegó a su mente fue el albino. Pero ¿Por qué Pereira tendría esos archivos aquí?
Había una cámara observándolo. Pero no le importaba lo que sucedería con él después.

Buscó en la habitación algo puntiagudo y lo suficiente pequeño como para que entrara en el candado.

Cuando estaba en la universidad, se dedicaba a entrar en los otros dormitorios y robar dinero para poder enviarle a sus padres. Él no lo necesitaba porque tenía una beca completa que cubría incluso su alimentación, sólo debía asegurarse de pagar su dormitorio y ayudar a sus padres que eran de clase media. Les aseguraba que estaba trabajando.

Debajo de una mesa, Mattews encontró un pincho, que debía haber dejado caer la de limpieza.

Tomó un libro disimuladamente y lo lanzó hacia la cámara que enfocaba el gavetero haciendo que se cayera.

—Por suerte para mí —dijo para sí mismo— estaba mal ajustada.

Entonces se acercó al candado e introdujo el pincho, moviéndolo de un lado a otro intentando encontrar la forma para abrirlo. Un minuto después ya estaba abierto.

Miró a su alrededor algo emocionado, abrió la gaveta lo más rápido posible, tomó lo primero que encontró allí, se dirigió al baño donde no había cámaras.

Abrió la carpeta, se dio cuenta que no había nada relevante. Sólo unos casos extra que pudieron haber sido exitosos si los experimentos hubieran resistido.

Entonces se dio cuenta que no había nada sobre los 10, 15, 19, 22 y 08 ahí, sabía que la información 08 no estaría ahí porque la movieron de lugar, pero ¿Y los demás? ¿Si estaban en peligro?

Ordenó todo lo más rápido posible y salió corriendo de la habitación.
 




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