Capítulo XI La cura

Denise llega a casa, abre el sobre que le dio la gitana, comienza a leer unas instrucciones que le explican cómo debe hacer la poción, prende la cocina y empieza a hervir las hierbas tal como dice el instructivo, un olor horrible comienza apoderarse de la casa y unos espíritus entran y flotaban por todos lados que le desordenan las cosas.

Con desesperación grita:

-¿Qué quieren de mí? Aléjense-

-Vinimos a bendecir tu poción y a advertirte de una gran pelea que tendrás, en la cual tal vez no salgas con vida, pero es muy importante que te prepares. Un poder sobrenatural será un gran adversario para ti- dijo uno de los espíritus que estaban en la casa.

-Pero no he tenido ninguna premonición sobre eso, de qué me hablan-

En eso el espíritu se acerca a Denise, se mete en él y éste tiene una premonición sobre su batalla. Comienza a ver fuego, destrucción, la gitana muerta y un personaje muy poderoso dando la espalda. A lo que Denise reacciona se asusta, la poción ya estaba lista; los espíritus habían bendecido el brebaje. Éste la pone en un frasco y se dirige al hospital. Mientras conducía el auto iba pensando en su visión y en esa batalla. Al llegar al hospital, con desesperación pregunta a la enfermera, dónde está su madre, y ésta le dice que se calme un poco que le dará la información. En eso Eline se percata de Denise y lo llama, avisándole que está en la sala de espera que se acerque hacia allá.

Denise corre donde su hermana, él pregunta en qué habitación está su madre, ella le responde:

-Está en la habitación 101, pero no dejan entrar hasta que sea horario de visita, solo papá está ahí adentro-

-Yo necesito entrar, tengo la cura para mamá-

-Estás loco, aún no encuentran la cura para esta enfermedad-

- Yo la tengo, es enserio, debo entrar urgente-

Denise se dirige hacia la habitación que está su madre, ve a su papá sentado y para que no sospechen hace un hechizo.

-Phasmatos dormus-

En eso una enfermera lo ve y le dice que no puede estar allí, debe esperar la hora de visitas.

-Lo siento solo quiero estar un rato con mamá, déjeme por favor-

-Lo siento joven, pero las normas del hospital dicen que no.-

-Es un momento se lo prometo, solo le doy esto a mi madre y ya saldré-

-Y qué es eso, si no está autorizado por ningún doctor, usted no puede dar medicación a los pacientes, tendré que llamar a seguridad.-

Denise corre y se esconde en un cuarto con miedo a que lo descubran, piensa en como entrar sin ser visto, entonces hace un hechizo de invisibilidad:

-Invisique-

Se hace invisible y ahora sí va al cuarto de su madre, ve a dos guardias, se para junto a ellos y alza sus manos hasta los oídos de ellos, con su magia hace que se duerman. Abre la puerta y llora al ver a su madre en ese estado, camina lento, diciendo:

-Tranquila mamá, ya tengo tu cura, te vas a poner bien, yo te salvaré-

Le da de beber la poción, y le quita un poco de sangre. Sale del cuarto y quita su hechizo de invisibilidad. Se mete a emergencias y empieza a buscar a personas que ya estén a punto de morir. Ve que traen a un hombre de un accidente; todo ensangrentado, con piernas fracturadas y un brazo roto. Se acerca hacia él y le pregunta al doctor:

-Disculpe doctor, ¿Cree que este paciente sobreviva?-

-La verdad, no creo. Ha perdido mucha sangre y sus extremidades. Además, tiene un golpe en su cabeza y se le ha formado cuabulos de sangre. De hoy no pasa-

-Que mal- dice Denise, pero tenía la intención de realizar el hechizo con el accidentado.

Espera que dejen al paciente que solo. Escondido entre las cortinas, mantenía la calma. Una vez que los doctores dejaron solo al hombre, Denise se acerca, lo ve y dice:

-Lo siento, tú ya no tienes oportunidad de seguir viviendo, mírate. Por lo menos, has algo bueno hoy- terminando de decir eso, saca la sangre de su madre y el frasco del concentrado. Mezcla las dos cosas y le da de beber al moribundo. Después, de que el hombre se termine de tomar todo, Denise empieza el hechizo.

-"dolor mutat, patiens mutationes certamen. Mala tollit et custodiunt illud."- Repite el hechizo una y otra vez hasta que haga efecto; un hechizo como este necesita de mucha magia, por tal razón los espíritus lo bendijeron y proveeron de su poder para que Denise no gaste todo su poder.

Mientras Denise hacía el hechizo, su madre y el hombre comienzan a brillar y a levitar lentamente. Una sombra sale del cuerpo de Holly, que de inmediato busca su nuevo recipiente. Entra en el hombre y y dejan de brillar, vuelven a su estado normal como si no hubiera pasado nada. Denise van donde su madre, antes de entrar al cuarto se hace invisible nuevamente, abre la puerta y camina hacia la cama donde estaba recostada. Ella despierta, ve a su hijo y dice: