Ángela iba creciendo como una niña normal, hacía amigos, era muy sociable con los demás. Al parecer, era todo lo contrario a su padre Wyatt. Sus abuelos se habían encargado de darle una buena vida; sin mencionarles sobre su verdadera madre y lo que le pasó. Pasaba el tiempo y llegó sus cumpleaños número 15, Ángela estaba muy entusiasmada, su abuela le había prometido hacerle una fiesta para celebrarlo.
El 29 de mayo del 2011 Dacota tenía ya todo planeado, invitó a todos los compañeros del colegio, con el fin de que su única nieta pase el mejor día y sea feliz. Ángela se acerca a su abuela y le pregunta:
-¿Cómo van los preparativos mamá?, ya quiero que sea mañana y celebrar mis 15 años.-
-Tranquila hija, ya está todo organizado, pero, mañana en la mañana tú me acompañas a retirar la torta para la fiesta. Verás que la torta será así de bonita como tú mi amor. Eres el mejor regalo que tengo. Te amo mi niña.-
-Gracias mamá, yo también te amo, no sé qué haría sin ti.-
En eso ya eran las 23:00pm, Ángela se dirige a su dormitorio; cuarto que pertenecía antes a su madre Eline. Aún entusiasmada por la fiesta, no le da sueño y se asoma por la venta, ve a un hombre parado junto al árbol frente a su casa, éste le hace de la mano en son de saludar pero de forma misteriosa. Ángela se sorprende y se aleja de la ventana, va a su cama pero la curiosidad la hace volver mirar al hombre, pero, éste ya no estaba. Un poco sorprendida se acuesta y se duerme.
A la mañana siguiente Dacota va a tocar la puerta de Ángela para despertarla, ya era hora de ir a retirar la torta para su fiesta. Ésta sale de inmediato, ya se había alistado para salir. Dacota al verla le dice:
-Niña que hermosa estás-
-Gracias mamá, salí igual a ti. ¿Dónde está mi papá?
-¡Ay hija! Sabes bien que él trabaja y no le dan permiso, vas a pasar sin él en este día, pero Richard me dijo que en la noche te traía tu regalo-
-Está bien mamá, vamos a retirar mi torta para que comience la fiesta-
-¡que niña más loca, jajaja! Dijo entre risas.
Salieron y se dirigieron a la pastelería. Cuando llegaron, Ángela al bajarse del carro, ve otra vez al hombre del árbol, éste la saluda y ella sonríe y saluda también. Dacota al verla le dice:
-¿A quién estás saludando?
-A ese hombre de en frente, me hace de la mano-
-Hija, ahí no hay nadie-
Al voltear el rostro, el hombre ya se había ido. Ángela le asegura a su madre que había alguien allí. Dacota le aconseja que no deba de hablar con extraños. Entran a la pastelería y van a retirar su torta. Era una torta muy hermosa, rosada y con diseño de una princesa con vestido rojo. Ángela se emociona al verla y se llena de alegría. Salen del lugar y se regresan a la casa. Al llegar y entrar, observan a sus compañeros, amigos del colegio y profesores. La fiesta ya estaba preparada. La cumpleañera sube a su cuarto y se pone su vestido rosado. Era muy hermoso, largo y con brillos que le hacían resaltar sus ojos azules. Baja por las escaleras y todos la quedan viendo; tan bella niña que encantaba con su sonrisa. Todos comienzan a bailar, el momento de la celebración fue increíble; los niños brincaban, jugaban y la música no dejaba de sonar. Conversaban y se escuchaba las risas. Ángela se sentía muy feliz, aunque sentía un vacío que no sabía explicar. Un poco cansada se aísla de todos, sale de su casa y se sienta en un banco que está afuera en su patio. Ve al hombre del árbol sentada junto a ella. Se asusta un poco pero sonríe. Éste le dice que se tranquilice, él no le va a hacer daño. Comienzan a entablar una conversación. Ángela le pregunta el nombre y éste responde:
-Mi nombre es Wyatt y el tuyo-
-Yo soy Ángela y como ves, ya tengo 15 años, pero dime ¿de dónde eres?-
-Yo soy tu amigo, y quiero decirte que eres muy especial, tienes un talento muy grande, pero, está oculto muy dentro de ti. Quiero enseñarte a sacarlo. Primero dime ¿crees en lo sobrenatural?-
-Oye, ya me das miedo- lo dijo un poco entre risas.
-No te asustes, no te haré daño-
-Lo sé, no me harás daño. Lo siento en mi corazón. Aunque en lo sobrenatural, sí me llama un poco la atención. Jajaja tengo un lado oscuro que me lleva hacia ella.- lo decía entre risas.
-Que bueno, yo te puedo enseñar un truco muy bonito. Es el de mover los objetos con la mente.-