-Hay que irnos de aquí, puede venir la policía y ya va a amanecer- dice Josh. Caminan despacio y adoloridos. La peor noche de sus vidas había pasado. Todo estaba tranquilo. Se suben al auto de Eline y se van a casa. Josh va conduciendo, Ángela va en la venta y ve al sol saliendo por el oeste. Llegan a la universidad y Yuliet los recive; sale corriendo al ver bajar a Ángela toda sucia; la abraza y le pregunta:
-¿Amiga qué te pasó y qué pasó aquí? Todo está destruído, tu puerta, nuestro cuarto. -
-Fue una larga noche. Después te lo cuento. Quiero descansar- se voltea y se despide de Josh y Denise. Les dice que descansen y que ya no hay más peligro del qué preocuparse. Los chicos se suben al auto y se van. La joven huérfana entra con su amiga al cuarto. Se da un baño y se acusta en su cama. Acostada recuerda los momento que vivió con su madre y los días en el que Wyatt le enseñaba a controlar su poder. Se duerme y comienza a soñar. Aparece en las afuera de una casa, se soprende; no sabe qué lugar es.
-Hola, hola, ¿hay alguién aquí?- grita la joven. La puerta principal se comienza a abrir y Ángela ve a Wyatt y Eline parados sonrriéndoles. Lágrimas caen por sus mejillas de la emoción. Sale corriendo a abrazarlo los besa y no los quiere soltar.
-Tranquila hija. Siempre vamos a estar contigo. Eres nuestro más puro amor. Te amaremos por siempre- Le dice Wyatt a su hija.
-No me dejen. Los necesito. Quiero pasar más tiempo con ustedes, los amo- Expresa Ángela llorando.
-Nosotros te amamos y siempre te amaremos mi pequeña. Lamento tanto no haber sido yo quien te criara. Pero mi madre hizo un buen trabajo contigo. Ahora este camino es tuyo y debes de seguir luchando. Y no nos necesitas. Tienes a Denise, a Josh y a tu amiga para seguir con su destino. Se feliz hija mía, es tiempo de que lo seas- al terminar de decir Eline estas palabras, el lugar se va tornando todo claro y la visión se va perdiendo. Ángela se despierta en su ahbitación. Debe de ir a clases. Antes de alistarse se va a su escritorio y escribe en su diario.