Tell Me You Love Me.

Capítulo 8.

Skylar.


 

Arreglo los papeles que se encuentran sobre mi escritorio y empiezo a teclear en mi computadora. Suspiro mientras escribo lo de la computadora en mi hoja. Chasqueo la lengua mientras hago calculos... Estas cuentas no me están dando lo mismo, vuelvo a sumar todo pero sigue sin darme el mismo resultado del mes pasado.


 

Agarro el teléfono y le marcó a mi Secretaria.


 

—Ludmila, Por favor pídele a mi Hermano que lo necesito, que este aquí lo más rápido posible y manda a los Forbes a mi oficina, necesito conversar con ellos.


 

—Sí, Señorita Bowers.


 

Cierro el teléfono y me Recuesto de la silla. Aquí todo está mal, las cuentas van de mal en peor, alguien aquí está probando y eso es obvio. Tocan la puerta y yo suelto un "Adelante" los Forbes entran a mi oficina.


 

—¿Para qué nos llamaste, Sky? —Pregunta Luke.


 

—Acercate, Luke. —Le pido pero Maverick se interpone.


 

—Me acerco yo, Hermano. —Luke frunce el ceño pero le deja el Caminó a Maverick que se acerca a mi con una sonrisa ladeada, —Muéstrame, Skylar.


 

Trago fuerte y Carraspeo tratando de controlar mis emociones que cuando lo tengo cerca de ponen a flor de piel. Sus ojos grises están tan brillosos <<le cambiaban de color ¿o era mi ilusión>> su cara es tan perfecta, si sus hermanos no estuvieran aquí sin dudarlo la tocaría.


 

—Lo que... Lo que pasa es que estas cuentas no me dan iguales desde que empezamos Asociación, alguien ha estado cogiendo dinero.


 

Elijah niega sentándose, —Eso es imposible, no hemos empezado el proyecto.


 

—Eso mismo pensé, hay alguien que tenía todo fríamente calculado para quitar dinero sin que nos diéramos cuenta, así cuando empezáramos a trabajar juntos ustedes serían los principales sospechosos. —Digo atando cabos, Maverick maldice y se para a mirar por la ventana.


 

—El hijo de puta que este haciendo eso le va a salir bien caro. —Él entrecierra los ojos, como si estuviera pensando en algo o... Alguien.


 

—Es que ¿Quién puede tener tanto acceso para hacer eso? —Luke se agarra el cabello, —Dios mío, si dejamos que siga así todo se puede venir abajo.


 

Asiento parándome de mi silla, Maverick me da un repaso, ni en estos momentos puede apartar sus lujuriosos ojos, se mete las manos en los bolsillos y veo que se muerde el labio. Sus ojos bailan por todo mi cuerpo como si no estuviéramos con sus dos hermanos. Si soy sincera no me importaría estar a solas con él.


 

—Lo encontraremos, no nos dañará el negocio. —Dice Elijah pasando su mano por la mesa pensativo.


 

—No, Claro que no, lo vamos a atrapar.


 

Maverick Carraspea llamando la atención de los tres, —Sí, ahora necesito hablar con Skylar a solas, si me permiten.


 

—¿Qué tanto hablas con Sky, hermano? —Suelta Luke, yo empiezo a toser, Elijah me da por la espalda y yo le agradezco, —Bueno, vamos Elijah.


 

Ellos salen, me siento agotada en la silla, Maverick se pone del mismo lado del escritorio apoyando de espaldas en este. Miro como va vestido y siempre tiene que ir tan guapo. Tiene unos pantalón color crema, una camisa negra arremangada hasta los codos, va bien peinado y como un perfume que me hipnotiza.


 

—Buena esa para librarnos de ellos. —Lo miro con el ceño fruncido.


 

—No lo hice para librarnos de ellos, de verdad me agarró la tos. —Me levanto de la silla y él aprovecha para jalarme hacia él, jadeo cuando sus labios chocan con los míos pero sólo es por segundos porque los aleja, —Aquí no, Maverick.


 

Me da otro beso y otro y otro, —Entonces en mi Departamento.


 

Niego, me alejo de él pero es en vano porque me pega aún más a él. Me mira a los ojos con detenimiento, sube sus dedos por mi muslo, sube un por más mi vestido dejando mis muslos al descubierto.


 

—Me encanta que te pongas vestido, me hacen la vida más fácil. —Susurra en mi oído, muerde el lóbulo de mi oreja, me encojo y él aprovechando que tengo la Guardia baja me sube el vestido hasta la cintura, —Tienes una lencería, Hermosa, tú eres hermosa. ¿Te la pusiste pensando en mí, Amor?


 

Dejo mis labios entreabiertos y asiento perdida en él, —Esto no está bien, Maverick.


 

Él mete sus manos por mi braga y yo jadeo dejando caer mi frente en su hombro. Mueve sus dedos sobre mi clítoris, mis manos aprietan sus brazos con fuerza mientras Gimo más fuerte, él levanta mi cabeza y me hace besarlo, busco su lengua con la mía y llevo mi mano a su cabello. Me muevo lentamente haciendo fricción. Sus dedos se mueven con más agilidad.


 

—No... No debería. —Suelto en un gemido casi inaudible.


 

Me besa el cuello, —Te deseo más de lo que puedes creer. Dime una cosa, Cielo. ¿Él te hizo sentir así cuando estuviste en su casa?


 

—¿Qué? —No entiendo lo que me dice, todo lo que siento en este momento no me deja concentrarme.


 

—Dime, Cielo, ¿Sentiste lo mismo? —Mueve sus dedos más rápido, muerdo mi labio inferior tratando de amortiguar mis gemidos.


 

—Mierda, no pude estar como él. —Me maldigo a mí y a mi bocota.


 

Él detiene sus dedos y se queda paralizado mirándome a los ojos, —Te lo dije, Amor, soy yo o nadie.


 

Empieza de nuevo y me hacer terminar, arreglo mi vestido enojada porque me dejé llevar nuevamente por este demonio que no sale de mi cabeza. Su sonrisa se ancha más y más cuando ve que me siento de rabia en la silla, se arregla su ropa aunque él no es el que está desarreglado.


 

—Deja de mirarme, Maverick. —Suelto tecleando algo en mi computadora.


 




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