Skylar.
Dejo todas las cosas en la mesa de mi departamento, me quitó mis zapatos tirándolos a un lado. Frunzo el ceño al no ver que Maverick me siguió, me doy la vuelta hacia la puerta y este se encuentra como un bebé que no sabe que hacer, No te rías, no te rías, Skylar. Caminó hasta él y lo agarro de la mano.
—¿Te quedas ahí o entras? —Pregunto haciendo un ademán con la mano.
Abre la boca y luego la cierra, da un paso adentro y mira Por todo el lugar, sus ojos van de la cocina que se ve desde que entras junto al comedor. Cierro la puerta, me siento como la primera vez que fui a su departamento pero esta vez en el mío, me siento una pervertida.
—Pensaba que vivías con tus Padres. —Dice dándose la vuelta con las manos en los bolsillos.
Me encojo de hombros y caminó hasta la cocina para sentarme en el taburete, este me sigue y se sienta en el que está a mi lado. Cojo una manzana y le doy una mordida.
—¿Te lavaste las manos? —Pregunta cuando ya le he dado una mordida a mi manzana, —Dios, Cielo, eso es asqueroso.
—Te laves o no las manos sigue siendo asqueroso porque siguen las bacterias.
—Buen punto pero sabes que las bacterias se reducen a un ochenta por ciento...
—Los otros veinte son bacterias. —Recalco.
Niega, —Nop, jabón.
Me río, —Que tonto eres.
—Un poco, bueno, me dirás el porqué tienes este departamento si vives con tus Padres, Cielo.
Miro alrededor de nosotros, mi departamento tiene toques pasteles, todo aquí es colorido, mi mundo es así y quería un lugar donde mi mundo se hiciera realidad, las cortinas de la sala con un azul cielo y los muebles grises para que queden, las paredes tienen un fundo color pastel. Tengo una televisión que casi no uso pero cuando lo hago veo más el celular que está, las ventanas dan hacia una vista muy bonita donde siempre están pasando carros.
La cocina tiene un toque moderno con minimalista, es como, tiene la luz suficiente, ni mucha ni poca. Porque tengo momentos en los que no quiero tanta luz y en otros en las que la necesito.
—En realidad tengo este departamento para olvidarme un poco del mundo, necesito espacio para mí y hay momentos en los que mis Padres no conocen el significado de esa palabra...
—Superficie o lugar con unos límites determinados y unas características o fines comunes. —Suelta interrumpiendo lo que estaba diciendo, no me da tiempo de hablar, —Wikipedia.
Asiento sonriendo, —Lo sabía, demasiado bien desarrollado.
—Que ser un hombre mayor jamás te quite las informaciones de Wikipedia, pero, sigue por favor, quiero saber más.
—Quiero mi propio lugar en el que pueda hacer todas las cosas que yo quiera, Mis padres saben que tengo un departamento pero no saben donde, ni siquiera mi novio, el único que lo sabe es mi hermano y...
—Ahora yo. —Termina por mí, pone su mano en mi pierna, sube y baja con esta, —Me tienes mucha confianza, Amor.
—Más de la que crees.
Él me carga sin darme tiempo a procesar lo que está pasando, —¿Dónde queda la habitación?
—Dudo que te pierdas pero por si las dudas, la puerta de la izquierda.
Asiente y me lleva a esa abriéndola, cuando entra a mi habitación me tira en la cama con fuerza. Sus músculos se flexionan cuando me arrastra hasta la esquina de la cama, se arrodilla a besar mi cuello bajando hasta mis senos, me apoyo con mis manos sobre la cama para mantenerme mientras echo mi cabeza hacia atrás. Ya no me importa resistirme más, es algo que deseo y quiero y no me pienso retener por nada... Lo siento Nathan.
—Me encantas, Amor, eres una droga. —Me dice en un susurro, —Juro que en mi vida he deseado tanto a alguien como te estoy deseando a ti en este momento.
Maverick.
Mis dedos se enroscan en su vestido, beso sus piernas y subo por estas pasando mi lengua, llegó a sus brazos y le depositó besos calientes y húmedos. Aún estoy de rodillas y eso le facilita a ella poder arrancarme la camisa a la cual se le van todos los botones, ambos nos echamos a reír, sus dedos se deslizan por mi pecho y la Palma de su mano se detiene en mi corazón, la apartó de este y me pego para besarla.
Ella abre los labios y deja que mi lengua entre en busca de la suya, ya no se resiste, ahora se entrega, ella quiere este tanto como yo pero no más que yo. Subo y bajo con mis dedos haciéndole costillas entre las piernas pero sin llegar a su parte más íntima. Me inclino tanto que caemos hacia atrás, sus manos rodean mi cuello para agarrar mi cabello y despeinarlo, no soy fan de que toquen mi pelo pero a ella... A Ella le permito todo.
—Mave... —Gime mi nombre.
Sonrío moviéndome de arriba abajo, —Eso, Mi cielo, di mi nombre.
Damos dos vueltas en la cama aún besándonos sin parar, cuando me separo un poco de ella veo sus labios que están hinchados y sus pupilas dilatadas, está Excitada a más no poder. Ella misma me acerca a su boca y deja besos y marcas en mi cuello, sonrío al sentir su lengua para por este, le agarro del cabello y lo jalo, ella se ríe y vuelve a besarme ahí.
—¿Eres masoquista, Amor? —Ella sonriendo asiente, me muerdo el labio, muero por quitarme la correa y darle unos buenos azotes con ella, pero eso no me quita la idea de darle unos azotes.
Con rapidez le doy la vuelta y la colocó sobre sus manos mientras la sostengo con mis rodillas en su estómago sin hacerle daño.
—¿Quieres que te azote, Cielo? —Ella asiente pero eso no es suficiente para mí, —Responde, Amor, quiero escucharte suplicar por mí.