Tell Me You Love Me.

Capítulo 11.

Skylar.


 

Toco la puerta del departamento de Nathan, estoy nerviosa, no pensé hacer esto es complicado y más si sé que romperé años de noviazgo. Él abre la puerta y me sonríe en cuanto me ve, se acerca a mí y me da un beso corto en los labios, lo apartó y él frunce el ceño, sin decirle nada Entro a su departamento. Cierra la puerta confundido.


 

—¿Qué pasa, amor? —Se cruza de brazos.


 

Me doy la vuelta para verlo a los ojos, —Yo vine para hablar contigo, Nathan.


 

Sus ojos se entrecierran, —Me tienes intrigado, estas rarísima.


 

Suspiro, —No sé, yo quiero decirte que nosotros... —Me mira expectante, —Debemos terminar.


 

Deja caer sus brazos y abre su boca con sorpresa, —¿Qué demonios estas diciendo, Skylar?


 

—Lo que escuchaste, debemos terminar, Nathan.


 

Niega rápidamente, —No, no puede ser, tú no puede estar cortando conmigo, Skylar.


 

Cierro los ojos con fuerza para después abrirlos, —Lo siento pero es que no podemos estar juntos.


 

—¡Claro que podemos estar juntos, Maldita sea! —Grita, jamás lo había visto tan enojado.


 

—Tranqulizate, simplemente te estoy diciendo que hay que terminar, no es la gran cosa.


 

—¿Que no es nada? ¿Esto para ti es nada?


 

Dejo mi cartera en el mueble, —No, pero todo lo que tiene un principio así sea feliz o triste también tiene un final y nosotros no estábamos hechos para terminar juntos, comprende, Nathan.


 

Se tira de pelo negando, —No puedes dejarme, no me puedes dejar porque yo primero te mato.


 

Abro los ojos como platos, —¿Qué diablos estas diciendo?


 

—Lo que escuchaste, yo te amo, no me puedes dejar.


 

—Estas loco, así como el amor llega también se va y si pudiste aceptar que se quería también debes aceptar que ya no te amo, ya no te quiero, ya no te deseo más.


 

Se acerca a mi y me agarra con fuerza del brazo, suelto un quejido de dolor, —¿A quién amas? Dime, Skylar, ¿Quién es el imbécil que te quiere apartar de mi lado?


 

Le arrebato mi brazo, —Me estabas haciendo daño. —Jamás pensé que se podría así.


 

—Tú no puedes dejarme esperé mucho tiempo para estar contigo y ahora que casi estamos en nuestro aniversario me dejas, No permito que me hagas eso.


 

—Pues así será, ya no quiero estar contigo y cuidado con lo que intentas, Nathan, una sola llamada de las mías y te arruinó lo que te queda de vida.


 

Cuando pasó por su lado me agarra del brazo, —¿Quién es el imbécil?


 

Me suelto, —No hay nadie, simplemente Quiero volver a mi vida antes de estar con alguien, quiero la soltería.


 

—Espero que no haya nadie, Skylar, porque ni tus malditos matones van a ser capaz de salvarte la vida a ti y a ese idiota que me está arrebantando lo que es mío.


 

Salgo de ese departamento y llego a mi auto, está loco, jamás pensé que se podría así, la actitud que acaba de tener y lo mal que me trató. Me paso la mano por el lugar en el que me lastimó, me tendré que poner maquillaje, en el carro tengo algo no puedo llegar a la empresa así y ya se me está haciendo tarde. Conduzco hasta el trabajo y entró a mi oficina directamente.


 

Enciendo mi computadora y empiezo a trabajar pero mi mente sigue en todos los problemas que tenemos aquí, mi Padre todavía no se informa de nada pero tengo miedo que la noticia le caiga mal, tenemos varias empresas en diferentes lugares y el dinero sobra en mi familia pero si la empresa cae nos veremos mal con los periodistas, ellos se encargan siempre de dañar la imagen de cualquier cosa.


 

Lo que pasó esta mañana con Nathan tampoco me tranquiliza, dijo que mataría al que este conmigo, no puede enterarse de que Maverick y yo tenemos una aventura, nadie puede enterarse, me veré metida en un buen lío. No dejarán de hablar de eso en meses o quizá años, las personas son como buitres, se alimentan de otras personas.


 

Unos toques en la puerta me despierta, suelto un pasé y Maverick entra con una media sonrisa, me muerdo el labio inferior, se pondrá muy feliz al saber que ya no estoy con Nathan, me levanto de mi silla y doy la vuelta al escritorio para apoyarme de espaldas en este. Él entra y cierra la puerta.


 

—Hola, Cielo. —Cuando está lo suficientemente cerca de mí me da un beso en la mejilla, luego en la nariz y por último en la boca, —Mmh, hueles increíble.


 

Sonrío, —Yo siempre huelo increíble.


 

—Aja, también sabes increíble.


 

Le doy un golpe juguetón en el pecho, me besa con lengua, sube su mano hasta mi cuello y pasa sus dedos con delicadeza por este, sonrío entre el beso, se inclina más sobre mí. Los besos suben de tono dejándome con ganas de más, sus manos se ponen en mi cintura mientras sus dedos se aferran aún más, sus labios van de mi boca a mis senos y besa estos por arriba, su mano va a uno de estos y lo empieza a masajear.


 

—¿No me vas a decir que aquí está prohibido? —Pregunta burlón.


 

—Tú cállate, es mi oficina y puedo hacer lo que me dé la gana. —Digo jadeante.


 

—hasta follar...


 

—Hasta follar con el hombre que pensaba que jamás haría esto.


 

—Da muchas vueltas la vida. —Dice en mis labios.


 

—Ahora yo quiero que me de vueltas la cabeza.


 

Se ríe, me carga y me pone sobre la mesa, sus manos empiezan a subir más mi vestido, se arrodilla y besa mis muslos, se vuelve a levantar y vuelve a besar mi boca chocando su lengua con la mía, es tan eléctrico sentirlo así.


 

—Te follaria toda la mañana...


 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.