Tell me your story

01

 

Llamé a la puerta una vez más y me dejé caer despacio al suelo. Aún se oía gritos detrás ¿cuánto tiempo podré manejar esto?

 

Gritos y llantos que atraviesan la puerta, mi corazón y mi mente.

 

Me levanté lleno de dolor y salí del edificio. Quise desaparecer y nunca ser encontrado, estar en paz. Caminé sin rumbo por algunos minutos. Comenzó a llover y yo solo traía un suéter de mala calidad, me cubrí con mis manos y corrí debajo de una parada de autobús. Me quedé inmóvil viendo a la gente pasar, algunos no quitaban los ojos de sus teléfonos y otros estaban perdidos en sus pensamientos olvidando su entorno.

 

Todo tenía un aire monótono. Incluso los ojos mojados de mi madre eran cosa de todos los días. Siempre fui un cobarde, por eso me atreví a abandonarla en aquel lugar. Me despedí aún sabiendo que no podía irme.

 

Sin pensarlo me subí al autobús que se detuvo delante de mí. Revisé en mi bolsillo en busca de unas pocas monedas para pagar mi boleto. El conductor parecía aburrido, tan triste, y yo esperando una sonrisa sincera. Él solo me da mi boleto. Busco un asiento en el fondo del autobús y recargo mi cabeza contra el cristal cerrando mis ojos, cansado del inmenso “todo” que me aplastaba.

 

 

# # #

 

 

Sentí una pequeña mano apoyada sobre mi hombro, abrí suavemente los ojos y me topé con una joven que me veía con preocupación, mientras apretaba una mochila contra su pecho.

 

−Llegamos a la parada de autobuses, deberías salir. –Su voz se oía apagada y su mirada no tenía brillo. Quitó su mano de mi hombro y se alejó para caminar con parsimonia a la salida del autobús. En cuanto pisé el suelo de cemento, un viento fresco me despertó de inmediato. Estaba por anochecer. Escondí las manos del frío en los bolsillos delanteros de mi pantalón y caminé observando el vaho que salía de mi boca. Miré a mi alrededor, no tenía idea de donde me encontraba y francamente tenía miedo.

 

El conductor se preparaba para volver a subir al bus, pero lo detuve tomándolo suavemente del brazo.

 

−Disculpe ¿Dónde estamos?

 

Me miró perplejo

 

−Ésta es la estación de Bucheon, el bus a Seúl sale en 10 minutos.

 

−Oh bien, gracias señor

 

Hice una leve reverencia que no tuvo respuesta me senté en un banco junto a una fuente de agua.

 

−¿Qué hago ahora que estoy aquí? –balanceaba mis pies de atrás a adelante como un niño pequeño

 

−Ir a Seúl –me giré buscando el dueño de la voz, era la joven que hacia un momento me despertó en el bus. Su cabello negro ocultaba su rostro debajo de una gorra.

 

−¿Disculpa?

 

Ella se giró hacia mí permitiéndome ver su rostro, pero no dijo nada. Se sentó a mi lado, guardando una distancia prudente.

 

−¿Ir a Seúl? –hablé de nuevo

 

−No hay muchas opciones desde aquí –dijo observando la punta de su calzado.

 

Ella se ve tan perdida como yo

 

−¿Opciones para qué?

 

Levantó la mirada y se volvió completamente hacia mi

 

−Para tomar un nuevo comienzo

 

 

El autobús con destino a Seúl se detuvo frente a nosotros, ella simplemente se levanto y subió de prisa. Yo, al igual que ella, intenté pensar lo menos posible. Quizás ir a Seúl era la mejor forma de encontrarlos.

 

 

 

# # #

 

 

La estación de autobuses de Seúl era un mundo de gente, yo simplemente me abracé intentando ahuyentar el frío y me aleje de allí.

Acabé comiendo fideos instantáneos en una tienda que me encontré después de deambular algunas horas por la ciudad. Me quedé quieto viendo a las personas pasar frente a mí del otro lado de la ventana, tantas personas que al parecer son felices. Me sentí tan solo, sin embargo finalmente libre.

Salí nuevamente a la calle en busca de algo. El frío hizo que comenzara a arrepentirme de mis acciones tan apresuradas, ni siquiera sabía donde dormiría o cual era mi real propósito en ésta ciudad. Me detuve de golpe, estaba tan inmerso en mis pensamientos que no la vi parada frente a mí. La miro. Frunzo el ceño ¿acaso me está confundiendo con alguien más?. Me muevo unos pasos pero ella sigue inmóvil en el mismo sitio. Inclino mi cabeza ligeramente para ver su rostro, su expresión es indescifrable.

 

−¿Qué haces aquí? –habló tan de golpe que me sobresalté levemente, pero lo disimule



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En el texto hay: taehyung, bts, drama romantico

Editado: 17.07.2019

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