Tempo

TRE

Capítulo 3

No podía ver su cara ya que estaba todo oscuro ¿y si es alguien que entró sin permiso a la mansión? ¿ Y si es algún invitado borracho o un fotógrafo de la boda?

Si le hubiera pedido a Zotti que viniese conmigo esto no estaría pasando. El hubiera ya no existe...

Gritar no estaba en una de mis opciones.

—No intentes gritar porque nos delataran – su voz era mordaz– Te soltarte solo sino intentas escapar ¿de acuerdo?

¿Por qué él  estaba actuando de esa manera?

Si él quería hablar podía hacerlo como las personas civilizadas. ¿Tanto le costaba?

Él esperaba mi respuesta. Así que solo asentí. En ese instante me libero de su agarre y encendió las luces de la habitación.
Di unos cuantos pasos para alejarme de él y estabilizar mi respiración. Una parte de mí se alegraba que esta habitación no fuera la habitación de ninguno de los dos, se trataba de la sala de juegos de Elena y Léonid. El lugar estaba en orden.
Por otra parte deseaba salir de aquí ya que dudaba que todo está escena fuera para algo bueno.

— Resultó un poco aburrido esperar a que aparecieras – el río con descaro.
—Gracias por el dato, genio – mi tono era molesto –Ahora, dime, ¿ qué es lo que quieres?

En cuanto más rápido terminara sería mejor para ambos.
Además era la primera vez que intercambiamos más de dos palabras. Con el tiempo aprendí que ni Tayler ni tampoco Daniel serían amigables conmigo, así que preferí mantenerme alejada de ellos.
— Serás mi billete para salir de aquí –anunció con tranquilidad.
—¿Perdona? –no podía creerlo, Tayler tenía más ventajas para entrar y salir de aquí – ¿Crees que soy un objeto?. No pienso ayudarte.
—Lexy, Lexy – cuenturreo el diminutivo de mi nombre – No considero que seas un objeto, sólo es algo que nos beneficia a los dos – con su índice nos señaló haciendo un pequeño círculo.

Cada segundo que pasaba entendía menos esta situación.

— No vuelvas a llamarme de esa manera – dije molesta – Y lo volveré a repetir : No voy a ayudarte. Busca a otra persona.

— Pensaba que no podias  enojarte – se burló – siempre hay una primera vez para todo ¿cierto?

Solo deseaba ir a mi habitación e intentar olvidar todo sobre la reunión familiar, notese el sarcasmo por favor. Sin embargo, Tayler decidió que esta noche era un buen momento para molestar. Él tampoco tenía el derecho de tratarme de esa manera. Ambos éramos hermanastros cuya relación era de un hola y adiós.

Aproveche que él estaba lejos de la puerta para irme, mi plan tuvo fallas ya que Tayler tomó mi brazo con fuerza para detenerme y corto mi camino ; ahora él bloqueaba la salida.

— ¡Suéltame! – le exigí – Sino empezaré a gritar.
— Este lugar está alejado de las otras habitaciones – continuó sosteniendo mi brazo – Y nuestro padre está intentando calmar a sus nuevos  suegros por cómo terminó la velada. Querida Lexy, no irás a ningún lugar hasta que aceptes.

Por supuesto que soltó mi brazo ;sin embargo a Tayler parecía divertirse ante la  situación por el modo en que cruzó sus brazos.
Cada segundo que estábamos a esa distancia lo único que se me ocurría era borrarle esa sonrisa. No intentaré tentar  mi suerte con mi odioso hermanastro.

Camine por la habitación hasta quedar delante del gran ventanal, por la seguridad de mis hermanos se mantiene con un seguro. Las vistas daban al jardín principal.

— ¿Por qué? – pregunté desde mi lugar – ¿Piensas retenerme toda la noche si no acepto?

Necesitaba saber cuáles eran sus verdaderas intenciones o si sólo estaba jugando conmigo.

— Nuestra conversación pudo terminar hace cinco minutos. –él se situó a mí lado – Olvidé mencionar algo – se escuchó una carcajada fingida – Esto nos beneficiará a ambos ya que papá haría cualquier cosa por ti. Serás mi billete por un par de días de libertad.

No podía creer que él me quería cerca porque mi padre no me negaría nada si le pedía algo. Tayler sabía que esa era mi ventaja. 

—No tengo porqué ayudarte –respondi–  Leah, Anastasia y la abuela Mackenna te serán de mejor ayuda.

— No creas que no pensé en ello. – respondió – En este momento no soy la persona favorita de la abuela y no quiero involucrar a más personas cuando te tengo justo aquí.

¿Es enserio? Tayler solo pensaba en él. Muy noble de su parte por no querer recurrir a otra persona, mentía.

— Sé sincero, por favor y admite que después de lo sucedido en el comedor papá no te dejará salir – no sabía de dónde había sacado tanta valentía para decirlo en voz alta.

Hubo un breve silencio.

— Pero si se lo pides tú, quizás acepte.

No deseaba estar en medio del campo de batalla hasta que ellos deseaban reconciliarse, de eso ya tenía experiencia. Al parecer el universo estaba conspirando en mi contra.

— No puedes ir exigiendo algo y olvidar tus modales – me queje.

— De acuerdo – contestó, luego aclaró su voz – Alexia, podrías considerar ayudarme por un par de días, por favor.

Tayler era de los que tenía el ego por las nubes y en estos momentos estaría algo pisoteado puesto que nunca dejaba que nadie le hiciera cambiar de parecer, es algo que Emma me había dicho hace meses.

Siempre hay una primera vez para todo.


 

—¿ Ves ? – intente no reirme – No te costo nada ser un poquito amable.

— Esta vez lo dejaré pasar – el revolvió su cabello castaño y su tono revelaba algo de molestia.

Mire mi reloj de pulsera y apenas eran las once , la hora de gracia que mi padre nos había concedido había pasado hace media hora.

—Si eso es todo, adios – iba de camino a la salida hasta que Tayler hablo asi que me detuve .

— Estamos atrapados hasta el amanecer – él me tendió una manta que había tomado de un armario– Así que ponte cómoda.

— Todo es tu culpa – él me dio una sonrisa burlona.




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