Termine de trabajar con un dolor de espalda horrible, me estire en mi asiento, mientras que mi guardaespaldas estaba parado cerca de la ventana. Habíamos estado muy callados, el ambiente había estado un poco tenso.
—Debe ser aburrido cuidar de personas así. ¿Siempre lo haces? —Preguntando romper la tención y porque me estaba matando el silencio
—No, siempre envió a uno de mis subordinados, pero contigo hice una excepción —Dijo volteándose a verme
Era alto, me llevaba tres cabezas, porque aunque me pusiera tacones aún seguían siendo alto, pero con unos veinte y cinco centímetros.
—¿Así que debo sentirme alagada? Alessio Caruso se toma el tiempo para cuidarme —Dije con sarcasmo
—Cambiaste, ahora eres más irritante, pero creciste —Alce una ceja y me puse de pie mientras volvía a empujar la silla a su puesto —¿Dónde dejaste los Shorts?
—Créeme, aún me los pongo, pero solo a veces —Sonreí
—¿Cuándo vas a dejar de estar a la defensiva?
—Cuando sepa las verdaderas razones para que estés aquí, porque como lo dijiste, pudiste enviar a alguien. Además, ¿qué le dijiste a mi tía?
—La verdad
—¿Y cuál es la verdad según tú?
—Salimos y rompiste conmigo porque pensaste que no tenía un futuro que ofrecerte. Ahora estoy aquí demostrándote que te equivocaste
Aparte la mirada. No lo había dejado porque pensara que no tenía futuro, sino para que no se quedara sin uno.
—Nunca creí que no tuvieras futuro —Lo mire de reojo —Solo supuse que tú y yo no teníamos futuro. Ahora puedes irte, ya me has demostrado, fue un placer verte, adiós
Tome algunas carpetas y salí del despacho dejándolo atrás, debía alejarme de él, por más que doliera, por más que lo único que quisiera fue abrazarlo y no soltarlo.
—No te desharás de mí tan fácil Alessandretti —Me frené y lo volteé a verlo —No es la única razón para estar aquí
—¿Por qué más? Dijiste que trabajo y demostrarme que has llegado alto, no veo otra razón por la que estés aquí
—Por ti, estoy aquí, por ti. ¿Por qué otra razón volvería? A sí, por ti, porque han pasado cinco años, y no te he podido sacar de mi cabeza, porque aunque estaba enojado, porque te fuiste, te quería a mi lado. Y es que todas tenían el mismo problema.
—¿Cuál?
—No eran tú
—No debiste volver Alessio, mi vida es más complicada que antes, no es fácil. Ya debes haberte dado cuenta No debiste volver. Es que no debiste volver Alessio.
—Me quedaré aquí hasta que te cases, y eso ya paso.
—¿Estás loco? ¿Qué no has escuchado? ¿Pero qué dices?
—Sí, escuche. Ahora tú escúchame, que no se te olvide que aún eres mi esposa, y hay un papel que lo avala.
¿Papel? ¿Acaso no...?
—Dijiste que te encargarías de que fuera anulado —Grite —¿Por qué no lo hiciste?
—Porque no iba a perder lo único bueno de mi vida
—Eres un idiota —Lo golpeé con la carpeta —Un tonto, si te casaste ¿Cómo es que fue posible?
—¿Por qué crees que se acabó?
—Eres un dolor de cabeza, ni siquiera has llegado y ya me estás causando dolor de cabeza
Su mano se apoderó de mi mentón, intenté zafarse, pero me llevo hasta la pared, inmovilizando sosteniendo mi otra mano con la carpeta haciendo que la botara. Sentía el calor sobre mis mejillas y en mi cuerpo era como si estuviera sobre una llama.
—¿Crees que no estoy enojado? Una, cría de diecisiete años, me tiene jodido —Sus dedos acariciaron mi rostro, llegando hasta mi cabello, levantando más mi cabeza —Sigues igual de hermosa que hace cinco años
Se acercó a mí, su nariz rozo mi mejilla y sus labios besaron mi mejilla quedando cerca de mi boca.
—Alessio...
—No sabes cuanto té extrañado ángel —Lo mire, y negué —Acabaré con el imbécil que quiera venir a ocupar mi lugar
Sus labios se apoderaron de los míos, me sujeté de sus hombros intentando separarme, pero su agarre se hizo más fuerte, pegándome más a su cuerpo. Estaba de puntitas sostenida de sus hombros. Cuando nos separamos nuestras respiraciones eran irregulares, nuestros pechos subían y bajaban muy notoriamente. Mi cuerpo parecía acalambrado, pero lo forcé a avanzar, no podía caer de nuevo por él.
—No sabes cuanto quise besarte cuando te vi hoy en la mañana con esos pantalones
Me separa de él mirando el pasillo, no había nadie, pero no sabía, mi abuela a veces parecía bruja, me agache para tomar los papeles, él se agachó a ayudarme.
—Rouses
—Ya voy —Camila nos ayudó a recoger los papeles
—Tu tía te espera para tomar té antes de irse a dormir
—Sí, ya voy
Me puse de pie ignorando a Alessio y caminando hasta el salón donde estaban Clark y mi tía.
—Ya acabaron
—Si —Me senté
La hora del té termino y fui hasta mi habitación, Mark ya estaba esperándome en la puerta y al ver a Alessio corrió y comenzó a caminar a su alrededor.
—Hola Mark, a ti también te he extrañado mucho
Entre a mi habitación con Alessio detrás, me frené y lo encaré.
—Según sé, dormiré sola —Asintió —Bien hasta mañana
—¿No saldrás?
—No, tomaré una ducha intentando olvidar este día y que estás aquí y me meteré a la cama. Buenas noches
—Buenas noches —Salió dejándome con Mark y con un gran dilema en mi cabeza
Verona, 2 de abril del 2018
—Feliz Cumpleaños Ro —eran mis nanas Lucía y Camila; aparte la vista del escritorio
—Pero niña, ¿qué haces levantada?, hoy es tu cumpleaños, deberías dormir —negué —¿Y eso porque? — pregunto Bu
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Editado: 27.05.2024