Zayden me lleva a un club de cerámica donde pasamos la tarde ahí, tardamos en limpiarnos y cambiamos de actividades. Cuando salimos vamos por un cafe y luego a caminar por Central Park.
—¿Ya lo perdonaste?
—El se acostó con Emilia
—Pero no salían juntos Rouses —Lo miro —Nadie es perfecto y el tampoco. Te ama y tú a él
—¿Te cae bien?
—No he tratado mucho con el, pero parece que estaría dispuesto hacer todo por ti
—Quiero perdonarlo, pero no sé siquiera una relación con él o si. Tengo miedo de que me lastime de nuevo
—Bueno, podrás decir que amaste alguna vez, y si te lastima, yo estaré para ti
—¿Recogerás los pedazos?
—Con una pala, aspiraré bien y trataremos de unirlos todos —Sonrió por hacerme sentir mejor
—Gracias
—Llámame si me necesitas mantenme al tanto de todo
—Y tú salúdame a Edward
Nos despedimos mientras se preparaba para partir hacia Londres esa misma noche. Lo extrañaría porque el había sido un pilar fundamental para no derrumbarme en estos días. Todo lo que había pasado había sido un sin fin de cosas que me atemorizaban y deje que me superaran cuando pudieron tener solución mucho antes.
Parecía que iba a llover, al llegar al apartamento solo me encontré con Damon que bajaba por un vaso de agua antes de ir a dormir, Camila y Jeff estaban discutiendo cosas de la boda, los demás habían salido antes de que yo llegara
—He solicitado mi transferencia a Italia —Miro a Damon —Estaré ahí en tres meses
Damon y yo conversábamos por videochat, nunca me había mencionado la idea de mudarse conmigo.
—Creo que Milán es una buena opción —Indico
—No, iré a Roma, no me quiero quedar solo aquí, eres la única familia que tengo
—Está bien, será un placer tenerte en mi casa —Damon sonríe como nunca antes lo había visto, parecía que iba a decir algo, pero solo se dio la vuelta y se fue, Camila me miró
—Será bueno tenerlo en la casa, así no vamos a estar tan solos —dijo, yo asentí —Tu abuela quiere hablarte
—Bien, mañana
—No dijo que la llames
—Está bien
Voy al despacho y marco el número de la abuela, no se tarde mucho en responder.
—Abuela
—Creo que ha sido suficiente, ¿No? ¿Cómo está, Arabella?
—Está bien, sale a comprar seguido. Hoy salió debe estar por regresar —Se queda en silencio —Me mentiste
—Sí —Dice sin más —Y fue necesario
—¿Por qué? —Pregunto con un poco de enojo
—Porque necesitabas sacar el dolor que te produjo la muerte de Lucia. La tranquilidad no es buena, no en este momento. Te necesito explosiva.
—No quiero que lo vuelvas hacer —Demando
—¿Regresarás con el?
—No lo sé —Digo —Necesito tiempo, para mí. Yo no he estado bien desde hace mucho —No dice nada —Me iré por tres años
—Aceptarás
—Bajo mis términos, claro
—¿Tus términos?
—Si los míos. Hablaremos de eso cuando regrese
—¿Eso cuando será?
—Estoy por cerrar negocios muy importantes aquí, no me tardaré más de lo debido. Tomaré un vuelo a Sicilia para cerrar ciertos asuntos que tengo en la región e iré a Roma y hablaremos de mis tres años fuera
—¿Y el chico?
—No te preocupes de Alessio.
—Sabes que tendrás que casarte. Cuando regreses
—Lo sé. Hablaremos de eso después.
—Bien te espero
—Adiós abuela
—Cuida a tu prima Rouses
Cuelga y yo dejo el teléfono a lado. Mi inestabilidad emocional y mi autocontrol están al límite. No quiero más episodios de ansiedad o tener que tomar pastillas para poder levantarme al siguiente día. Quiero poder sobreponer a la muerte de mis seres queridos con tranquilidad, y es que aún llevo cargando tanto dolor que debo dejar ataras para poder darle lo mejor de mí a cualquier persona con la que vaya a estar.
Se lo cuento a Camila, quien me mira algo triste. La abrazo como si nunca lo hubiera hecho y le juro que estaré bien y que saldré de esta. Se lo debo, es la unica persona que me queda y no dejaré que nadie me la quite. Nadie.
Estaba rodeada de papeles, las últimas carpetas en unos días volvería a Italia a cerrar con el último tema que tenía pendiente, daría una conferencia como la futura monarca, dos semanas después sería carnaval y las celebraciones de Semana Santa me ocuparían.
—¿Quieres ayuda? —preguntó Camila, negué
—No, es lo último, solo estoy anotando algunas cosas, quiero que todo esté perfecto —Ella me regaló una sonrisa cálida y asintió
—¿Cómo te fue con Zayden?
—Bien, hicimos, cerámica y pinturas —Me mira —Nada paso, los dos estamos de acuerdo que podemos ser amigos
—¿Y Alessio?
Suspiro porque aún estoy pensando en eso. Lo amo tanto que podría volverse en mi debilidad ¿Pero es un riesgo que estoy dispuesta a correr?
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Editado: 27.05.2024