Trato de mantenerme cuerda cuando la puerta se abre y Alessio entra. No le digo nada, sigo caminando por la habitación. Nadie dice nada, es un silencio extraño.
—Rouses…
Alessio es el primero en romper el silencio y yo lo miro. No digo nada.
—Es difícil sabes, mantener el control ahora. Debí haberle roto el cuello.
—Hubiera sido bonito de ver, pero nos hubiéramos metido en un gran lío
—¿Nos?
—Hubiéramos tenido que matar a Emilia también y desaparecer toda evidencia.
—¿Cometerías un crimen por mí?
—He cometido muchos, cariño, uno más no me importaría —Lo miro
—Estás demente Caruso
—Soy un asesino Rouses, y tú eres mi ángel de la muerte. Me gusta ese lado de ti.
—Las dos estaban muy enojadas, me odian más que antes y es tu culpa
—Solo porque tienes mi título de propiedad —Me rio y él conmigo —Se les pasara
—No lo creo —Si supiera pienso —Dudo que Ashley se haga un lado, le gustas
—Tendré que levantar una orden de alejamiento con ambas, tengo pruebas para suponer que están locas —Lo miro —Emilia me drogo
—¿Qué ella qué? —Se sienta y yo a su lado
—Bueno, hace unas semanas estuve en España, no sé cómo supo que estaba ahí. Cuando apareció le dije que quería estar solo, pensé que lo entendería, pero al parecer no. No recuerdo lo que me paso.
—Alessio, ella realmente está loca
—Estuve mal unas semanas, creo que no sabe que lo sé
—Deberías hacer algo, no puede salirse con la suya —Me mira —Prácticamente abuso de ti Alessio
Me mira y sostengo su mano.
—No quiero hablar de ello
Me subo a su regazo y lo beso, el sostiene mi cintura y rodamos, yo quedo por debajo. Le acaricio el rostro y paso mis manos por su cabello.
—No creo que vuelvan —Digo mirándolo —Al menos no te dejaré solo con ellas cerca Alessio. Te amo.
—Yo me siento amado
Partir de New York se hace pesado, dejo a Mía, a Anthony, que ahora tiene una relación formal con Melania y Damon, que indica que en verano estará por el palacio. Alessio lo anima ir antes para conocer más cosas a lo que Damon se emociona.
Tomamos un vuelo en la tarde que nos dejara en Sicilia, se me hace pesado el viaje, duermo todo el tiempo. Arabella y Luciano irán directo a Roma. Liza y Marcos regresaron a Canadá, haciéndonos la promesa de repetir la reunión.
Llegamos a Sicilia en la mañana, justo a una de las campiñas de mi familia, donde nos reciben y tienen todo listo. Alessio se compromete en ir conmigo a ver a Santino.
Caminamos de la mano por las calles de Sicilia, cuando llegamos a la plaza que es inmensa, nos sentamos en una banca a esperar cuando aparece. Se sienta frente a nosotros, está acompañado por sus guardias. Tiene una sonrisa en el rostro y lleva unos lentes de sol, su pierna está sobre su rodilla y el brazo sobre el espaldar del asiento.
—No puedo creer lo que mis ojos ven. Tomi estaría muy feliz de verlos juntos. Tal vez no con también le gustabas —Me mira —Te he estado buscando por tantos lados y da la casualidad que estás con mi hermanito.
—No soy tu hermano —Responde Alessio
—¿Están juntos?
—Si —Responde Alessio
Santino sonríe y acomoda en el asiento.
—La familia la amara cuando la lleves a casa —Lo miro —La mujer que ha enamorado a tres de los príncipes de la mafia, solo falta que le caiga bien a Paulina —Se pone de pie —Vamos a un lugar más tranquilo a hablar
—Por favor —Digo
Camina delante de nosotros, Alessio pasa su brazo por mi cintura mientras vamos hasta lo que parece un hotel, nos lleva hasta la terraza donde hay una mujer rubia tomando sol. Al vernos se para.
—El hijo pródigo regresa a casa
—Paulina —Saluda Alessio
—La famosa Achilles, tan simplona. No veo que le ven a esta —Dice volviendo a lo suyo
—Tú me llamaste mi linda Diabla —Lo miro —Tú dirás
—Las cosas que están pasando en Roma se saldrán de control. Lo que sea que están haciendo, no funciona.
—¿De qué hablas?
Lo miro y mi ira incrementa y más cuando una mujer semidesnuda aparece para sentarse en su regazo.
—Hablo de la guerra que tengo que controlar para que el todo el maldito mundo se entere de que la mafia aún existe, de eso hablo maldición. He mandado cientos de informes al consejo, avisando de la situación y no me responde. Quiero el poder de excomulgar a alguien. He perdido gente valiosa para mí y estoy a punto de saltarme los malditos protocolos y hacerlo todo por mi cuenta, porque no has sido capas de hacer tu maldito trabajo como quedamos hace cuatro años.
—¿Mi trabajo? —Lo miro —Hago mi trabajo
—Si se nota —Digo —Mira Nicolás, esto escalará y no me salpicará en la cara a mí, sino a tu familia, porque al parecer tu enviado o lo que sea Emilio se ha metido con todos, excepto con las personas correctas. Entonces o me dejas eliminarlo o pierdes tu maldito legado.
—Si no mal recuerdo ya le fuiste al chisme a Cronos, ¿No? —No digo nada —Los vieron en Malta, Vietnam, ¿Te divertías?
—¿Estás celoso? —Sonríe
—No cariño, yo no. Puedo ofrecerte más de lo que el te haya dicho que haría
—El me ha prometido solucionar esto
—¿Y por qué no lo ha hecho? —Pregunta —Cronos tiene poder, pero debe usarlo con sabiduría o perderá todo ¿No lo crees hermanito? ¿No sabías que tu linda novia estaba jugando con el emperador? ¿Cómo es que te dice? ¿Maléfica? Diabla te queda mejor
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Editado: 27.05.2024