Temptation

51

Alessio 

El tipo del local de tatuajes cree que estoy loco cuando le digo que quiero que me tatué los labios de Rouses en el pecho, si debo estarlo, pero quiero tener esto en la piel, sus labios están muy bien marcados y el hombre no tiene problemas en hacerlo. Cuando termina es un hecho tengo los labios de Rouses Alessandretti en el pecho.

Regreso al viñedo donde me encuentro con Camila, al verme se me acerca, tengo una idea de lo que me dirá.

—Tú y yo vamos a hablar —Asiento —A ver, sé que los dos están enamorados Alessio, pero por favor ella apenas va a cumplir dieciocho, que tenga un bebe, será una bomba y…

—No nos hemos acostado Camila —Me mira y yo la voy a esperar hasta que ella se sienta lista, soy muy consiente de lo que implica ese hecho 

—Bien, porque no quiero nietos aun Alessio, estoy muy joven. 

—Vale —Sonrió —Iré a despertarla, ya nos tenemos que ir

—Se estaba alistando

Subo hasta su habitación y al entrar la encuentro vestida con un vestido negro que resalta su figura, me arrimo a la puerta. Ella no se da cuenta de que la estoy mirando, se está poniendo los aretes. Desde que Lucia murió la veo hacer más cosas por su cuenta. 

—Qué linda —Se sobresalta cuando hablo y se voltea con una sonrisa

—¿Qué haces ahí? Me asustaste 

Vuelve a lo suyo y se pone algo en los labios, no me gusta que se maquille. Sin maquillaje ella ya es perfecta, pero bueno.

—¿Estás lista?

—¿Si y tú?

—También

—¿A dónde fuiste? —Me mira por el espejo

—Fui a comprar algo, te lo muestro después

—Bien

Se voltea y toma un abrigo y se lo pone sobre los hombros. Me sonríe y me acerco, miro su rostro y está hermosa, beso su mejilla. Estuve enojado con ella cuando me fui, porque no entendía como era posible que siendo mayor para ella la pudiera amar, la respete en cada momento y me contuve, aún lo hago. Me gusta mimarla y retarla. Me gusta besarla y cada peca de su cuerpo. 

—Podemos quedarnos y ver una pelicula 

—Llegaremos tarde

—Mataré a Santino si vamos —Me mira

—Es tu hermano

—No lo es, no tengo nada que ver con ellos —Asiente y frota mis hombros

Mi relación con la familia de mi padre es inexistente, al igual que mi padre al único que apreciaba de ellos era a Tomás, y está muerto. Murió protegiendo a la mujer que tengo en mis brazos. Él sí se quedó con ella, y de alguna manera el duque me lo recordaba, Tomás y yo no solo habíamos compartido el mismo padre, sino que nos habíamos enamorado de la misma chica. 

Mi hermano era una versión mejorada de mí, y no entiendo por qué a pesar de eso ella no lo escogió, yo lo hubiera hecho, Tomi tenía un futuro brillante, dinero, carisma. 

Yo no tenía mucho, más que deudas de mi padre y problemas con las drogas.

No conocía a ningún miembro más, no de la manera en la que había conocido a Tomi. Tomi era el hijo de mi tía y mi padre y es que Tomi era mayor para mí con un año. La escusa que había dado mi padre en su momento es que mi madre y la suya se parecían, y era así en realidad, ya que ellas eran gemelas idénticas. Mientras que mi padre tenía un hermano que era su gemelo idéntico y por azares de la vida se conocieron y se casaron, lo cual me llevo a convertirme en hermano de mis primos científicamente. Aparte del gemelo y hermano mayor de mi padre, mi padre tenía tres hermanos más, uno de ellos era mujer, no los conocía, ni sabía sus nombres.

—Lo siento —La miro —No hablemos de ese tema

—Es complicado —Me frustro un poco por todo lo que implica eso —No quiero ser su familia

—Pero lo son, por peores, que sean Alessio. Prométeme una cosa —Asiento —No nos daremos la espalda cuando seamos una familia y no vamos a querer no vernos ni no pertenecer a nuestra linda y pequeña familia

—Prometido —Sonríe —¿Vamos? 

—Solo no caigas en sus provocaciones 

—No lo hare

Llegamos al mismo hotel donde habíamos conversado con Santino, cuando dijimos nuestros nombres en recepción nos volvieron a llevar a la terraza, no hacía frío, pero sí corría un poco de viento que refrescaba del calor. La mesa ya estaba puertas y Santino junto a su hermana estaban ahí.

—Hermanito, que bueno que viniste, le conté a mi padre que te vi y manda saludos, dice que espera que regreses —Habla Santino mientras avanzamos a la mesa —Le dije que no existen los milagros porque es lo que necesitaremos para que lo hagas —Mira a Rouses —O puedes convencerlo

Ayudo a sentarse a Rouses, Paulina la mira y luego a mí. 

—Estaríamos completos —Habla —Pero Tomás está muerto, por salvarte —Rouses mira a Paulina —El murió en vez de ti, Tomás era una buna persona, demasiado para su bien, pero tú los conoces bien a los tres, ¿no? Hombres no se pueden resistir a una linda cara y una buena mamada 

—Ella ni me ha tocado —Habla Santino —A él tal vez, pero a mí no. —Santino mira a su hermana —¿No estarás celosa Paulina?

—¿Celosa de ella? Por favor

—Claro, que no tiene la necesidad de abrirse de piernas como tú —Rouses no dice nada, solo observa —Disculpa es un poco desequilibrada, les gusta ser el centro de atención, se enfada un poco cuando no lo es

—Lamento tu perdida —Habla Rouses y la miro —Quería mucho a Tomás, el era un buen amigo, se quedó conmigo en un momento de mucho dolor para mí. Hablo un par de veces de ti y de como pensaba ir a visitarte en tu universidad de ¿Marketing? Sí. El me salvo y le agradezco siempre. Espero ser digna del regalo que me dio. 

—¿Iba a ir a verme?

—Si quería saber como estabas, decía que no respondías a sus menajes más que con monosílabos y planeaba verte

—Eso no hace más que odiarte

—Y no te culpo por eso, también lo hago a veces y me pongo a pensar que hubiera pasado se hubiera sido diferente

—Al menos el me llamaba sabes 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.